La hija del Policía ﹝+18﹞

Capítulo 6❤️

¿Verdad o reto?

Mi padre me dejó ir a la dichosa fiesta después de mucho rogarle y sólo porque Robin iría conmigo. Ella se fue desde temprano a mi casa, nos arreglamos juntas y de ahí mi papá nos llevó a casa de los Hargrove.

—No te quiero muy tarde en casa —me advirtió—. Si me necesitas sabes que puedes llamarme. Cuídense mucho y diviértanse —nos sonrió a ambas.

—Sí, papá —le besé la mejilla— ¡Te quiero! —grité mientras se alejaba.

Era una casa enorme con alberca y toda la escuela estaba ahí. La música, extrañamente, estaba a un volumen moderado para que todos pudieran hablar. Aunque la mayoría ya estaba bajo los efectos del alcohol.

Al entrar vi a Billy que se acercó con nosotras con una enorme sonrisa en los labios.

—¡Qué bueno que viniste! —me dijo, ignorando por completo a Robin—. Por favor, toma algo de beber y diviértete —me guiñó el ojo y siguió su camino.

Nos acercamos a la cocina, viendo las opciones de bebidas que había.

Mientras me servía un poco de ponche miré por encima de todos para ver qué caras reconocía y sentí una mirada clavada en mí.

Era Eddie.

Estaba sentado en la esquina de la sala con un grupo de chicos y yo desvié la mirada en cuanto lo noté.

No habíamos vuelto a hablar desde aquél encuentro en las canchas. Aún me sentía molesta y estaba dispuesta a lo fuera con tal de joderlo.

Tomé mi vaso y salí con Robin al jardín a buscar dónde sentarnos.

—Y ¿Qué tal? —preguntó.

—Se ve todo bien —respondí seria.

—Tú no te ves bien.

—No es nada, solo vi a alguien que no quería ver.

—¿A Eddie? —levantó una ceja con gracia.

—¿Qué? ¡No! No era él —le tomé al ponche.

—Me di cuenta de cómo se veían, ¿Qué pasó entre ustedes? Se hablaban muy bien y de pronto ya no.

—No es eso. Él y yo no somos nada —hice una pausa—. Ni siquiera sé por qué me molesta —suspiré.

—Quizá por eso, porque no pasó nada entre ustedes —me guiñó el ojo.

—¡No me molestes! —le di un pequeño empujón y nos echamos a reír.

Miré al frente de nosotras al notar que una chica pelirroja se acercaba lentamente hasta nosotras.

—¡Hola! —saludó nerviosa.

—¿Vickie? —dijo Robin asombrada— No sabía que estarías aquí —se levantó entusiasmada y la abrazó.

Yo me quedé sentada, mirándolas con mi vaso en la mano. Reconocí que era la misma chica con la que estaba en el centro comercial.

—Emma, ella es Vickie —explicó Robin— es mi... —tragó saliva.

—Tu amiga —interrumpí. Extendí la mano y la saludé—. Me alegra mucho que Robin tenga una amiga como tú —le guiñé el ojo.

Las dos se miraron sonriendo y nos sentamos de nuevo sin hacer más drama por el asunto.

Comenzamos a platicar, pero yo poco a poco me fui saliendo de la conversación.

Para ir de la estancia al jardín, había unas grandes puertas vidrio. A través de ellas podía ver a Eddie adentro. Nos mirábamos ocasionalmente.

Para provocarlo, yo entraba y salía por vasos de ponche mientras Robin y Vickie tenían el mismo primer vaso.