Preparatoria Hawkins.
El día que todo comenzó, fue cuando inicié la preparatoria. Como si no fuera suficiente el impacto que genera iniciar una nueva escuela, después de que mi padre consideró prudente sacarme de la escuela por un año completo; también ese día que comprobé casi todas las leyes de Murphy.
Todo lo que pudo salir mal, salió mal.
Desde ahí debí asumir que algo grande estaba por cambiar mi vida, pero en ese momento estaba demasiado ocupada en mantenerme despierta y no derramar en mis piernas el licuado que cargaba en las manos.
Iba a bordo de una patrulla, aunque no estaba presa. Bueno sí, pero no. Mi papá era el jefe de la policía de Hawkins y yo estaba presa por sus sermones sobre empezar una nueva etapa, mejorar como persona y enfocarme en mis estudios antes que en satisfacer mis deseos carnales. Eso de ser hija de un policía me sentaba muy mal con cada invectiva que mi papá me regalaba.
Me había llevado en su patrulla solo con la maravillosa idea en mente de que así a todos les quedaría en claro de quién yo era hija. Como si yo no pudiera defenderme sola. Como si eso les impidiera a los chicos acercarse a mí.
Después de su discurso motivacional forzado, me encontré sola en el estacionamiento de la escuela, con mi horario en mano, rodeada de una masa de estudiantes y sin tener la menor idea de a dónde dirigirme.
Me molestaba no saber nada. Apenas me había preocupado de leer mi horario esa mañana. No tenía idea de dónde estaba cada aula ni conocía a nadie. Lo único de lo que estaba segura era que no le preguntaría a nadie. Sí, soy bastante orgullosa.
Seguí caminando por el estacionamiento hasta chocar con alguien que me hizo tirar todas mis cosas.
—¡Oye fíjate! —rezongué.
—Lo siento —sonrió y levantó sus manos a modo de rendición—, pero técnicamente tú chocaste conmigo.
Le quise responder con una palabrota, pero me perdí al instante que mis ojos entraron en contacto con los suyos. Tenía el cabello largo hasta los hombros, ojos grandes y hermosos, sin mencionar que su sonrisa era encantadora. Vestía una chaqueta de piel, unos jeans negros rasgados de las rodillas y una cadena plateada colgando de su cintura.
Era el tipo perfecto con el que papá enloquecería verme llegar a casa.
—Lo siento —murmuré.
—No hay problema —se agachó a recoger mis cosas—. Esto es tuyo —me ofreció la libreta, pero no la soltó por estar leyendo mi horario—. Tienes clase con la señorita Jackson —sonrió.
—No tengo idea —respondí quitándole el cuaderno.
—Ahí dice —señaló a la hoja— ¿Eres nueva verdad?
—Sí, ¿Por qué?
—Porque te ves muy perdida —rio.
—No estoy perdida —respondí con orgullo y frunciendo el ceño—. Me tengo que ir.
—¡Suerte! —gritó mientras me alejaba.
Así comenzó todo.
Cuando entré a la escuela era un completo caos. No tenía la menor idea de dónde estaba mi salón, pero no me permitiría rebajarme a preguntarle a alguien.
Empecé a entrar en pánico cuando sonó el timbre y casi no había alumnos en los pasillos. Yo era de las pocas que aún estaban buscando su salón.
—¿Hay algún problema, señorita? —preguntó un hombre con uniforme de maestro.
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La hija del Policía ﹝+18﹞
Fanfic🥇 #1 en la categoría de "Eddie Munson" durante octubre y diciembre de 2022, julio de 2023 y agosto de 2024. 🏆 Destacado en la categoría de "Eddie Munson" de Octubre de 2022 a Abril de 2023. 🏆 Destacado en la categoría de "Stranger Things" de abr...