La hija del Policía ﹝+18﹞

Capítulo 12❤️

El arresto.

Me arreglé para la escuela con unos jeans negros y en contraste unas Converse y blusa blancos, me puse aretes, collar y anillos de color dorado ¡Amo el color dorado! Queda precioso con mi tono de piel. Me hice un recogido en el cabello, dejando caer en mi frente unos lindos rizos.

Me mire al espejo y me sentía fabulosa ese día. Mis mejillas se veían rosadas y mis ojos brillantes, parecía que el encuentro con Eddie me había rejuvenecido.

Jane se quedaría en casa, sólo este día para que se recuperara de su pierna.

Papá me llevó a mí muy temprano a la escuela, dijo que tenía asuntos importantes que hacer, pero no me dijo qué.

Llegué al salón y estaba vacío, me senté en el mismo lugar de siempre. Me tocaba la fastidiosa clase de historia, pero me emocionaba porque era la única clase que llevaba con Eddie y además ¡Era viernes!

Mis compañeros fueron llegando poco a poco. Faltando unos minutos para empezar la clase entró Billy al salón, me miró con desprecio por unos segundos y se fue a su lugar, aún traía lastimada la nariz.

Eddie llegó a los minutos después.

Traía pantalones y converse negros, una playera negra de Iron Maiden y sólo su chamarra encima, llevaba también unas gafas negras ochenteras ¡Se veía espectacular!

Después de nuestro encuentro del día anterior lo miraba diferente, lo veían aún más atractivo de lo que era.

Entró al salón con su misma seguridad de siempre como si fuera el dueño de Hawkins.

Agaché la mirada a mi escritorio mientras se sentaba enseguida de mí. No quería sonreír como tonta pero no pude evitar suspirar al sentir el olor de su delicioso perfume.

Se quitó las gafas y se las puso sobre la cabeza.

—Disculpa —me dijo gentilmente— ¿Esta era la tarea? —puso su libreta sobre mi escritorio.

"¿Te regañaron ayer?" decía en la hoja.

—No, no hubo tarea —le respondí en código. Le devolví la libreta y me guiñó el ojo.

A estas alturas, me costaba mucho hacerme la indiferente con él y no sonreír, aún más recordando todo lo que hicimos ayer.

—Te ves preciosa —me susurró al oído.

Sentí escalofríos con eso, solo le sonreí disimuladamente y me acomodé el cabello.

La maestra llegó al salón y todos se sentaron en silencio.

—Por favor, saquen su libro y lo abren en la página diecinueve —dijo seria.

Todos obedecimos y abrimos los libros.

—En esta clase, vamos a ver algunos de los acontecimientos que...

Tocaron la puerta.

Todos miramos hacia allá mientras la maestra abría. Del otro lado estaba Phil, el policía amigo de papá.

—¡Buenos días! Soy el oficial Callaghan, disculpe la interrupción, pero necesitamos al joven William Hargrove.

Todos voltearon a ver a Billy. Eddie y yo nos miramos entre nosotros.

—¿Puedo saber para qué me quieren? —preguntó con tono arrogante.

—Traemos una orden de arresto en su contra —le mostró una hoja.

—¿Bajo qué cargos? —frunció el ceño.

—En la comisaría puede preguntarle al Oficial de Policía —respondió con voz severa.