Capítulo 43

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Ciudad de México, Agosto 2016

- Narra Susan -

Llegué a la facultad, pero mi sueño era exorbitante. Mis ganas de dormir eran las más grandes que había tenido en tanto tiempo, tal vez es más cansancio retrasado, que apenas me está cayendo de golpe por pasar tantas noches en vela durante éstos meses.
Sigo creyendo que el que mis hermanos regresaran de sorpresa, está haciendo que mi estrés e insomnio bajen más, aunque no sé qué tan bueno sea sentirme tan cansada de pronto.

Total, caminé a mi próxima aula, donde el cielo aún estaba oscuro y un poco de luz de Luna era la que iluminaba los pasillos de aquel edificio. Mi parte favorita era ver por el enorme ventanal, cómo por un lado salía el Sol, pintándose la mitad del cielo en un naranjado muy cálido y por el otro, la Luna yéndose, llevándose con ella ese azul tan oscuro pero hermoso.
Esos amaneceres me recordaban a Villa, ambos estábamos en dos orillas, pero en el mismo mundo. Por más que fuéramos opuestos, y más ahora, que no podíamos vernos como de niños, el compartir algo nos obligaba a no olvidar al otro.

Yo estaba perdida en mis pensamientos, viendo ese amanecer, el cual se quedó grabado en mi memoria. Tenía que hacer una pintura sobre eso, sí o sí. Hasta que una voz me sacó de mis pensamientos, asustandome un poco...

-¿Viendo el amanecer, una vez más?- Habló aquel chico cerca de mí-.

-Sí, debo irme a mi clase- No estaba lista para esa conversación-.

-Su...- Tomó mi muñeca levemente, detendiendome -Debemos hablar, en serio... ¿Podemos vernos más tarde?- No pude hacer nada más que suspirar resignada-.

-Está bien Daniel, nos vemos en la cafetería de siempre- Accedí para safarme de su agarre, yéndome a mi aula-.

Escucharlo me puso algo nerviosa, y tener el miedo de qué pasaría, aún más. Sin embargo, al menos puede que acabaramos bien las cosas. En parte, sí me hizo sentir mal lo que pasó con él, ya que antes de ser novios, fuimos amigos.
Se volvió en una de las primeras personas que le hablé cuando entré a la universidad, me enseñó la ciudad y demás cosas interesantes. Era mi compañero de aventuras, sólo que no sé qué pasó. Y ese sentimiento de culpa y desconocimiento me empezaba a invadir. Había sido mi apoyo en éstos meses difíciles en México y en parte, no quería que acabáramos mal.

Entré a mi primera clase, y siguió pasando el tiempo. En mi libreta empecé a hacer un boceto de la pintura que quería hacer del paisaje que ví en el ventanal.
Siguió pasando el tiempo y también mis clases, hasta que por fin tuve una hora libre cerca de las 11 de la mañana. Generalmente a esas horas yo desayunaba, así que por mí mejor.
Me fuí a la cafetería de siempre, es decir, una que se encontraba cerca de la facultad. Al llegar, me decidí por unas gorditas ya que era una buena opción para revivir después de la noche anterior.
Mientras esperaba, chequé mi teléfono, teniendo así mensajes de mis amigas Martín, Simón, Isaza y Villa. Antes de responder, decidí modificar sus contactos, ya que eran algo secos, para así luego responder

🕴🏻Quinteto de cinco🐢:

*Tori♡︎ ha cambiado el nombre del grupo*

Tori♡︎: Y crece la familia amigaaaaas, ésto es totalmente genial :D 10:34 a.m.

Nam♡︎: No mames Tori, deja dormir. ¿No ves que estamos todas crudas? >:( 10:36 a.m.

Querida Vargas menor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora