Capítulo 7

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Bogotá, Octubre 2010

- Narra Susan -

Después de guardar la carta, me cambié la ropa y me puse un pantalón y una vez más, la sudadera de Villamil. Bajé y me acosté en el sillón. Agarré el control ya que, Martín se fue a la cocina con Simón.
Entonces, prendí la televisión y me puse a ver My Little Pony je...

-Y ya empezó la bebé de la casa- Dijo Simón desde la cocina al escuchar lo que estaba viendo-.

-Shiii- Grité-.

-Jajajaja- Se rió Martín-.

Seguí viendo mi caricatura y pasados unos minutos llegaron Alejo, Villa e Isaza, y me vieron viendo My Little Pony...

-Susan ¿Estás viendo My Little Pony?- Preguntó Alejo-.

-Jajaja sí- Dije riéndome y estando acostada-.

-Jajaja eres toda una bebé- Me dijo Alejo-.

-Y tendrán que aguantarla una semana- Dijo Martín sentándose junto conmigo-.

Alejo, Isaza y Villamil dejaron sus cosas en la habitación de Simón y bajaron a ver My Little Pony conmigo. Villamil de repente se emocionaba viéndolo y se me hizo muy tierno.
Acabamos de ver el capítulo y Simón ya había hecho de comer pasta o espaguetis a la boloñesa. Comimos y yo solo escuchaba sus pláticas un tanto graciosas.
Acabamos de comer y ordenamos la cocina. Simón nos dijo que mañana regresando del colegio haríamos aseo y eso no me molestó y solo asentí para posteriormente irme a mi habitación para hacer mis tareas.
Pasaron dos horas y ya eran las 7 de la tarde, acabé mis tareas y no tenía nada que hacer así que me puse a pensar en nada.
Me acosté en mi cama y ví que la habitación era un desastre. Así que procedí a ponerme mis audífonos, los conecté a mi teléfono y me puse a ordenar la habitación mientras bailaba como loca.
Acabé en cuarenta y dieron las 8 de la tarde.
Dejé mis cosas en la habitación y bajé a ver qué hacían y ví que Villa estaba con una guitarra, Isaza igual, Simón con su bajo y Alejo escribiendo algo en una libreta. Pregunté por Martín y me dijeron que salió con Sara y yo solo asentí.
Me serví un vaso con agua y me senté en un banco de la barra...

-¿Y qué hacen?- Pregunté-.

-Una composición musical para la clase de música- Contestó Villamil-.

-Lo bueno es que nos gusta la música desde pequeños y no se nos complica- Dijo Isaza-.

-De hecho estamos pensando en qué acordes y arreglos poner en está canción que escribió Villa- Dijo Alejo-.

-¿Y cómo se llamará la canción?- Pregunté-.

-Aprender a Quererte- Dijo Simón-.

-Suena muy bien. Bueno yo voy a bañarme, chao- Me fuí de donde estaba hacia mi habitación-.

Me bañé y me puse mi pijama, que técnicamente no era una pijama, más bien era la sudadera de Simón de Harry Potter y un short cómodo.
Bajé a ver qué hacían y estaban viendo Bob esponja en la televisión, yo agarré un vaso de leche y un par de galletas y eso fue mi cena. Me senté con ellos a ver la caricatura pero en segundos me recargué en Villa y me dormí.

No sé cuánto tiempo pasó, pero me despertó Simón...

-Susan, ya vete a tu cama. Mañana hay escuela- Me dijo de una forma dulce-.

Así que solo me despedí de ellos y me fuí a mí cama. Me lavé los dientes y no supe nada más, ni de Martín ni de nadie.

Martes por la mañana, todos nos estábamos alistando para irnos a la escuela. Agarré mis cosas y las eché a mi mochila. Hacia un poco de frío y me puse la sudadera de Villamil. Al salir de mi habitación me dí cuenta que Villamil tenía una sudadera idéntica a la mía...

-Villa- Dije sentándome a un lado de él en el sillón mientras esperábamos a los demás para irnos-.

-Buenaaas, dígame-.

-¿De dónde sacaste una sudadera idéntica a la que me diste tan rápido?- Pregunté confundida-.

-Ayer que llegué a casa por mis cosas, mi mamá me sorprendió con la sudadera-...

- Narra Villamil -

Martes por la mañana y me arreglé rápido. Salí de la habitación de Simón y me asomé a la habitación de Susan y Martín, pude ver que Susan se puso la sudadera que le regalé entonces instantáneamente fuí por la que le pedí a mi mamá y me la puse.
Ya en el sofá Susan me preguntó por la sudadera y mentí un poco, ya que la sudadera no me la regaló mi mamá por arte de magia, sino que desde hace una semana le dije que me comprara dos iguales y ya era un plan mío regalarle una a ella para tener idénticas sudaderas.

Nos fuimos a la escuela caminando como era costumbre y ella iba muy despistada, y de cierta forma, ya me acostumbré a cuidarla, porque desde pequeña ha sido así.
En la escuela ella se despidió y se fue. Yo la seguí a unos metros de distancia para que no me viera, ví que entró al salón y no saludó a nadie, se sentó en su silla y solo se quedó observando la ventana de su lado.
Yo me fuí a mí salón y ahí estaban mis amigos, me senté con ellos y la clase de literatura empezó. El profesor nos puso una dinámica de escribir una carta para una persona especial, ya sea la niña que nos gusta, un amigo, etc. Y yo, sin pensarlo mucho empecé a escribir una carta para Susan.
Finalicé con la carta y en el descanso se la di a Isaza para que se la diera a Susan como ayer. Él se fue y nos quedamos solos Simón, Alejo y yo. Fuimos a la cafetería y un grupo de niñas de 10° se sentaron comigo. Una de ella empezó a coquetear conmigo pero yo no le hice caso, hasta que me abrazó. Me paré del lugar donde estábamos y le dije que me dejara en paz, que otra persona mi corazón tenía y no era ella, solo que casi lo grité y media escuela se enteró...

Querida Vargas menor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora