Querida Vargas menor...

Capítulo 28

Bogotá, Septiembre 2012

- Narra Susan -

Martes por la mañana, me levanté temprano y miré el techo.
Al no ver a Martín despertándose entró en mi cabeza una duda: ¿Qué hora es?
Ya que, no escuchaba ni a Simón haciendo ruido abajo, o a Martín metiéndose a bañar, o a mi mamá despertándome, ni a Rita rogando por salir de la habitación. Lo lógico para ver la hora sería mirar al despertador, pero Martín lo descompuso y no prendía. Entonces, no me quedó de otra más que levantarme a por mi celular, que estaba en mi escritorio, al otro extremo de la habitación. Muy a duras penas me levanté y miré la hora, 5:30 a.m. -¡Genial! Aún me quedaba media hora de sueño- Pensé.
Aunque total, Simón se levantaría en cuestión de segundos a bañarse. Me acosté en mi cama y no podía dormir otra vez, era como si sintiera que algo iría mal, pero todo va bien.

Al no poder cerrar mis ojos y dormir, opté por levantarme y meterme a bañar. Tomé mis cosas y las metí al baño y me duché.
Salí con el uniforme ya puesto y volví a ver la hora, mientras secaba mi pelo. Tomé mi teléfono y marcaban las 5:58 a.m.
-¡Joder! Qué lento pasa el tiempo- Pensé otra vez.
Quedaban menos de dos minutos para que la alarma del teléfono de Martín sonara y despertara a mi hermano y a Rita. Así que, para evitar perder el tiempo, me cepillé el cabello y me peiné.
Martín se despertó y se metió a la ducha. Rita salió de la habitación y Simón entró...

-¡Ay! Justo venía a despertarte- Sonrió al verme acomodando mi mochila con los libros que necesitaría-.

-No podía dormir y mejor me duché- Sonreí-.

-Al menos aprovechaste el tiempo, Martín no hubiera hecho lo mismo- Río-.

-Tienes razón- Sonreí -¿Ya te vas?- Pregunté al verlo con su mochila en hombro y ya muy arreglado-.

-Yup, me voy a ver con Isa en el parque para irnos juntos- Sonrió-.

-Me saludas al poste, y bueno. Suerte hermanito- Sonreí y lo abracé-.

-Igualmente suerte ehhh, cualquier cosa, me llamas- Sonrió y correspondió mi abrazo, para luego irse-.

Yo bajé a la sala de estar y me senté en el sofá, miré la hora y eran las 6:14 a.m.
Todo pasa tan lento, más cuando sólo quieres irte a la escuela y regresar para hacer todo lo que quieras.

Aproveché para hacer de desayunar, aunque probablemente quemara la casa. No tiene nada de malo.
Hice tostadas y buebito, y como bebida café con leche. Puse la mesa y esperé a que Martín y mi mamá bajaran...

-Uhhhh, hiciste de desayunar- Dice Martín, bajando las escaleras-.

-Para ti no hay- Sonreí, jugando-.

-Ahhh, entonces no hay abrazo- Dijo viéndome-.

-No te creas- Reí -Es bromi-.

-Ah bueno- Sonrío y se sentó en la mesa -¿Qué cuentas de nuevo?-.

-Nada, me desperté como 1 hora más temprano- Sonreí -Pero meh, sigo apreciando esa hora de más para dormir-.

-Por lo mismo no me levanto temprano- Sonrió y empezó a desayunar-.

-Consecuencia: Llegar tarde a todo ¿No?- Reí y empecé a desayunar-.

Desayunamos y poco después bajó mi mamá. Después tomamos nuestras cosas hacia la escuela. Yo iba callada en el camino, porque aún tenía el presentimiento de que todo iría mal, tarde o temprano...