Capítulo 32

320 26 0
                                    

Ciudad de México, Agosto 2016

- Narra Susan -

Luego de comer junto a Dani, me hizo compañía un rato, poniendo su laptop y sentándose a un lado de mí...

-Mientras la niña más bonita lee un poco, yo iniciaré con mi proyecto de semestre- Dijo él, viéndome con una mirada encantadora-.

-¿Ya tan pronto vas a iniciar? Apenas es inicio de semestre, cariño- Pregunté, viéndolo con una sonrisa-.

-Lo sé, pero es mucho trabajo y no quiero estar desvelandome como en el fin del semestre pasado- Respondió, dándome un beso en la frente-.

-Tienes razón, debes dormir bien ahora sí. Prosigue amor- Dije, centrándome en mi lectura-.

Él empezó a trabajar en su proyecto, mientras que yo seguí metida en mi lectura, hasta que él tuvo que irse a su última clase. A lo que yo le dije que estaría ahí mismo, en la biblioteca, esperándolo para irnos juntos a mi departamento. Procedió a irse, no sin antes, dejar un beso en mis labios, para luego desaparecer de mi vista.
Yo me centré en iniciar con una tarea que tenía para el día siguiente, por lo tanto, me centré en eso, cuando de repente, mi teléfono empezó a vibrar como loco, cosa que me consternó un poco, dado que mis amigas estaban en clases, a la vez que mi novio.
Respondí sin ver el nombre del contacto, puesto que estaba centrada en mi libreta...

-¿Quién es? Ahorita no puedo hablar, nos vemos- Dije, a nada de colgar-.

-¡Alto! No cuelgues, por favor- Esa voz...-.

-¿Isa?- Me desconcentré, dejando a un lado mis cosas, prestando atención a la persona-.

-Susu... Por fin respondes- Dijo Isaza, a través del teléfono-.

-¿Por qué llamas? ¿No se supone que es tarde allá?-.

-Se supone, pero adivina dónde están tus colombianos favoritos- Isaza amenizó mi sentir-.

-No lo sé, pero puedes decirme-.

-¡En Colombia!- Soltó de repente y yo sólo sonreí-.

-Me alegro poste, disfruten allá y salúdame a mi mamá y hermanos, por favor. Yo debo irme, chao- Colgué casi instantáneamente-.

Estaba muy confundida pero feliz por ellos, sin embargo, todos nosotros estábamos muy alejados del mundo del otro. Son mis amigos de infancia, pero... Ellos estuvieron distantes cuando más lo necesité.
Eso no quita que yo los quiera mucho, pero por el momento, tenía que centrarme en mi semestre para seguir con la beca que me proporcionaron.

Seguí con mi trabajo, posiblemente haya recibido mensajes de mis hermanos y de Isaza, pero no podía responder.

Al cabo de poco más de una hora, ya había acabado mi trabajo y junto a ello, llegó mi novio por mí a la biblioteca. Yéndonos juntos a mi departamento caminando, ya que nos gustaba contarnos nuestro día en esas caminatas.
Él me traía una paz mental tan exagerada, que con solo tenerlo a mi lado, podía estar feliz y despreocupada. Mi estrés bajaba.

- Narra Villamil -

Lunes por la mañana, y yo me encontraba junto a mis compañeros de banda, en el aeropuerto de España. Estábamos por irnos a Colombia de regreso a dar unos cuantos conciertos.
Era tan genial ir de regreso a mi bello país, volver a ver a mi familia y amigos... Sin embargo, yo sabía que en el momento que pisara la casa de los Vargas, no sería nada igual. Mi golpe de realidad será uno muy fuerte.
Ella no estaría esperándome, contrario a cuando alucinábamos cuando estábamos juntos... Imaginábamos cómo yo estaría en la banda, y ella cada vez que yo regresara a Colombia, estaría esperándome en su casa, con un abrazo cálido.

Una vez que llegamos a Colombia, la mamá de los Vargas nos invitó a su casa, propuesta que aceptamos, luego de ir a dejar nuestras cosas a nuestro respectivo hogar.
Llegué a mi casa, donde me esperaban mis padres muy emocionados y yo igual. Los saludé y casi en seguida nos fuimos camino a casa de los Vargas.
Yo estaba ansioso, independientemente de saber que Susan estaba en México, tenía la falsa ilusión de ir y verla... Poder hablar con ella. Recuperar al amor de mi vida.
Cuando llegamos a nuestro destino, mis padres fueron los primeros en pasar; entré y todo ahí seguía igual. Aunque faltaba esa niña que daba energía a mi corazón.
Simplemente, ya no estaba.
Suspiré triste, yendo a saludar a la familia de Isaza y a la mamá de los Vargas, resignado a no ver a la única persona que extrañaba.

Cuando pasó cerca de una hora, Simón, Isaza, Martín y yo subimos a la habitación del Vargas mayor, ya que Isaza tenía un plan en mente. Marcando así al celular de Susan. Chica que sí contestó, sin embargo, la llamada duró lo que un rayo alumbra el cielo en tormenta eléctrica...

-Vaya... Esperaba que pudiera hablar más- Dijo Isaza, algo triste-.

-Hay algo que todos aquí sabemos, y es que ella está ocupada, además que la cagamos- Dijo Martín, teniendo la mirada baja-.

-Eso es innegable... Nos alejamos tanto, cuando prometimos que no sería así- Agregó Simón -Me siento mal hermano-.

-Y yo mal amigo y novio... Jamás tuve que dejar de estar con ella- Respondí-.

-Sin embargo, no podemos quedarnos aquí y lamentarnos toda la vida. Debemos recuperar a nuestra Susu- Interrumpió Isaza, dando algo de ánimos -Tenemos algo de tiempo antes de ir a México. Ahí pondremos en marcha un plan-.

-Hay que planear algo que sea inesperado para ella. De otra manera, jamás lograremos estar de nuevo juntos- Dijo Simón -La conozco, y puede llegar a ser muy orgullosa, es Vargas, ¿qué esperábamos?-.

-Es verdad, andar con un Vargas es para valientes- Rió Isaza, viendo a ambos Vargas con una risa inocente-.

Decidimos que era momento de hacer algo y no dejar las cosas así. Era necesario regresar a nuestra amiga y hermana, arreglar las cosas... Nos hacía falta de sobre manera. Me hacía falta.

Contrario a lo que Susan llegó a pensar, yo jamás anduve en una relación nueva, mucho menos me enamoré de alguien más.
Yo sé que la cagué al momento de dejar de cumplir mi promesa. Y cuando se trata de promesas rotas, ella se siente de la peor manera. Y no es para menos, romper una promesa es traicionar a esa persona.
Pero bueno, lo que pasó es que una chica sí me empezó a coquetear, sin embargo, jamás se dió algo. Yo no podía. Simplemente no podía y no quería estar en una relación, después de terminar con esa relación de tantos años.
Relación que quiero recuperar...

Querida Vargas menor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora