Capítulo 13

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Bogotá, Noviembre 2010

- Narra Susan -

Al salir de la escuela nos dirigimos al velorio de papá. Lo primero que hice fue ir a ver el ataúd para comprobar que era mi papá y si lo era.
Mi corazón se estrujó y mis lágrimas brotaron así que abracé a Simón, el cual lloraba en silencio, al igual que Martín. Los tres nos abrazamos y mi mamá estaba hablando por teléfono...

-¿Simón? ¿Cómo pasó?- Dije más que rota-.

-Según lo que me dijeron... Papá iba camino al trabajo y un camión no se fijó y lo impactó- Dijo con lágrimas en los ojos-.

Lloré mucho hasta quedarme dormida en el hombro de Simón.

Desperté y Villa estaba llegando junto a la señora Clemencia y el señor Mauricio. Villa al verme se abalanzó sobre mí...

-Bonita ¿cómo estás?- Dijo abrazándome como si fuera la última vez-.

-Villa...- Mi voz se volvió a romper y solo lloré en su pecho, él pasaba lentamente sus manos por mi cabello y nada más-.

Nos sentamos juntos y yo me recargué en su hombro. No podía entender por qué la vida nos jugaba está mala jugada.
Me acerqué al ataúd de mi papá y susurré...

-Papá, por favor. No me dejes. No sé qué hacer sin tí. Tú eres mi motivo para vivir. Ahora qué haré sin tí. Aún no estoy lista para dejarte y hacer que tus ojos se cierren para siempre. No estoy lista para despedirme de tí. Por favor, di que no te vas papá. Papá escúchame, no te vayas. No me dejes sola. Papá no nos dejes. Papá no quiero que tus ojos se cierren para siempre- Dije con mucho dolor -Papá, por favor ya llévame contigo, no quiero separarme de ti-.

Villa me abrazó y yo lloré mucho.
Al rato llegó Isaza y Alejandro con sus familias y los dos me abrazaron y yo solo lloré. Ni hablar pude porque le nudo en mi garganta era gigante.
En la noche, para velar a mi papá nos quedamos Simón, Martín, mi mamá y yo...

-Simón no entiendo, ¿por qué hoy? Mi papá debería quedarse, aún no nos ha visto graduados- Dije calmada pero lágrimas brotaban de mis ojos-.

-Yo no quiero dejar ir a mi papá. No pudo ver el 10 que me saqué en matemáticas- Dijo Martín muy triste-.

-Pequeños, todos lo vamos a extrañar- Dijo mi mamá sentándose con nosotros y abrazándonos-.

-Mamá pero ¿Por qué él? ¿Qué le debemos a la vida para quitarnos a nuestro papá? ¿Acaso hemos hecho algo malo? Mamá, sin papá podremos salir adelante económicamente, pero todos somos jóvenes para asimilarlo. Papá no se pudo ir así- Dijo Simón llorando inconsolable por primera vez desde que nos dieron la noticia -Ni yo, aunque sea el más "fuerte" emocionalmente puedo con esto. Él no debió irse así- Dijo llorando-.

Toda la noche se nos fue en lamentos y tristezas. Llegó un punto donde todos se durmieron, menos yo. Mi corazón y mi mente no estaban tranquilas. Me arrancaron una parte vital de mi vida. Mi mamá es fuerte. Pero yo, no puedo con esto.
Yo no puedo seguir con mi vida sin mi papá.

De tanto pensarlo, me quedé dormida.
Al despertar la señora Clemencia estaba ahí...

-Hola- Dije limpiando mis lágrimas-.

Querida Vargas menor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora