capitulo 7

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Tyler.

Mientras tenía a la chica que me encantaba a mis pies haciéndome un sexo oral que me estaba volviendo loco disfrutaba de sus hermosos pechos, su boca entrar y salir de mi venoso pene, gruñendo como el animal que llevo dentro. -- ¡ah Mierda! -- Ella lo hacía tan bien la sincronía de los movimientos de su lengua eran perfectos, tomé su cabellera negra haciéndole una coleta para poder verla mejor hacer su trabajo, pensé que jamás me haría esto por su cuenta ya que es bastante difícil de domar sin embargo ahora que tengo su boca donde quiero me siento satisfecho. -- ¡aagh! Me voy a correr Elena -- Aprete mis manos en su cabeza haciendo más presión en su boca, logré correrme de inmediato.

Ella me miraba de una manera que podría decir que estaba llena de deseo y lujuria, una mirada que me decía "quiero más de ti" trago mi semen relamiemose los labios sin más la recoste sobre la cama salvajemente, comencé a besarla con desespero, aceptaba cada uno de mis besos, ese cuello de garza que tenía me encantaba, besé cada parte de su piel hasta cansarme, para después meter mi miembro dentro en lo más profundo de su sexo.
Elena se relamia los labios con intensidad y deseo, jadeaba al apar de mis duras embestidas, subí sus piernas en mis hombros profundizando más, los gestos de su rostro, el sudor de su piel, el movimiento de sus pechos me estaban enloqueciendo por completo
-- dame más Tyler -- me podía entre gemidos -- no desistí, sus bellos ojos azules me seducían tanto, los gruñidos emitidos de mi pecho eran cada vez más roncos y fuertes.
Elena me clavó las uñas en mi espalda provocando que mi excitación aumentara. Ahora la puse en posición de cuatro, ese bello trasero rosado me fascinó de inmediato, una cuantas nalgadas bastaron para domar a la leona que había dentro de ella, mi pene entraba y salía con tanta facilidad debido a humedad excesiva. Nuestros sexos emitían ese ruido de choque de fluidos, fricción continúa, poco a poco ella movió sus caderas al ritmo mío, gimiendo fuerte, mientras mis manos estrujaban sus nalgas y las golpeaba, estaban tan rojas que pensé que sangrarian pero Elena no se quejó, al contrario solo veía placer en su rostro.

-- por favor, sigue... sigue -- me pedía jadeante.

La giré frente a mi y me llevé sus pechos a la boca, ahogándome en cada uno de ellos, lamiendo con mi lengua sus pezones y mordiendo suavemente hasta dejarlos hinchados.
Ahora se retorcía aún más, arqueando su espalda como puente romano, saboree cada parte de ella, sin dejar de estimularlos, bajé a su sexo para probar sus delicioso coño, sabía tan rico, mi lengua exploró todo su ser, a tal manera de provocarle un orgasmo instantáneo. Nuestros labios chocaron una y otra y otra vez, hasta cansarnos, mi pene no quería dejar de entrar en ese caluroso lugar lleno de humedad que lo acogía gustosa. Entrelazo sus piernas en mi cintura y me dejé llevar por el placer sus ojos, ella mordía sus labios ferozmente, provocandome, entré duro y sin piedad, me tomó fuerte del cuello y en un gemido largo ambos nos corrimos dejándonos caer en la cama llena de sudor.

Elena.

- jamás me había sentido así de excitada en el sexo, Tyler sacó de mi una parte que no conocía, me siento diferente, me siento completamente satisfecha, cosa que ni con mi ex me había pasado, estoy plena ... y cansada.

Me desperté con los rayos del sol, miré al lado de mi pero Tyler no estaba, me puse una bata negra y salí al balcón, estaba sentado hablando por teléfono aún en pijama.
Bajé en seguida me senté frente a él, el ama de llaves nos trajo el desayuno.
Fruta, huevos revueltos, pan tostado, jugo y café.

- ¡Hola! - me dijo aún con el celular en su oído.

- Hola - respondí sonrojada y este continuó hablando sin quitarme la vista de encima.

- Si, por eso te digo que necesito ese dinero para antes del fin de semana, has hasta lo imposible por darles que lo piden pero mi dinero lo quiero completo, ¿escuchaste Steve?, ok, te veré en la tarde para acordar el trato - dijo y colgó -

YO SOY TU AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora