capítulo 15

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Wonho.

- ¿qué? ¿quiénes son? - saqué el arma de mi bolsillo y disparé a mis agresores pero estos continuaron disparándome, era difícil puesto que iba conduciendo sin mis hombres. Elegí mal día para salir a correr solo.
Me venían siguiendo desde que inicié a correr en el centro deportivo, no sé quiénes son pero lo voy a averiguar.
Uno de los autos se emparejó conmigo y comenzó a darle de golpes a mi auto yo acelere aún más y éste me siguió el paso, otro me llegó por atrás dándole golpes a la fascia, empujandome a chocar contra un muro, no pude detener el auto a tiempo y choque innevitablemente cuando di un volantazo.

Reaccioné y la bolsa de aire estaba llena de sangre, sentí un líquido escurrir por mi rostro y todo me daba vueltas, la cabeza me dolía a me palpitaba, intenté moverme pero al sentir que algo estaba atravesando mi abdomen me quedé quieto -- ¡mierda! -- miré que una barrilla del auto se me había encajado en el abdomen derecho y mis piernas estaban atoradas entre el volante y los asientos evitando que me moviera.
El auto empezó a arder del motor si no me salía iba a terminar muriendo, como pude saqué mi móvil y llamé a Cheng.

- Ch-Cheng -- dije apenas audible --

- ¡Señor! ¿Qué sucede dónde está? --

- alguien me siguió y me provocaron un accidente, estoy... -- traté de mirar por la ventana pero me fue imposible había mucho humo -- ¡joder! No sé dónde estoy te mando la ubicación ahora mismo --

- Sí, señor estamos lleyendo para allá --

- Cheng -- le hablé --

- si señor, dígame --

- El auto se está empezando a incendiar por el motor, llega pronto o voy a morir esta vez --

- ¡Joder, jefe ya vamos para allá! - colgué --

El humo estaba comenzando a inundar aún más el aire me costaba respirar y como estaba en un lugar alejado las autoridades todavía no se había percatado del accidente muchos recuerdos pasaron por mi mente, los regaños absurdos de mi padre, los dulces besos y abrazos de mi madre.

Comencé a toser mucho y la hemorragia de mi abdomen crecía, estaba delirando, el tiempo se me hizo eterno y a lo lejos alcancé a ver una silueta de sirena que acercaba caminando muy sensual hacia mí, sí era ella, me recargue en el asiento mientras ejercía presión en el tubo que atravesaba mi abdomen para evitar un poco el sangrado pero era ya casi imposible, ya había un charco de sangre en mis pies.

- Elena ... - respiré con dificultad, ella me sonría con dulzura y sentí sus labios tocar los míos y todo se puso negro en un segundo --







Narrador.



-- ¡Señor! Reaccione señor! -- Le dio de palmaditas en las mejillas pero estaba prácticamente débil, ni siquiera abrió los ojos con el tacto de Cheng.

Rápidamente sacaron el cuerpo de su jefe y lo trasladaron a un hospital particular. Otros se encargaron de limpiar el lugar sin dejar rastro de lo que había pasado.

Al parecer iba inconsciente y su pulso estaba muy débil, le daban pocas esperanzas de vida por la gravedad de la herida abdominal y la sangre que había perdido. Sin embargo, el hecho de tener dinero y ser un prestigioso mafioso en Corea, Seúl, le daban muchas posibilidades de vivir a toda costa.

- tenemos un paciente caucásico de unos 34 años aproximadamente con traumatismo en el abdomen derecho, trauma encefálico y al parecer posible derrame interno provocado por un accidente automovilístico --
Corrían los doctores diciéndole a las enfermeras que lo metían en la camilla con velocidad al quirófano.

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