capítulo 32

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Elena.

Estuve todo el día en la habitación, la verdad no quería ver a Tyler después de lo pasó en el regreso, lloré mucho porque creí que algo en él cambiaría pero vi que me equivoqué, sigue siendo el mismo asesino de siempre, cruel y sin corazón sólo le importa su beneficio propio, en realidad ni siquiera había entendido porque lloraba, no me debería de extrañar su actitud. Aquél chico que conocí en la luna de miel era solo una farsa para tenerme contenta, pero el sexo fue increíble, fue más cuidadoso conmigo como si fuera alguien más por un rato después sacó su yo de siempre, amargado, frío sin sentimientos ni interés por nadie.
Era de noche y decidí bajar a cenar algo, no quería pero tampoco podía mal pasarme tanto y menos por un idiota como Tyler.

-- Elena, mi niña ¿cómo estás? -- me saludó Meredith acercándose a mi y trayendome la cena.

-- No muy bien pero te extrañé mucho y tus comidas -- la abracé.

-- ah también yo te extrañé mi niña --

Ella es lo más cercano a una madre ya que ahora ya no está la mía.

-- ¿Elena podemos hablar? -- dijo Tyler entrando al comedor.

Se veía serio y algo tenso.

-- No, la verdad no quiero hablar contigo, quiero comer agusto -- dije mirando mi plato.

-- Elena no hagas esto -- espetó tratando de tomarme mi brazo pero me alejé y me puse detrás de Meredith.

-- ¡Basta Tyler, no quiero hablar contigo que no lo entiendes! -- dije levantando la voz.

El ruso se dio la vuelta y camino cabreado hacia su oficina.

-- ¿Esta todo bien entre ustedes mi cielo? -- dijo tomando mi mano.

-- No, Meredith, yo la verdad solo quiero comer, dormir y no saber nada de nada --

Me senté en la mesa y comencé a comer en silencio.

{•••}

Me despierto por un fuerte portazo y encendió la lámpara de la mesa de luz y veo a Tyler.

-- ¿Tyler qué haces aquí? -- me inclino y me froto los ojos de cansancio.

--Y-sho quierro hablaff contigoo -- dice por la borrachera y camina hacia mi tambaleándose.

-- ¡Ay Dios! ¡Tyler estás completamente ebrio, sólo mírate! -- le dije levantandome de la cama ayudándolo a sentarse.

-- Y-ysho no soy esi, y-ysho no queria -- dijo negando y agarrándose la cabeza.

Apenas podía articular palabra de lo ebrio que estaba.

-- ¿No querías qué? -- pregunté pero se quedó callado.

-- Sabes que, apestas a alcohol, te llevaré a tu habitación para que puedas descansar mejor -- le dije tratándo de ponerlo de pie pero se negó.

-- No, no quier-ro dormir conshtigo -- se volcó en la cama.

-- Tyler es mejor que durmas en tu cama por ... -- No me dejó terminar.

-- ¡Que no! Quier-ro estar conshtigo -- me repitió sin moverse un centímetro.

-- Ay joder, esta bien pero no quiero escucharte hablar ni una palabra o que me toques si quiera o te echo a tu habitación, ¡pareces un adolescente no un hombre de 30 años por dios santo! -- le espete ayudándolo a acostarse del lado derecho.

Me acosté para dormir y apagué la lámpara de luz dándole la espalda.

-- ¿M-me perdonash por todhso lo qhue te hesho y hablarte mal? --

YO SOY TU AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora