YO SOY TU AMO

capitulo 42

Tyler

Desde que desperté y vi a mi hijo no he podido sacarme de la cabeza a Elena ni a él, la necesito tanto, ayer que la volví a ver se veía tan hermosa, radiante, la maternidad le sentó bien, se ve perfecta. No voy a parar hasta tenerla conmigo de nuevo.

El médico entró y me hizo un chequeo, me dijo que me podía ir a mi casa pero que aún necesitaba estarme chequeando pero negue rotundamente, yo me sentía perfecto y solo quería largarme de ese maldito encierro de hospital.

Me senté sobre la cama e intente ponerme de pie y mierda mis piernas no respondían -- ¡puta madre! ¿Qué mierda me pasa? --

Era normal un puto año postrado en esta maldita cama era de esperarse qué mis piernas no reaccionen como deben.

Moví mis pies y luego mis piernas poco a poco las agilice así después de un rato de ejercicio, pude ponerme en pie con trabajos, me sentía como un jodido frankestein, todo robotizado pero pude caminar mejor. Me puse mi ropa y salí del hospital como si nada con mi gente rumbo a mi mansión provicional en el extranjero.

Llamé a Elena para avisarle pero ésta no respondía el celular así que me preocupe un poco.

-- ¿Estará bien? ¿Porqué mierda no responde el teléfono? --

Insisti un par de veces más y al no haber respuesta decidí darme un baño en mi jacuzzi y relajarme un rato.

Recordé las veces que había hecho mía a Elena en Italia, de solo pensarlo se me ponía tiesa la verga pero preferí evitar esos pensamientos por el momento y salir a verla.

Me arregle lo mejor que pude y me dirigí a su casa. Al llegar vi varios hombres del puto paliducho ese, me desagradaba la presencia de esos asiáticos ahí.
Me coloqué los lentes de sol y bajé con 3 de mis guaruras sin expresión en el rostro me pare frente a la puerta y 2 de ellos me impidieron el paso lo cual ocasionó que mis hombres desenfundaran sus armas.

-- Vengo a ver Elena y a mi hijo, háganse a un lado idiotas -- dije a secas y éstos me negaron el paso.

-- ¿Qué no escucharon? ¿O son sordos? ¡Háganse aún lado puta madre! --

Elena abrió la puerta de repente con expresión de miedo en su rostro y les dijo a los coreanos que me dejaran pasar, entré y algo sorprendida no me sostenía la mirada.

-- Pensé que estarías en tu casa descansando Volvok no imagine que vendrías --

-- Dijiste que irías a verme al hospital de mañana, al no verte llegar me adelanté a irme de ese miserable lugar ya no soportaba estar ahí además necesitaba verte y a mi hijo, me preocupe porque no respondiste el celular, te llamé 7 veces --

-- Ah, Eh, ¿en serio? Es que no había visto mi teléfono -- 

Dijo algo nerviosa y fue por su móvil y lo revisó.

-- Ah, es verdad, lo lamento no me di cuenta, estoy tan ocupada con Steven todo el tiempo que a veces no me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor -- se justificó.

Noté que estaba un poco alterada, al parecer algo le estaba incomodando así que traté de ser lo más suave posible para interrogarla.

-- ¿Puedo ver al bebé? -- pregunté.

-- Ah si, ven vamos a la recámara -

Me invito a pasar y lo vi jugando con sus manitas con los colgantes de la cuna lo cual me lleno de ternura de nuevo.

-- que lindo es - lo cargué en mis brazos con cuidado y lo acune varias veces mientras la castaña me miraba con una expresión que no pude descifrar si era ¿amor o afecto?.-