🎧 Canción del capítulo: Brenda Lee - Rockin' Around The Christmas Tree.
— Siento no haber cuidado de usted ayer. — Dijo Sienna durante el almuerzo.
Apenas se habían visto desde el día anterior, cuando despertó en sus brazos.
No sabía si él la evitaba, si lo hacía ella o lo estaban haciendo ambos, pero lo cierto es que se habían mantenido discretamente alejados todo el tiempo posible.
Tampoco pensaba preguntar nada al respecto, ni traer el tema a colación si Lord Antipático no hablaba de ello primero. Prefería fingir que nada de eso había sucedido, era menos incómodo y vergonzoso de esa forma.
¿Más cobarde también? Sin duda, pero poco le importaba ser un poco gallina en esa situación.
— No se preocupe, estaba enferma ¿Ya se encuentra mejor? — Cailean parecía algo preocupado, genuinamente interesado.
Pero ella no quería dar explicaciones, ni pensar en los extraños sueños que había tenido y que lo habían complicado todo mucho más, así que simplemente asintió sin realmente dejar de comer.
Luego recordó lo animado que parecía él rodeado de mujeres y su humor se nubló un poco.
¿Para qué la necesitaba en realidad? Era bastante evidente que disfrutaba de sus atenciones, que sabía manejarlas a su antojo y que podía alejarse de ellas cuando quería sin ningún tipo de ayuda. Así que comentó, sin conseguir camuflar del todo cierto tono de fastidio al hablar:
— No mentía cuando dijo que las mujeres lo acosarían. Aunque tampoco parecía muy preocupado al respecto, sobre todo cuando la señorita Rodríguez se ocupó de ponerle crema solar por todas partes.
¡Maldición! ¿Había sonado como una novia celosa?
No era esa su intención, pero una vez que las palabras hicieron eco al salir de su boca, le parecía que sonaban horriblemente de esa manera.
— Alguien tenía que hacerlo, no me llegaban los brazos a la espalda. — Dijo él con picardía, aunque fingiendo modestia. — No podía permitir que esta hermosa piel acabase achicharrada.
Era más que evidente que el muy canalla estaba encantado, después de todo, quien no lo estaría con una mujer tan impresionante como Amanda Rodríguez. Lo peor es que el pícaro duque ni siquiera se molestaba en ocultarlo o disimularlo.
— Sí, seguro que fue toda una pura cuestión práctica. — Aceptó Sienna con ironía.
¡Sigues sonando celosa Sienna! ¡Para antes de que el señor Kyong se dé cuenta y empiece a pensar que de verdad lo estás!
— Por supuesto. — Esta vez, su voz tenía una pequeña nota de molestia y su expresión facial cambió ligeramente. — Igual de práctico que el señor Hayes, he de admitir que fue de lo más útil cuidando de usted ayer.
Ahora parecía ser otro el que usaba el tonito indudablemente celoso.
Pero ella no lo interpretó de esa manera. Creyó simplemente que estaba molesto porque decidió pasar tiempo con el deportista en lugar de cuidarlo a él. Pero no era su culpa que decidiera de repente dejar de ser un antipático, para empezar a relacionarse simpáticamente con todas las encantadoras mujeres del viaje.
— No necesitaba que nadie me cuidara, no era para tanto. Pero tengo que aceptar que fue muy amable de su parte al estar pendiente de mí.
— Sí, ya se ve que está encantada con ello. — Una mueca de fastidio se hizo evidente en su rostro esta vez, aunque desapareció tan rápido como apareció y ella al final no estuvo segura de que fuera real. — Hablando de este amable caballero, debo preguntarle algo que me intriga. ¿Se conocían ustedes de antes tal vez?
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Quince días para enamorarnos [COMPLETA]
RomanceA Sienna nunca le ha importado mucho el amor, las relaciones de pareja y todo ese tipo de cosas románticas. Pero cuando su vida laboral se vuelve un poco caótica y necesita alejarse un tiempo de todo para reflexionar, acepta la descabellada propuest...