🎧 Canción del capítulo: Frank Sinatra — I've Got You Under My Skin.
Sienna salió de su recámara con un libro entre las manos, ya había acabado con él y estaba decidida a ir a por el siguiente. Se sentía más relajada en el castillo y había conseguido recolectar algunas horas más de sueño, por lo que todo parecía ir a mejor lentamente.
No era tan malo, solo tenía que aguantar algunos días más.
La habitación más cercana a la suya tenía la puerta entreabierta y a pesar de que no deseaba curiosear dentro porque no sabía a quién pertenecía, su mirada fue capturada por algo sorprendente. Al final tuvo que acercarse un poco más a mirar de manera indiscreta.
¿Ese que está en medio de la cama realmente era...?
—¿Buscas a Cailean, bella? —preguntó Luca apareciendo a su lado, la asustó y aunque ambos lo sabían, prefirieron fingir que eso no había sucedido—. Hace un rato que se fue.
—¿Qué? Ah no, solo pasaba por aquí y...
—Te ha llamado la atención el oso gigante, ¿verdad? —comentó risueño. — A todos nos pasa, tampoco sabemos de dónde ha salido, solo que va con el tonto animal a todas partes.
—¿Cómo?
—Sí, lo digo en serio —insistió—. No lo lleva a la oficina para no parecer raro, supongo. Pero cuando sale de viaje por días si lo lleva en el avión, creo que incluso pagaría un pasaje extra por él si fuera necesario. ¿Tú no sabes nada? —cuestionó con toda la intención.
—No —contestó Sienna con rapidez tratando de fingir indiferencia.
Siguió caminando sin querer añadir más nada, si continuaban hablando de eso corría el riesgo de acabar contándole toda la verdad. Nunca se le había dado bien eso de ocultar cosas. Más, si Lord Antipático no le había contado a nadie al respecto, no quería ser ella quien lo hiciera.
Menos aún podía dejar de pensar en el oso, ¿de verdad Cailean guardaba con cariño al Capitán Trueno? Nunca pensó que le hiciera caso a un tonto peluche, sin embargo, según Luca, iba con él a todas partes. ¿Sería por qué la echaba de menos?
"No, mejor no pienses en tonterías Sienna. Qué fácil es ilusionarte, tonta."
Seguro que tendría sus razones, pero, esa no sería una de ellas.
Por otro lado, ¿esa era realmente su habitación? Parecía sobria y fría como él. Era elegante sí, con ese sedoso edredón azul, las pesadas cortinas a juego y los estilosos muebles, más, no dejaba de verse solitaria, casi como... vacía. Esperaba algo más de su presencia en aquella parte tan personal del castillo, pero parecía no ser así, tan solo estaba el gigantesco oso.
Tal vez se equivocaba, a lo mejor había fotografías o decoraciones personales, apenas había conseguido robar un rápido vistazo.
Además, la idea de que habían dormido tan cerca esos días no se iba de su mente.
—¿A dónde ibas bella? —habló Luca llamando su atención—. Tal vez me permitas acompañarte.
—A la biblioteca por otro de estos —contestó mostrándole el libro.
—Ah vaya, ese lo tengo pendiente —bromeó mirando la portada—. Es demasiado sencillo para mí.
—No me tientes a dar explicaciones, podría estar hablando sobre estos temas durante días sin cansarme —lo amenazó.
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Quince días para enamorarnos [COMPLETA]
Roman d'amourA Sienna nunca le ha importado mucho el amor, las relaciones de pareja y todo ese tipo de cosas románticas. Pero cuando su vida laboral se vuelve un poco caótica y necesita alejarse un tiempo de todo para reflexionar, acepta la descabellada propuest...