🌺 Capítulo 19

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🎧 Canción del capítulo: Cha Eunwoo — Love so Fine.


El sol de la mañana le quemaba los ojos todavía cansados de la noche anterior.

Aunque tenía puestas unas enormes gafas oscuras, podía sentir la luminosidad penetrante todavía atravesándolos. Definitivamente no tenía ganas de estar allí, a decir verdad, apenas si le apetecía estar dentro de su propia piel en esos momentos.

¿Por qué le había parecido una buena idea beber tanto la noche anterior? Por favor, si hasta tenía algunas lagunas de memoria...

Pero ya había decidido que no intentaría recuperarlas, prefería no recordar lo que fuera que su cerebro ligeramente intoxicado había decidido borrar. Solo esperaba no haber hecho algo muy estúpido con lo que el Lord Antipático pudiese fastidiarla.

— Ah maldición, no estoy para esto. — Se quejó Cailean, dejándose caer al lado de la enorme cesta que debían llenar de manzanas. — Hace demasiado calor y además tengo resaca. — Siguió protestando, mientras se sacudía la fina camiseta blanca para hacerse aire.

¿A quién se le ocurrió la maravillosa idea de ir a un huerto de manzanas justo el día después de haber salido de noche? ¿Luego de trasnochar de manera tan increíble? A alguien que llevaba siglos sin estar en una buena juerga, estaba claro.

A las gemelas Vaughan, por supuesto. ¿A quién si no?

Cuando regresara a casa hablaría con ellas para que corrigieran esa actividad, estaba seguro de no ser el único que se sentía de esa manera. Pero de momento, no diría nada, no quería que le dieran otro largo sermón sobre lo maleducado que era a veces o, lo insoportable que se ponía con la pobre doctora la mayor parte del tiempo.

Y mucho menos, quería que volvieran a acusarlo de no tomarse aquello en serio, porque eso si era verdad y si su abuela se enteraba, entonces sí estaría en serios problemas.

Sienna se recostó al grueso árbol para aprovechar su sombra mientras bebía agua.

No prestó mucha atención a las quejas de Cailean, porque siempre estaba protestando por todo. Aunque, en esta ocasión, debía admitir que estaba de acuerdo con lo poco que le había entendido de sus refunfuños.

Tenía demasiado calor, se encontraba increíblemente cansada y además hambrienta. Que hubiera comida de sobra en las ramas de los árboles o, que recibieran un ligero desayuno antes de salir, no ayudaba a su estado de ánimo, ni a que tuviera ganas de hacer cosas.

La verdad es que prefería seguir durmiendo.

Oh sí, pensó con añoranza, deseando disfrutar un poco más de esa maravillosa cama que parecía hecha de las nubes más esponjosas que existieron jamás.

— ¿Por qué tan desaminados? — Preguntó Michael divertido, apareciendo junto a Jason, donde ellos estaban. —¿Tan fuerte fue anoche pillines? — Agregó con cara de picardía, a modo de broma.

El duque soltó una especie de gruñido, sin ganas de hablar y la doctora se limitó a mirarlo mal, haciéndolo soltar una carcajada divertida.

La verdad es que no echaba de menos haberse perdido esa noche de discoteca. Si bien es cierto que le habría gustado asistir para poder divertirse un rato con ellos, también lo era que no cambiaría por nada del mundo la maravillosa y especial velada que había tenido con Jason en alta mar, bajo millones de infinitas estrellas que los observaban en un silencio cómplice.

Quince días para enamorarnos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora