𝐓𝐨𝐦𝐨𝐝𝐚𝐜𝐡𝐢 - 𝐊𝐢𝐦 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 & 𝐓𝐧

10

Ambos bajaron del auto empezando a caminar por la playa, Sunoo se veía tan serio que Tn dudaba en si estaba disfrutando.

— ¡Espera! — gritó Tn lejos de Sunoo.

— ¿Q-que haces? — preguntó Sunoo volteandose.

Tn se estaba sacando los zapatos...

— Si te sacas los zapatos será mejor, así podrás volver a sentir lo que era caminar sobre la playa. — sonrió.

Sunoo no había pensado en eso pero de tan solo escucharlo, no podía permitir negarse ante el consejo de Tn asique lo hizo.
Ambos caminaron descalzos por toda la arena hasta llegar a dicho carrito.

— yo pediré por ti, ¿Si? — preguntó Tn.

Tn caminó hacia el carrito y comenzó a preguntar sobre los ingredientes del lugar, solo para asegurarse de que Sunoo no se descompusiera después de cenar unos hot dogs.

Los minutos pasaron y cada uno recibió su hot dogs, se sentaron en la arena para próximamente disfrutar de su comida.

— oh... Está delicioso. — Susurró sunoo masticando.

— Lo son.

— ¿Puedo probar de ese? — preguntó Tn señalando.

Sunoo había elegido con diferentes ingredientes que el de Tn, asique supongo que ambos estaban intrigados en saber los gustos de cada uno.

Sunoo aceptó y acercó el hot dog a los labios de Tn esperando que le diera un mordisco, esperó con paciencia y luego alejó su comida al prestar su atención por saber lo que diría Tn sobre sus ingredientes.

— No son feos Pe-

— Tienes... Un poco de — acerca su dedo a la boca de Tn. — de mayonesa.

El pulgar de Sunoo pasó lentamente por la comisura de los labios de Tn provocando un escalofrío de pánico por todo el cuerpo de tn, estaba nerviosa, de hecho, ella se estaba muriendo por dentro.

¡Que gesto tan delicado! ¿¡Cómo debería comportarme?

¿Que tal si vió algo de mi que no le gustó? ¿Un pelo? ¿Mi bigote?

Que estoy pensando...

— Gracias... — Susurró Tn desviando la mirada.

— Algún día, me gustaria leer esos libros que lees.

— ¿Querrás decir mangas? — preguntó Sunoo masticando.

— Si, los mangas...

— No creo que te interesen. — comentó Sunoo.

— ¿Acaso no me ves como una aficionada de esos libros? — preguntó Tn golpeando levemente el hombro de Sunoo.

Sunoo rió ante el golpe y soltó un suspiro.

— He escrito más cosas en mi lista. — respondió. — la próxima cosa que me gustaría hacer es ir a una piscina, hace tiempo que no voy.

— ¿Piscina? Últimamente hace mucho frío... Sunoo.

Sunoo alzó sus hombros sin importarle y miró la hora de su reloj.

— Dijiste que me ayudarías. — contestó Sunoo — ¿Que malo puede pasar en una piscina?

Pero Tn no respondió a la propuesta de Sunoo, no quería que el se enfermara de un resfriado o algo peor, sus defensas en estos momentos eran muy bajas.
Los alimentos que Sunoo debía ingerir siempre llevaban vitaminas que ayudaban a su cuerpo.

— Lo tomaré cómo que no quieres ver mi excelente cuerpo en la piscina. — aclaró Sunoo.

Tn echó a reír por el comentario de Sunoo y negó con las manos hasta simplemente aceptar.

— Pero cuando yo diga que es suficiente, nos iremos. ¿Si?

— Acepto.

Ambos se acomodaron mejor en la arena y la brisa comenzó a hacerse presente, así dando un pequeño frío a Tn que no había traído un abrigo.

Después de todo, ella no creía que esto duraría mucho.

— ¿Quieres mi campera? — preguntó.

— No, estoy bien.

— No tengo frío, tengo 2 remeras térmicas. — respondió Sunoo.

— Enserio, no tengo frío.

Claro que tengo frío pero la prioridad es Sunoo.

Tn volvió a admirar el mar desde sus diferentes puntos de vista para dejar de observar al sentir el calor del abrigo de Sunoo.

Sunoo ni siquiera llegó a abrigar el otro hombro de Tn que ambos ya se encontraban lo suficientemente cerca.

cualquiera que los viera podría pensar en la linda pareja que formaban...

Cualquier persona podría pensar que aquél chico le ofrecía su campera a la chica con una corta distancia entre sus labios...

Mierda. Maldito teléfono de mierda.

El teléfono de Tn comenzó a sonar a causa de una llamada por Marcos, probablemente pedía que llevara a Sunoo por la medicina.

— Perdón... — Susurró Tn alejandose.

— No... No es nada...

Ambos dejaron de mirarse empezando a debatir consigo mismos sobre sus acciones y su extraña cercanía.

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