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Sunoo se sentó en la cama notando que en la habitación solo estaba Marcos.

— Pedí a Tn que fuera a trabajar. — contestó Marcos con las manos en los bolsillos de su bata.

— ah, ya veo.

— ¿Seguirás comportandote como un idiota después de que intento salvarte? — preguntó Marcos molesto.

— No me salvas porque es tu deber como doctor. — contestó Sunoo mirando fijamente a Marcos. — Lo haces porque quieres ver a Tn feliz.

Sunoo se levantó de la cama quejándose un poco y dió cortos pasos hasta quedar frente a Marcos.

Nuevamente plantando frente con intenciones de dejarlo en su lugar.

— Sé perfectamente que si Tn no hubiera hecho lo que hizo, no estarías aquí esforzándote en leer tus absurdos documentos solo para que yo trate está maldita enfermedad.

— eres un completo imbécil — respondió Marcos tomando la remera de Sunoo con brusquedad.

— Y tú eres un infeliz.

Marcos golpeó el rostro de Sunoo tirandolo en segundos contra el suelo.

Sunoo soltó un corto quejido ante el golpe de su cabeza y estiró su mano tratando de alejar el rostro de Marcos con fuerza.

— ¡Alejate de Tn! — gritó Sunoo.

Sunoo logró empujar a Marcos para luego caer contra la estantería de libros.

Sunoo se mantuvo en el suelo, arrugando aquellos libros con páginas rotas y maderas partidas...
Había roto uno de sus mayores entretenimientos durante estos 4 años.

— Te ayudaré porque es mi deber como doctor pero espero que te mueras. — contestó Marcos.

— realmente quiero que mueras y nos dejes en paz. — Murmuró Marcos con desprecio.

Sunoo se quedó en el suelo observando como Marcos salía de la habitación dejando todo el lío a cargo de Sunoo.

Sunoo se esforzó en levantarse y soltó un largo suspiro de cansancio.

— odio esto. — Susurró.

Sus manos tomaron lentamente cada libro he intento guardar y pegar cada página que estaba doblada o hecha en pedazos.
También pidió una pequeña escoba para limpiar los pequeños pedazos de madera del mueble.

Ahora no tenía dónde poner sus libros...

Así era como las cosas que más anhelaba iban desapareciendo.

¿Que quedaba ahora?

.        .        .

Tn caminó hacia la oficina del doctor heish y comenzó a ayudar en los archivos de los pacientes del sector 80.
Entre ellos, aparecía Kim Sunoo.

— ¿24 de junio? — preguntó Tn en un susurro.

— hoy es 24, ¿Porque? — preguntó el doctor prestando atención.

— No... Nada, estaba viendo los cumpleaños.

Hoy es el cumpleaños de Sunoo...
¿Porque nunca me lo dijo? Se supone que es un día donde debo tratar de alegrarlo, dónde debe pasarla bien...

¿Que podría gustarle a Sunoo? ¿Que es lo que extraña volver a tener?

.        .        .

Tn caminó por todo el pasillo del hospital con dos pequeños cupcakes de cumpleaños mientras que en su otra mano, alzaba a un pequeño cachorro.
Un cachorro Golden retriever que solía ver cuándo pasaba por la tienda de adopción para animales...

Tn entró a la habitación y pego un grito con una enorme sonrisa de emoción.

— ¡Feliz cumpleaños! — gritó mostrando el cupcake con la velita.

Sunoo estaba acomodando sus libros en el suelo por lo que dejó de hacerlo estando algo desconcertado por la sorpresa de Tn asique se levantó y caminó hacia Tn con una sonrisa incrédula.

— ¿Y esto? — preguntó viendo el cupcake y luego el perro.

— No sabía que era tu cumpleaños pero ahora que lo sé, te traje un.. — entrega el cupcake— cupcake para que pidas un deseo y un lindo compañero.

El perrito miraba a Sunoo con unos brillosos ojos que daban ternura, así provocando una pequeña sonrisa en los labios de Sunoo.

— ¿Adoptaste un perrito? — preguntó Sunoo alzando al perro con ternura.

— Adoptamos, también es tuyo. — contestó.

— ¿Tiene nombre?

— No, quería que tú le pusieras uno...

Sunoo acarició las orejas del perro y se quedó en silencio pensando un nombre que combinada con los tiernos ojos del perro.

— Me gusta Lino. — sonrió.

Tn sabía que Marcos estaba preparando medicamentos antiguos para tratar la leucemia de Sunoo asique solo se estaba adelantando en varios planes que había pensado junto a Sunoo.

— Una vez, comentaste sobre que tenías un perro pero que lastimosamente falleció. — Murmuró Tn agarrando el cupcake y volviendo a prender la velita.

— Asique pensé que si tenías una nueva mascota, tus días aquí serían mejores, además... Veo que tú mueble se rompió — comentó Tn observando los libros aún en el suelo.

— Oh... Si, los libros hacían mucho peso. — contestó Sunoo.

— ¿Mucho peso? — preguntó Tn con duda.

— Si, fue el peso...

𝐓𝐨𝐦𝐨𝐝𝐚𝐜𝐡𝐢 - 𝐊𝐢𝐦 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 & 𝐓𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora