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Tn salió del comedor del hospital hacia los pasillos principales de la entrada empezando a ver cómo entraban dos camillas con dos personas ensangrentadas.

Era un choque.

Se trataba de una mujer joven de al menos unos 22 años y un niño de 8.
La mujer tenía sus piernas destrozadas y en su estómago llevaba clavado un gran pedazo de vidrio, el niño tenía varios cortes por todo su cuerpo y uno de sus ojos estaba completamente cortado.

— ¡Tn ayúdame! — gritó Marcos junto con otros enfermeros.

Tn se ofreció como ayuda apesar de que todo fuera demasiado fuerte, corrieron con las canillas hacia una habitación sin dejar de oír los gritos del dolor de la madre y el lloriqueo del pequeño niño.

A mí, me tocó ayudar al niño...

Aquél niño inmediatamente fue a operación y desafortunadamente Tn estuvo a cargo de ello.

Habían sedado al niño, habían intentado desnudarlo en lo posible pero algunas prendas no lo permitían asique directamente tuvieron que cortar su ropa.
Tn comenzó a sacar lentamente cada vidrio mientras se aseguraba de que el pulso no subiera pero mientras más se acercaba a la zona de la cabeza, el pulso comenzaba a incrementar.

— El pulso está subiendo. — respondió Tn esperando a que otro enfermero se encargara de ello.

¿Dónde están los demás doctores? No puedo hacer una cirugía por mi cuenta...

Mientras más se acercaba la zona, más era la perdida de sangre, habían diferentes puntos... El primero se basaba en intentar hacer las cosas rápidas porque requería poder salvar la vida del pequeño pero sus riesgos eran la perdida de sangre, el shock que el paciente puede sufrir al despertar y el tiempo en tardanza para que deje de respirar.

Tn intentó sacar otro pedazo de vidrio percatandose de su leve temblor en las manos...

— Tn, llegué, ve a ayudar a Marcos. — contestó el doctor.

Tn sintió un pequeño alivio al saber que un doctor era más capaz que una enfermera y salió de la sala de operaciones para desechar su traje con sangre y caminar a paso veloz hasta el otro pasillo.

— ¡Tn! — gritó Marcos dentro del cuarto.

— ¡Ven a ayudarme ahora! — volvió a gritar con sus guantes repletos de sangre.

Tn no pudo ponerse las prendas obligatorias que había que tener dentro de aquel cuarto que simplemente fue a ayudar a Marcos a sostener el cuerpo de la mujer que había empezado a convulsionar.

— Marcos, su presión está empezando a bajar. — respondió Tn.

Sin embargo, la mujer dejó de convulsionar y a los segundos despertó expulsando sangre de sus labios, aquel líquido cayó por completo en el ambo de Tn.

— mantén presionado. — respondió Marcos aún cosiendo las heridas.

— ¿No deberíamos inyec-

— Se morirá si lo hago.

Esa fue la primer duda que tuve en una cirugía, claro estaba el hecho de que un doctor seguramente tenía mayor conocimiento que un simple enfermero como yo pero, ¿Hasta que punto debía aceptar las decisiones de ellos?

Fue tal momento donde entré en duda sobre si realmente no necesitaba una inyección esa mujer...

Pues, creía que su elección estaba mal y que realmente podría haber servido de ayuda.

Marcos apesar de que la mujer estuviera entrando en shock, comenzó a cortar la pierna derecha de la mujer llegando al punto dónde la mujer sostuvo lo más fuerte posible la muñeca de Tn al estar básicamente agonizando.

— ¡Marcos! — gritó Tn esperando ser escuchada.

Tn intentó alejar la cortadora pero lo único que provocó fue que pequeñas gotas de sangre cayeran en su rostro.

Nunca vió una cirugía menos poco higiénica que la que estaban viendo ahora sus ojos.

Tn cerró sus ojos aguantando el dolor del apretón hasta que la mujer de desvaneció con brusquedad en la camilla dando a entender que había dejado de respirar pero la mano aún seguía apretando la muñeca.

Tn, algo shockeada, separó sus manos con fuerza de la mujer fallecida y se alejó mirando lentamente la prenda de trabajo de Marcos cubierta de toda la sangre perdida, los restos de las piernas en una bandeja y la mujer completamente quieta en la helada camilla.

Mientras caminaba por el pasillo llamando la atención de alguno de sus compañeros de trabajo, pudo mirar como el doctor salía apenado de la otra operación.

¿El pequeño tampoco sobrevivió?

Tn se sentó en una de las bancas del pasillo y se quedó en silencio mirando un punto fijo.

Sus prendas estaban manchadas por dónde sea que vieras, sus manos estaban rojas de la sangre, en su rostro habían pequeñas gotas de sangre, su piel era más blanca de lo normal debido a la baja presión y un doloroso nudo hacia presencia en su garganta.

Marcos caminó por el pasillo con intenciones de ir a darle apoyo por la pérdida pero se quedó en una esquina observando como Sunoo tomaba el rostro de Tn sacando las manchas con delicadeza.

— déjame ayudarte... — Susurró Sunoo pasando paños húmedos por la mano de Tn.

Sunoo movió los mechones de cabello que estorbaban en el rostro de Tn y le aconsejó que se bañara en su habitación y que si quisiera, podía dormir con el.
La ayudó a pararse y la envolvió en un fuerte abrazo que solo dejaba escapar el pequeño llanto de culpa de Tn...

Mientras tanto, Marcos solo observaba.

𝐓𝐨𝐦𝐨𝐝𝐚𝐜𝐡𝐢 - 𝐊𝐢𝐦 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 & 𝐓𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora