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Día número 6.

Sunoo seguía manteniendo las reglas del autocuidado que le había dejado Marcos.

Pero claro, siempre haciendo ejercicio, duchándose y no comiendo lo que debería comer.

Estaba cuidandose pero de mal manera.

— ¿Saldrás? — preguntó Suny agarrando la bandeja vacía.

— Si, debo comprar algunas cosas. — contestó Sunoo colocando la correa a Lino.

— No deberías salir.

— estoy mejor, se cuidarme.

— Necesitas presencia de un capacitado en salud. — comentó Suny viendo la bandeja literalmente vacía, como si estuviera limpia.

— Estaré bien, además, comí bastante bien.

— Ya veo... — Susurró Suny con duda.

Sunoo se despidió normalmente de Suny y salió del hospital fingiendo ser un visitante más.
Sacó su teléfono y le tomó una foto a Lino que esperaba sentado a qué comenzara a caminar.

— Vamos a preparar una sorpresa y si quieres, luego iremos al parque. — contestó Sunoo con una sonrisa.

Sunoo comenzó a caminar hasta llegar al centro oficial de New York.

Entró a una tienda de telas y compró un mantel negro, luego consiguió velas en un súper que además compró algunos ingredientes de comida.
Le suplicaria a Suny poder entrar a la cocina para hacer una pequeña idea de la comida.

Suny podría probar de la comida y disgustar si estaba rico.

Hasta el momento, cargaba de 3 bolsas en una de sus manos mientras que con la otra, sostenía la correa del pequeño Lino que se limitaba a observar a su alrededor con una pequeña sonrisa.

Lino era alguien muy tranquilo, no había ladrado a nadie y cuando no podía entrar a una tienda, se quedaba en la puerta en compañía del guardia del local.

Supongo que estaba aprendiendo de Sunoo quien es una persona tranquila y observadora.

Sunoo fue a comprar una que otra cosa que faltaba, también sacó más dinero del banco hasta dar la vuelta y tomar rumbo para volver al hospital.

Sin embargo, no se sabía si era por el calor intenso, por el ruido molesto o porque no almorzó de que Sunoo había comenzado a sentirse débil.

Sus muñecas a causa del peso de la bolsa habían empezado a mostrar pequeñas punzadas de dolor, se sentía cansado y sus piernas estaban débiles.
Era como un dolor de huesos.

Caminó aún con Lino a su lado mientras enfocaba su mirada en el suelo para arrodillarse de golpe y caer al suelo queriendo sostenerse con una de las paredes del callejón al que se había metido.

— N-no... Agh... — Murmuró con dificultad.

Sus ojos podían ver perfectamente como caían gotas de sangre al suelo que venía de la nariz de Sunoo.

Sunoo cerró su puño contra el suelo al no poder respirar mientras que Lino había empezado a ladrar alarmando a las personas que estuvieran cerca de el.

— N-no otra vez... — Susurró Sunoo cerrando sus ojos con fuerza.

.        .        .

— No te entiendo. — contestó Tn a través de la llamada.

— Estoy bien.

— No me mientas, sé lo suficiente. — contestó Tn molesta.

— T-

— ¿Acaso crees que me hace sentir bien que Suny me llame informándome de que le das tú comida a Lino, que te escapas del hospital sin supervisión de un especializado en la salud y que además no cumplas con los cuidados que te dió Marcos? ¡Porfavor Sunoo!

Sunoo se quedó en silencio dando toda la razón a Tn.
Tampoco sabía que decir y menos supo que decir al oír a Tn a través de la llamada empezar a llorar.

— ¿Estás llorando? — preguntó Sunoo.

— quiero asegurarme de que te cuides, suficiente tengo aquí... Trabajar con Marcos es tedioso, ver a miles de niños que viven el último segundo de sus vidas sin saber que morirán, los pacientes aquí son graves y las horas de trabajo son tan duras que es realmente estresante y frustrante no poder tener un día de descanso. — Murmuró Tn.

— Asique porfavor, realmente quiero que te cuides...

Sunoo se quedó en silencio arrepentido por lo que había hecho durante estos 6 días y se disculpó.

— Lo lamento, tienes razón...

— Haré lo posible para llegar antes de las 2 semanas... — contestó Tn tratando de evadir el tema. — asique cuídate, llámame cuando sea necesario porque te llamaré las veces que esté libre, ¿Si?

— lo entiendo — Murmuró Sunoo mirando a Lino. — Lino te extraña.

— también yo... — respondió Tn riéndo apenada.

— Yo también te extraño. — contestó Sunoo.

𝐓𝐨𝐦𝐨𝐝𝐚𝐜𝐡𝐢 - 𝐊𝐢𝐦 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 & 𝐓𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora