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A la mañana siguiente, comenzó lo esperado.

Sunoo se preparó mentalmente para cualquier cosa que pudiera surgir, ya sabemos de lo que se trata.

El día de Sunoo comenzó a las 9 de la mañana, se levantó, se arregló un poco y con el mismo uniforme de paciente salió en busca de Tn con la intención de regalarle las flores dónde contenían la pequeña invitación a la cita.

— Hoy será un gran día. — Murmuró Sunoo mientras caminaba junto con Lino. — ¿No crees?

Era impresionante el cariño y respeto que Lino le había agarrado a Sunoo.
Lino no lo molestaba en absoluto, siempre quería dormir con Sunoo, salir con Sunoo y lo acompañaba a todas partes estando pendiente de lo que hacía.

Lino había agarrado un fuerte amor por su fiel compañero.

Llegaron a la sala donde estaba trabajando Tn y Sunoo se acercó ofreciendo las flores.

— Buenos dias. — contestó sonriendo..

— oh... ¿Para mí? — preguntó Tn asombrada.

— Si, te invito a una cita. — contestó Sunoo ignorando las miradas embobadas de las compañeras de trabajo de Tn.

Tn intentó hablar pero Sunoo se fue dejando las palabras en la boca de Tn.

— ¡¿Es tu novio?! — preguntó una compañera.

— Aún no... — Susurró Tn con una pequeña sonrisa leyendo la invitación.

Sunoo corrió a su habitación donde empezó a tachar en su lista todas las cosas que iba cumpliendo para el desarrollo de la cita.

Por suerte, Sunoo era un chico muy tranquilo... Creo.

Las horas pasaron y el reloj marcó las 7 en punto.

Mientras tanto, Sunoo estaba peinando su cabello para empezar a abrochar los botones de su camisa con lentitud.

— todo va a salir bien... — Susurró Sunoo con una pequeña sonrisa de nerviosismo.

— Ella dirá que si, aceptará. — contestó.

Sin embargo, mientras Sunoo se miraba al espejo, de su nariz comenzó a salir una gran cantidad de sangre.
Cómo el primer día que se encontró a Tn en la puerta de su habitación...

Sunoo agachó su cabeza al lavamanos y comenzó a pasar sus dedos por su boca que estaba manchada de sangre.

— agh... Mierda... No puede ser hoy. — contestó con molestia.

Apesar de que Sunoo creyera que era el único en la habitación, no era cierto.
Marcos había entrado segundos antes con la intención de controlar los medicamentos de Sunoo pero solo se había topado con la clara imagen de como su nariz no paraba de sangrar continuamente.

Sunoo levantó la cabeza observando su nariz para luego desviar la mirada a Marcos quien estaba completamente quieto mirando todo.

— ¿Tú? — preguntó Sunoo.

— Supongo que no quieres que Tn sepa de esto.

Sunoo tomó un pedazo de papel y lo colocó en su nariz mientras se giraba viendo a Marcos.

— No arruines las cosas. — advirtió Sunoo.

— Dime, Sunoo. Durante estas dos semanas que no estuve en tu control, ¿Los vomitos han frenado? ¿Tus dolores de cabeza? O al menos tus defensas han mejorado?

— Si.

— Mientes. — contestó.

Sunoo permaneció en silencio.

— No veo mejoras en ti, tn quedará devastada una vez lo sepa.

— ¿Le dirás? — preguntó Sunoo con cierta preocupación.

— Debería.

Sunoo tomó distancia y apoyó su espalda en el lavamanos.

— Pero verla con una sonrisa al recibir esa invitación me hizo dudar de arruinar su día.

Sunoo volvió a quedarse en silencio y apretó sus puños aguantando cualquier comentario.

Marcos había ganado lo que sea que fuera y Sunoo había perdido ante su argumento.

— Asique hazme un favor, no arruines su día y hazla feliz hasta el último segundo de tu miserable vida. — contestó Marcos caminando hacia la puerta.

— Porque sé con quién realmente es feliz. — Susurró para abandonar la habitación.

𝐓𝐨𝐦𝐨𝐝𝐚𝐜𝐡𝐢 - 𝐊𝐢𝐦 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 & 𝐓𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora