Nunca Pensé Que Sería Yo Quien Te Salvaría De La Oscuridad

3.2K 326 9
                                    

No pude evitar darme la vuelta, para comprobar si quien produjo ese sonido se encontraba detrás de nosotras... Y claro, que tuvo que ser así. Nada más dármela recibí un golpe bastante fuerte en la parte de mi cuello. Haciendo que me mordiese el labio superior.
Sentí como mi boca se llenó de sangre y como con el golpe logró desconcentrarme del escudo. Melody me guiñó el ojo, diciéndome que ella lo tenía todo bajo control.
Los soldados de Tristan se expartieron por el campo de batalla, atacando a los enemigos, aprovechando que están bajo la protección de Melody. Perdí de vista a los vampiros, pero algo en mié decía que estaban bien... Que notaría el sí les hubiese pasado algo. A lo lejos pude ver que los aliados de Tristan y al mismo tiempo míos, atacaban por detrás a las bestias oscuras. Diría que incluso los miembros del Parlamento que nos traicionaron estaban cayendo poco a poco... Uno a uno.

Furiosa miré a Bethany, estaba divertida por la situación, no dejaba de sonreír y de ponerse en guardia, apuntando contra mi una daga. En ese momento me di cuenta de que yo no cogí ninguna arma, de que no tenía con lo que defenderme... Sólo se me ofrecía la opción de protegerme con las manos.

-Esto será el mejor duelo de mi vida.- comentó con una risa maligna e intentó hacerme un corte con la fina hoja. -Me acabarás suplicando que no te mate.- añadió y de manera violenta se acercó a mi, pero gracias a dios mis reflejos me permitieron esquivarla.

-Yo no suplico, hago que me supliquen.- gruñí y sentí como alguien por detrás rozó mi espalda con la suya, logrando que me quedase por unos instantes paralizada.

-Que sexy sonó eso.- comentó la voz clara de Tristan, quitándome un peso enorme de encima. Sin que me diese cuenta, cogió de una de mis manos y en ella me metió una pequeña daga. -Intenta que no te maten, yo tengo compañía.- me aconsejó y se despegó de mi espalda.

Observé extrañada la pequeña daga, quizás si me hubiese dado una pistola le habría dado las gracias, pero de esta forma, no estaba muy segura de si sabría usarla. Bethany sin ninguna clase de aviso, volvió a lanzarse hacia mi, haciendo movimientos brutos con la mano derecha.

Retrocedí unos pequeños pasos hasta, ver que si lo seguía haciendo, lo único que mostraría es cobardía. No se me ocurrió otra cosa que hacer, sólo tirarla hacia ella. Bethany con la mano derecha la paró y tiró de lado, dejándola caer entre la hierba.

-Fallaste, pero buen intento.- sonrió mostrandome sus dientes y dando unos pasos firmes y elegantes hacia mi. -Que pena que no puedas ver mi coronación, me parte el corazón.- añadió y se quedó mirándome con sus ojos rojizos. Con la intención de parecer aun más oscura y fría, por la hoja de la daga.

Antes de que Bethany hiciese algún otro movimiento, alguien por detrás la atacó. Logrando que la parte de su pecho comenzase a soltar gotas de sangre y a mancharle la ropa que llevaba puesta. Dió un pequeño grito, que solamente oyeron lo que estaban cerca de nosotros. Comenzó a perder el equilibrio hasta quedarse de rodillas en la hierba.

Quien la había atacado fue Jack. Sus ojos anaranjados se clavaron en mi y sin dudarlo hizo unos pasos firmes peque cortaron la distancia que nos separaba.

-Me alegro tanto de que estés bien.- dijo con la respiración agitada.

-¿Ah, si? Raro que cuando quería buscar los Artilugios no lo estabas.- levanté la voz y me acerqué a él, sintiendo como la rabia quería tomar el control sobre mi.

-Lo estuve siempre, pero empecé a tener la sensación de que te quieres librar de mi.- comenzó a defenderse, quedándose apoyado sobre un árbol.

Durante unos instantes no le respondí, ya que me quedé observando lo que me rodeaba. El escudo que había creado con Melody desapareció, dejando que todos fuesen más fáciles de derrotar. No me esperaba verla en medio combate, ya que a sus contrincantes los cegaba con una luz y Scott aprovechaba para acabar con ellos.

Just My Destiny (Libro 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora