*** Juliet ***
Me quedé de piedra no me atrevía a hacer ningún movimiento... de momento.
Él hombre desconocido paso a estar delante de mi. Era un chico rubio con cara de niño bueno... aunque creo que eso es lo único de bueno que había en él.
-- ¿Quién eres? -- pregunté con la voz firme y levanté la mirada hacia él. En su rostro apareció una sonrisa.
-- Soy tú peor pesadilla, princesita. -- me guiñó el ojo y dio un paso hacia mi. Nada más hacerlo sentí un inmenso dolor en la cabeza. Cuando miré hacia las paredes vi que estaban llenas de sangre, lo que me hizo retroceder.
Es sólo una ilusión... Es sólo una ilusión... Vamos Juliet, calmate y reacciona. -- intentaba darme ánimos a mi misma.
Nada más dar el chico otro paso, me volví a poner recta. Cuando miré hacia las paredes del Castillo vi que eran como antes. Él se quedó sorprendido, pero en su rostro no tardó en aparecer una sonrisa.
Del cinturón que tenía puesto se sacó tres dagas que lanzó directamente hacia mi... pero que antes de poder acercarse y cortarme se quedaron flotando en el aire hasta que cayeron al suelo.
-- ¡¿Pero que?! Se supone que tú no deberías de tan fuerte. -- gruñó molesto.
-- Largate de mi Castillo. -- dije con poca paciencia. Él sonrió y negó con la cabeza. Hizo un gesto con la mano haciendo así que me elevase en el aire. Sentía una presión en el cuello que me impedía el respirar.
*** Jack ***
Llegamos al sitio donde de encontraba la Musa de la que me habló la que me guiaba. Estaba junto a un lago esperando a que viniesemos.
-- Hola Jack. Siento que tengas que estar aquí a través de una mentira... pero era necesario. -- empezó la Musa que cuidaba del Archivo Secreto. Con un gesto indicó que nos dejase solos.
-- Entiendo su preocupación... pero ahora mismo he dejado a la princesa sola... Es normal que sintáis que está en peligro. -- murmuré molesto.
Ella se puso detrás de la oreja un mechón de pelo azul y me miró a los ojos.
-- En nuestro Archivo a aparecido esto. -- ignoró lo que le había dicho y me pasó un libro... Concretamente... el mismo libro que tenía en el Castillo ybque contenía La Profecía.
-- Pero si esto es... -- me había quedado sin palabras... Los libros no aparecen por si mismos.
-- Es el antiguo libro que contiene Las Profecías relacionadas con todos los Reyes del Castillo. -- completó la Musa. -- Para las Musas es algo imposible de leer... Ya que desconocemos los idiomas en los que está escrito. -- añadió y me miró.
-- No entiendo como a podido aparecer aquí. -- suspiré sorprendido.
-- Pero hay un apartado que si conocemos... -- añadió. Me quedé Paralizado y la miré directamente a los ojos.
-- ¿Cuál? -- pregunté.
-- Incluso una guerra ganada es solo dolor, miedo y desesperación. -- citó lo que vio.
-- ¿Eso es todo? -- la verdad es que esperaba algo más... no sólo una frase.
-- Me temo que si Jack. Ahora... deberías volver al Castillo. No es bueno dejar a la princesa sola. -- acepté con la cabeza y ella con un gesto hizo que apareciera de nuevo en el castillo.
Oí unos ruidos bastante sospechosos... así que decidí no hacer mucho ruido a la hora de ir a comprobar de que se trataba.
-- ¿Dónde está el libro con La Profecía? -- dijo una voz masculina. Vi que estaba delante de Juliet, tenía los brazos cruzados y observaba la resistencia que ponía Juliet.
-- No sé de qué me hablas. -- respondió Juliet con poco aire.
-- ¿Ah no? Tus amigos te ocultan tú destino... Eso no es muy bueno. -- suspiró el chico. -- ¿O tú me ocultas lo que sabes? -- añadió y con un gesto hizo que la presión que sentía Juliet fuera más fuerte.
En ese momento me acerqué a ellos y sin que el chico se diese cuenta le lance tres dagas. Dio un grito de dolor y Juliet cayó al suelo, cogiendo aire.
-- No estarán aquí siempre para protegerte. -- gruñó y cuando se sacó la última daga que tenía clavada desapareció.
Fui corriendo hacia ella y le di un abrazo.
-- ¿Cómo te sientes? -- pregunté preocupado.
-- ¿Por qué me la habéis ocultado? -- preguntó ella ignorando... más bien evitando la pregunta que le hice yo. Me quedé de piedra.
-- ¿La viste? -- ella aceptó con la cabeza y yo me fijé en que no había cerrado bien mi habitación.
-- No estábamos seguros de si hablaba de ti... -- respondí y la miré a los ojos.
-- ¿Qué ha pasado aquí? -- preguntó una tercera voz. Cuando los dos miramos en la dirección de la que venía, vimos que eran Scott y Max.
-- ¿Dónde están Alex y Dante? -- preguntó Juliet.
-- El Parlamento los a aceptado para que formen parte de el... -- respondió Max y bajó la mirada.
-- Vino una Musa para mostrarme otra parte de La Profecía y mientras a Juliet la atacaron. -- respondí a la pregunta de Scott.
-- Jack... Ehem... Juliet... -- suspiró de forma incomprendida Scott.
-- Sabe lo de La Profecía. -- expliqué. Los dos se quedaron de piedra.
-- ¿Cómo es la tercera parte? -- me miró Juliet a los ojos. La ayudé a levantarse del suelo.
-- ¿Y si vamos a un sitio mejor iluminado? -- ofreció Max. Todos nos habíamos puesto de acuerdo en ello y nos dirigimos a la biblioteca.
*** Alex ***
-- Bueno, aunque estéis aquí de prueba formáis parte del Parlamento. Mañana empezaremos con vuestro entrenamiento. Más os vale ser puntuales. -- dijo una de las chicas del grupo sospechoso... Por si fuese Poco el que teniamos que estar ahí de forma 'obligada'.
Ella era uno de nuestros entrenadores. Dante no estaba de acuerdo... incluso quería irse de ahí y volver al Castillo... pero si hacíamos eso... No sólo nos podríamos en peligro a nosotros... si no a Juliet, al Castillo y a sus amigos... Por aún no haberles borrado los recuerdos.
-- ¿Alex... de verdad que ya no quieres a mi hermana? --
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Just My Destiny (Libro 3)
VampireLas últimas esperanzas que tenía de volver a la vida normal han desaparecido. Ahora que he vuelto de la Nada, tengo que aprender a gobernar un reino... El reino de la Oscuridad. ¿De verdad es este mi único destino? ¿La única opción que me queda? M...