Un Sospechoso, Un Secreto, Un Objetivo

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– Emm... Pues... Estamos. – tartamudeo Scott nervioso y me miró a mi, esperando a que le diese yo algún consejo o algo. Lo único que consiguió fue ponerme nerviosa a mi también. No sabía que decirle o como reccionar a la aparición de Jack. 

– Estabamos informando a Juliet de cual es la situación y que plan tenemos para ir a buscar el siguiente Artilugio. – respondió con naturalidad Max. 

– Max siempre fue bueno disimulando. – me comento Alex. 

– Ya veo. ¿Qué habéis descubierto? – preguntó mientras si mirada se quedó fijamente observando el mapa. 

– No es que descubiresemos algo, solo le contabamos a Juliet lo que sabemos. – repitió Max sintiéndose ignorado por Jack. 

 –  Podriais haberme dejado a mi que se lo dijese cuando fuese el momento oportuno. –  suspiro Jack y dio unos pasos hacia la mesa, para poder ver el mapa desde otro ángulo. 

–  No sabíamos cuando ibas a vovler, por eso decidimos decirselo nosotros. Somos sus amigos y sabemos que palabras usar con ella. –  se metió en la conversación Scott, ya más tranquilo, hablando de mi como si no me encontrase en la habitación. 

–  ¿Son cosas mías o os habéis puesto todos en contra de mi? –  sonrió para dejar claro que estaba bromeando. 

–  No sabes las ganas que tengo de... –  gruňo Alex haciendo que sienta un inmenso dolor en mi cabeza. 

– Pues intenta controlarte. –  le pedí susurrando para que los demás no se diesen cuenta de que había dicho algo, pero fue todo lo contrario. Jack se quedó mirándome extraňado, Scott y Max intercambiaron miradas y fingieron que no habían oído nada. 

– ¿No estaréis pensando en que venga a buscar la Rosa ella también? Mirad el estado en el que esta. – suspiró Jack, intentando hacer que entren en razón. Mientras me miraba de los pies a lca cabeza, para analizar mejor mi estado. 

– Creo soy quien mejor sabe como esta. – me metí en la conversación mientras guardaba el mapa. 

– No es por mal, querida, sólo me preocupo por ti. – murmuró e intercambió la mirada conmigo. 

– Hemos estado hablando las cosas con los chicos... Tú conoces este castillo muy bien. – el extraňado asintió y dejó que siguiese hablando. – Aparte de que después de lo que has hecho no sé si confiar en ti. Mira que esconder la daga en un sitio que solo tu conoces. ¿En qué pensabas? – pregunté y para provocarle empecé a jugar con la carta pasándola entre mis dedos. Su mirada se volvió insegura, la confianza que tenía en si mismo, por unos instantes se rompió. En su rostro pareció una expresión de shock, que intentaba esconder, pero no lo logró. Tragó saliva y apartó la mirada de mi sin dar ninguna respuesta, ni siquiera intentó defenderse de la acusación que le había echado encima. 

Esperé unos segundos para ver si era capaz de decir algo, pero al ver que no aprovechó esa oportunidad seguí aclarandole el plan que había hecho a sus espaldas con Alex. 

– ¿No vas a decirme nada? – pregunté sabiendo que no me daría ninguna respuesta. 

– Lo hacia para protegerte. No sé como no te has dado cuenta de ello. – puso como excusa sin levantar la mirada hacia mi. 

– En lo único que te has convertido para mi es un sujeto sospechoso que anda por el castillo. – gruñí molesta por cada palabra que soltaba de su boca.

– Esa es y siempre fue la única razón. – murmuró casi susurrando.

– ¿Ah, si? ¿Y por qué te empeñas tanto en ir a por la Rosa? ¿De que nos servirá a nosotros tenerla? – le llené de preguntas. – He decidido que iremos a por ella, ya que leí sobre las cosas que se pueden lograr con ella. ¿Y a que no sabes que? Tu te quedarás aquí cuidando del castillo, ya que lo conoces tan bien. Quizás si te esfuerzas, logre confiar en ti de nuevo. – sonreí y note como en su rostro empezaron a aparecer rastros de rabia.

Just My Destiny (Libro 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora