Just My Destiny (Libro 3)

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*** Jack ***

Los cuatro que se habían ido, habían vuelto. Habían abierto la puerta dando un portazo. Se quedaron mirandome y luego hicieron como si no estuviese ahí. Me quedé un poco extrañado al ver que estaban llenos de humo y que algunas partes de sus capas y ropa estaban quemadas.

- " Esa maldita princesita a aprendido rápido a usar sus estúpidos poderes. " - gruñó la chica rubia, mientras dio unos tosidos.

- " Pero al igual que decía la profecía... ' Si tiene responsabilidad sobre sus actos se demostrará, de lo contrario ella será la que se destruirá. ' " - citó el chico de pelo castaño.

Me quedé algo sorprendido... ¿Desde cuando había una profecía?

Seguí escuchando la conversación para poder conseguir cuanta más información posible.

- " Al menos... Ahora arde en el infierno. " - sonrió la chica pelirroja.

- " Menudo cambio de humor Stormy. " - le dio con el codo el chico de pelo rubio.

- " ¿ Entonces, la habéis encontrado? " - pregunté con una voz firme para esconder mi impresión.

- " Si, eso es. Y la asamos. " - respondió la chica rubia.

- " Menudo dúo, Stormy y Nataly... No las podemos dejar solas jugar de esa forma. Eh, Jacob? " - rió el chico de pelo castaño.

- " Entonces, según las órdenes del Parlamento. Ahora soy vuesyro fiel servidor. " - dije sorprendido, pero firme.

Todos intercambiaron miradas extrañados y aún más sorprendidos.

- " ¿ Entonces, por eso no nos dijiste donde estaba? Por ordenes, eh? " - sonrió Stormy.

- " Recibí esas ordenes del Parlamento. Os haría una reverencia. Pero encadenado a una silla es difícil... " - dije y levanté la mirada hacia ellos.

- " ¿ No estaréis pensando en soltarle, verdad? " - Preguntó el chico de pelo castaño.

- " Vamos, a dónde iría? Le tenemos rodeado Simón. " - suspiró Nataly aburrida.

- " Si pasa algo, es culpa vuestra. " - gruñó Simón y cruzó los brazos. Al parecer era al único que no le parecía bien la idea de quitarme las cadenas. Una de las chicas, no me fije cual... había dado un chasquido con los dedos. Las cadenas en ese momento desaparecieron. Sólo me quedaban marcas de ellas en la piel y en las muñecas me habían hecho casi sangre.

Me levanté de la silla, me estire y luego me acerqué hacia Stormy y Nataly.

Les hice una reverencia a ambas. Primero a Stormy. La cogí de la mano derecha y le di un beso en ella.

- " Mi alteza. " - susurré. Ella sonrió, le gustaba que la tratasen de esa forma.

Lo mismo hice con Nataly, ella se puso roja nada más coger su mano.

- " ¿ Veis cómo es buen chico? " - le sacó la lengua Stormy a los dos chicos.

Ellos dieron un suspiro.

- " Muy bien, teníais razón. " - gruñó Jacob.

Yo sonreí y aproveche ese instante para iluminar la habitación y cegarlos. Todos dieron un grito y empezaron a chocar unos con otros. Cogí unas cadenas que habían en el suelo y los até con ellas. Cerré la puerta de esa pequeña mazmorra donde me tenían metido y nada mas hacerlo decidido empecé a teletransportarme para llegar cuanto antes Castillo.