ADVERTENCIA.
El siguiente capítulo incluye contenido sexual.
El aspecto de los personajes nombrados a continuación está estrictamente determinado por la imaginación del lector.
. . .
❝Probablemente aún te adoro con tus manos alrededor de mi cuello. O lo hacía la última vez que lo comprobé.❞
505 - Arctic Monkeys.
En la cima de una montaña, atravesando la frondosidad del bosque, se halla oculto un templo.
Sus cimientos están conectados directamente a la vitalidad del Dios allí adorado. Junto a él los débiles pilares evolucionaron en gruesas columnas de la más fuerte madera, el rojo de sus arcos se volvió brillante y su interior jamás vería la oscuridad de nuevo.
Sukuna cruzó la entrada principal del santuario. Allí dentro vio a una criatura seráfica dormitar sobre la montaña de cráneos coronada por su trono.
Oh, cuán amargo sabía ese "su". Amargo y mentiroso. Porque ese trono había dejado de ser suyo bastante tiempo atrás y ahora le pertenecía puramente a él.
El asiento era lo suficientemente grande para albergar con comodidad la parte superior de su cuerpo, mientras uno de los apoyabrazos sostenía sus rodillas desnudas en lo alto y dejaba caer grácilmente sus pies al vacío.
Sukuna dejó su lanza a un lado de la entrada y, con la devoción de un fiel creyente, precisó un momento para venerar la imagen proyectada frente a él.
¿Sería impulsivo asesinar a mil seres humanos, con su carne saciar el apetito de una Maldición Grulla y traer de entre los muertos a Miguel Ángel solo para recalcarle que la belleza de sus esculturas palidecía ante la existencia del hombre allí postrado?
¿Sería impulsivo, se preguntó, devastar un país entero y revivir a los eruditos de la antigua Grecia para advertirles que la tan buscada perfección no radicaba en la proporción áurea, sino en el ángulo del empeine de un ser humano que nacería varios milenios después?
No, no lo sería. Pero saberse como el único a lo largo de toda la historia conocedor de esos secretos lo reconfortó.
Bastó desearlo para que Megumi despertara. Su alma reaccionó ante la presencia muy bien conocida cual rompecabezas siendo completado con la llegada del Rey.
El joven lentamente se incorporó sobre el trono. Ryomen Sukuna estaba convencido de que la forma en la que el kimono negro resbaló por sus hombros era una ofrenda de alguna existencia superior que desconocía.
—Estaba esperando por ti —dijo Fushiguro.
Las cejas de Sukuna se arquearon hacia arriba.
—¿Extrañabas mi presencia o me necesitabas para algo en especial?
Justo como Megumi le confesó hacerlo con sus sonrisas, Sukuna disfrutaba admirar y clasificar la amplia gama de sus miradas.
En ocasiones el color de sus ojos parecía haber sido extraído de la fosa más profunda del océano. Un azul oscuro, frío, comprimido, vocero de su malestar cuando el rumbo de las cosas no se adecuaba a sus expectativas.
Otras veces era increíblemente similar al firmamento nocturno. Un azul tranquilo e incluso apacible cuyo brillo natural simulaba la luz de las estrellas. Esta mirada insinuaba comodidad y bienestar en su estado más puro.
Luego estaba, personalmente su favorito, el azul hirviente. Abrasador, afrodisíaco, únicamente comparable con la raíz del fuego al mezclarse con el oxígeno.
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Waltz for Sukuna | Jujutsu Kaisen
FanfictionTras la pérdida de sus compañeros en el incidente de Shibuya, Fushiguro Megumi debe someterse a una evaluación psicológica antes de retomar sus deberes como hechicero. En orden de cumplir con las exigencias de Gojo, Megumi acude al consultorio Ryom...