Después de pasar toda la tarde con Steve y su hermana, ambas fueron dejadas hasta la entrada de su casa por el primero, quien se despidió de ambas y se dirigió a su casa. Rachel podía sentir algo diferente en su hermana, en la forma en la que estaba sonriendo, se veía casi hasta falsa.
—¿Qué tienes? —preguntó de repente Rachel, antes de que la menor se fuera a su habitación
—Nada
—Rob, —hizo una pausa—Sí es por Billy, entonces ya no estaré cerca de él.
—No es por él, de hecho, me agrada que se hablen. Hay que admitirlo, es muy guapo, y creo que se vería bien contigo si es que te estas interesando en él de esa forma, porque imagínate los bebés que tendrían, serian preciosos, y yo sería la tía mas feliz del mundo, junto a Max, lo cual lo hace todo solamente más perfecto. Si me preguntas, tienes todo mi permiso para acostarte con Billy.
Rachel se quedó callada, mirando a su hermana con confusión. No sabía de donde había salido todo eso, ni siquiera le había dicho si Billy le parecía guapo o no
—Ni siquiera dije nada sobre si Billy me parecía guapo o no. ¿Qué es, Rob?, ¿Cuál es el problema?, porque queda claro que él no es.
—¿Con quien te vas a acostar? —Emma Buckley apareció en la sala con esa pregunta, mirando fijamente a su hija mayor, con una mirada fría y desaprobatoria—Si te dejo estar aquí es porque eres mi hija me guste o no, pero que vengas a ser una prostituta aquí es diferente.
Rachel miro para el lado contrario, ¿ahora ese iba a ser el insulto?. Robin abrió los ojos con sorpresa y luego los cerró con fuerza, sintiendo la culpa por haberlo mencionado.
Emma exhalo con indignación y algo de burla; —No sabía que ahora te dedicabas a eso, no me sorprende, después de todo, ¿cómo conseguías dinero en el maldito lugar en donde estabas?...—
—No, —la interrumpió—No me prostituyo, tengo un trabajo, un buen trabajo, ¿sabes que es eso o quieres que te lo expliqué?
El rostro de Emma se puso rojo de inmediato y camino con rapidez, quitando de un empujón a Robin de en medio. Rachel ya sabia que venía, lo recordaba a la perfección, apretó la mandíbula y se preparó para lo que venía, una bofetada en la mejilla, lo suficientemente fuerte para hacerla girar la cabeza para el lado derecho
—No me hables de esa forma de nuevo, Rachel Buckley. Soy tu madre, a pesar de todo.
—Y yo desearía que no lo fueras, Emma.
Otra bofetada en la misma mejilla se hizo presente, Robin miraba hacia la pared, tratando de aguantar las lagrimas retenidas en sus ojos, pero Rachel no lloraba.
—Cállate de una maldita vez
—Me sorprendía que no me hayas recibido así desde que atravesé la puerta de la entrada. Es bueno saber que las malas costumbres siguen presentes.
—¡Vete de mi casa!, ¡ahora!
Rachel miró a su hermana menor, que estaba aterrorizada mirando la escena, negó en dirección a su hermana mayor, pidiéndole que no se fuera. Rachel tomó la chaqueta de mezclilla que había dejado en el sofá y luego miró a su mamá
—Sí le tocas un cabello a Robin, te voy a meter a la cárcel
—A Robin nunca la he golpeado, ella no pide los golpes a gritos como tú, necesitas un castigo para que vuelvas a ser una niña decente. No sé como creí que todavía lo eras, California te llevó por otro camino, Rachel
—No. California me salvó la vida, estar lejos de ti me salvó la vida.
No dejo que Emma contestara y salió por la puerta por la que no hace más de treinta minutos había entrado. No le importaba, California había sido malo los primeros tres meses, era difícil y tuvo que aprender a estar sola, pero también le había quitado tanto miedo, a la muerte tenia años que no le temía, y no iba a empezar a hacerlo ahora.
—No debiste, mamá.
—Lo hice, y ya no importa —contestó de mala gana—Y si nos quiere abandonar de nuevo, pues que lo haga
—Ya hablamos de esto, Rachel necesita que le muestres que la quieres...—
—No, tú quieres que se lo demuestre para que se quede aquí, con nosotras. —la interrumpió, Emma tragó y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas—Ambas sabemos que no quiere estar aquí, la estoy ayudando a que vuelva a tener el coraje de irse
—No lo hagas, podemos estar bien las tres y ella irse de nuevo, mi hermana necesita que le muestres que sí cambiaste y que sí la quieres. ¿Recuerdas todas esas veces que cuando llamaba para hablar con nosotras, no dejabas de llorar toda la noche, culpándote de que se haya ido y no pudiendo hablar con ella por lo mismo?. Arréglalo, mamá, puedes hacerlo ahora o ya no lo vas a poder hacer nunca.
Emma se quedó callada unos momentos, y se tapo el rostro con las manos, empezando a sollozar. Lo sabía, sabía que no podía dejar de arruinar las cosas con su hija mayor, pero por más que intentaba no tener coraje hacia ella, no podía, y ni siquiera sabia si era coraje, porque era una mezcla de muchos sentimientos diferentes que se proyectaban cada que la veía.
Robin se acercó a su madre y la abrazó con fuerza, sí alguien justificaba a su mamá por hacer cosas como las que acababa de hacer, era ella.
—La ofendiste y la lastimaste —murmuró Robin, haciéndola sollozar aún más
—Lo sé, sé que mi hija no es ninguna prostituta, pero a la vez siento que no la conozco. Tenia casi tres años sin escuchar su voz o ver su cara. Y no sé como me siento, Rob. Sé que soy una terrible persona.
—Puedes arreglarlo, mamá. Rachel te va a perdonar con el tiempo, lo sé.
Por otro lado, estaba Rachel en una pequeña plaza, sentada en una banca y pensando en donde mierda iba a pasar la noche, si sentada en la banca o si tendría que regresar a casa, aunque ya no sabía el camino de regreso.
—¿Rachel? —escuchó que la nombraron y unos pasos acercándose, giró a ver quien era
—¿Dustin?
—Hola, ¿estas bien?
—Sí, lo estoy. ¿Qué haces aquí?
—Bueno, ya me voy a mi casa. Eddie me va a llevar, ¿quieres que te llevemos?. ¡Eddie!
El mayor se acercó a paso rápido en cuanto escucho al menor llamarlo, y se sorprendió al ver a Rachel en el lugar
—Hey, ¿estas bien?
—Sí, gracias.
—¿Podemos llevarla a su casa? —preguntó Dustin y Eddie asintió, sabiendo que algo andaba mal con la chica frente a él.
Los tres subieron a la camioneta de Eddie, y en silencio dejaron a Dustin en su casa primero.
—¿Debería llamar a Robin?
—No, gracias.
—¡Adiós, te veo mañana! —se despidió el mayor del menor, por la ventana.
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Rachel Buckley.
FanfictionCuando la hermana mayor de Robin, Rachel Buckley, regresa a Hawkins, y Billy Hargrove queda irremediablemente atraído por ella. Pero no era el único en sentirse de esa forma. -Contenido sexual y explícito. -Traumas. -Violencia.