—Hola—saludó el de cabellera larga, hacia la mayor de las Buckley, que apenas salía del local. Giro a verlo y le sonrió con amabilidad, tensándose ligeramente.
No quería que lo malinterpretara, le caía muy bien y estaba muy agradecida con él, y bueno, lo que había pasado fue de lo mejor que le había pasado a Rachel en un encuentro sexual, y también estaba internamente agradecida por eso.
Pero tampoco podía dejar de pensar en ella misma, inconscientemente imaginando que era Billy en su lugar, y no creía que fuera lo mejor, o que fuera justo para Eddie.
Y ahora se sentía estancada.
—¿Cómo estas?—cuestionó Rachel, tratando de que sonara lo más amable posible y sin cruzar esa línea. No era mucho de sexo casual, y le daba miedo que Eddie creyera que esto iba a futuro, cuando la realidad es que ni ella sabia que estaba pasando. Rachel solo quería irse de Hawkins.
—Bien, gracias—murmuró Eddie, con una pequeña sonrisa coqueta. Rachel tragó, le gustaba mucho la sonrisa de Munson, era muy bonita y le gustaba el brillo en sus ojos, era divertido y muy amable.—¿Cómo estás tú, Buckley?
Después de decirlo, se acercó de un paso largo hacia Rachel, quien le daba la espalda, aún cerrando su lugar de trabajo. Rachel sintió su cuerpo pegado a su espalda, lo escucho respirar muy cerca de su cuello y cerró los ojos, nerviosa.
Eddie se agacho para poder quedar cerca de su cuello, de la nuca, para ser específicos, respiraba lento y controlado, se acercó aun más, haciendo para atrás el cabello color miel de la segunda Buckley con los dedos y dejando un pequeño beso en el costado de su cuello. Rachel no sabía como reaccionar
—Eddie...—murmuró, sin querer mirarlo. Estaba confundida, necesitaba algo de tiempo para ella misma, o tal vez simplemente lejos de Eddie. No quería hacerle esto, sabia que era un buen chico, que era guapísimo y probablemente todo lo que ella quería y merecía, pero no podía sacarse de la cabeza al rubio con sonrisa coqueta y ojos azules.
—¿Mmhm?
—¿Qué haces?—cuestionó, con la esperanza de que el se alejara. No quería hacer algo de nuevo y no poder pensar en él mientras pasaba, sentía que era algo que Eddie no le haría.
—¿Qué?—murmuró confundido, dando un paso corto para atrás.—Lo siento, creí que estaba bien que lo hiciera
—No, quiero decir, esta bien.—balbuceó. No quería decir nada. No sabía que debía hacer.—Es solo que estoy cansada
—Sí, entiendo.—asintió y miró para otro lado, metiendo las manos en los bolsillos traseros de su pantalón—¿Quieres algo para eso?, tengo un poco de marihuana, o unas pastillas...—
—No, gracias. Yo no me drogo.
—Uhm—se arrepintió de haberlo dicho, normalmente no ofrecía drogas tampoco, pero quería hacer algo por ella—¿Quieres un helado?
Rachel miro su sonrisa, esa era misma sonrisa de siempre, con los hoyuelos haciéndose presentes y luciendo tan tierno. No podía hacerlo, no si estaba pensando en que quería que fuera alguien más.
—Quiero irme a casa, lo siento—murmuró, agachando la cabeza. Necesitaba que alguien le dijera que tenía que hacer. Podía quedarse ahí con Eddie y besarlo de nuevo, pero no sería justo para nadie. Además, Rachel se iría pronto, no quería que se sintiera mal por eso tampoco.
La mayor de las Buckley pudo notar al camaro azul pasando frente a los locales, vio como iba lo suficientemente lento como para haberla visto, y agachó la cabeza levemente, no podía ver a Eddie a los ojos en ese momento pero tampoco a Billy.
Lo que no notó, fue que Billy tenía intenciones de llegar a los locales, de ver a Rachel de nuevo, como lo había hecho antes, pero al ver a Eddie ahí, no se detuvo, no pudo hacerlo. Golpeó el volante del auto con fuerza, un golpe fuerte en el que saco su frustración, estaba muy molesto. No sabía que tenían Rachel y Eddie y eso lo estaba matando, no podía ir y golpearlo y prohibirle a Rachel verlo de nuevo, no ahora que había pasado meses intentando cambiar esa parte de sí mismo, antes lo hubiera hecho sin dudarlo, y ahora desearía que fuera antes, deseaba poder golpearlo tanto que tuvieran que llamarle a la ambulancia, y advertirle a Rachel que si la volvía a ver con él, lo mataría. Pero no podía defraudar a Max así, o a todas las personas que confiaron en que iba a mejorar. No podía hacerle eso a su pequeña hermanita.
Y Billy solamente siguió manejando, lejos de ella.
—¡Rachel!—gritaron a sus espaldas, ambos giraron para ver a Robin haciéndole señas a su hermana mayor, desde un costado del auto de Steve, quien solo levanto la mano en saludo a Eddie. No era el mayor fan de Munson, por ninguna razón más que por celos, de Dustin hablando de él todo el tiempo y su estúpido juego.
—Lo siento, me iré con ellos.—dio un paso lejos de Eddie, en dirección a Steve.
—Sí, esta bien—le sonrió de nuevo, sin mostrar los dientes y con una pizca de tristeza bastante notoria. Rachel bufó mientras ladeaba la cabeza levemente, se sentía horrible en ese momento
—Gracias, maneja con cuidado—se despidió, mirándolo con pena y culpa, para luego darse media vuelta y caminar hasta el auto de Harrington.
—¿Qué fue eso?—preguntó Steve con burla en cuanto Rachel se subió al asiento trasero, justo detrás del de él.
—Cállate, Steve Hair Harrington—se burló Robin, haciendo a Rachel soltar una risita al escuchar el apodo
—No se rían, mi cabello es mucho trabajo, ¿okay?—dijo molesto, encendiendo el auto.
Steve dejó a ambas hermanas en casa, despidiéndose de ambas con la mano y yéndose a la suya cuando las vio abrir la puerta.
Ambas reían del apodo de Steve y de como Robin lo arremedaba diciendo que su cabello era mucho trabajo, abrieron la puerta y entraron a la casa riendo, sin darse cuenta de que Emma Buckley estaba sentada en el sofá mirándolas seriamente. Se pusieron serias de inmediato.
—Hola, mamá.—la saludó Robin con timidez, sintiendo como el ambiente se tensaba.
—Hola, Robin—respondió, tensando el ambiente aún más, miró directamente a Rachel, quien se mantenía seria y concentrada en la pared, como si no deseara que su madre la saludara también.—Rachel
La mencionada la miró de inmediato, sorprendida porque no la había ignorado como lo había estado haciendo toda la semana.
—Mamá.
Emma hizo una pausa, que para Rachel fue increíblemente larga y sentía que nunca iba a parar.
—¿Podemos cenar las tres juntas?, traje pizza.
Tanto Emma como Robin dirigieron la mirada hacia Rachel, con los ojos atentos y suplicantes, sólo tenía que decir que sí y Robin dormiría siendo la más feliz, y quizá Emma podría encontrar un poco de paz interior, sólo quizá.
Rachel no hizo nada más que asentir levemente, apenas perceptible, pero para las otras dos Buckley fue suficiente.
Por primera vez en más de cinco años iban a cenar las tres juntas, como una pequeña familia.
—¿Eddie es tu amigo?—le preguntó a su pequeña hermana pelirroja, quién lo miró con el ceño levemente fruncido. Nunca lo había escuchado mencionar su nombre
—No en realidad. Es amigo de Dustin, Mike y bueno, de Lucas, pero no mío. ¿Por qué?
—Nada—murmuró, entrando a su habitación. Max lo miró confundida, y algo triste. Odiaba cuando no se despedía de ella antes de irse a dormir, normalmente -y desde ese horrible día-, siempre se despedía de ella y le deseaba buenas noches, ahora era el hermano mayor que siempre había querido que fuera.
Pero Billy estaba en una lucha interna, odiaba sentirse así, el no poder dejar de pensar en una chica que ha visto muy pocas veces, con la que apenas y tuvo una cita, y le aterraba que sólo hubiera bastado eso para tenerlo así; pensando en ella todo el maldito tiempo.
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Rachel Buckley.
ФанфикCuando la hermana mayor de Robin, Rachel Buckley, regresa a Hawkins, y Billy Hargrove queda irremediablemente atraído por ella. Pero no era el único en sentirse de esa forma. -Contenido sexual y explícito. -Traumas. -Violencia.