Herederos perdidos

6. ¿Celos?

Paso más de una semana desde que se reunieron en la torre del reloj.

Drake se alejó de Minnie para poder pensar mejor toda la situación.

Todos quienes los habían visto juntos al menos una vez empezaron a murmurar y sacando conjeturas en que habría pasado para que aquel par no anduviera de la mano por los pasillos o juntos en clase.

Drake se sentaba con Stewart Henderson en las clases mientras que a Minnie no le quedaba de otra que sentarse al lado de Kitty Cole, una chica de Thunderbird.

En el comedor era algo similar, Drake arrastraba a Stewart hasta la mesa de Thunderbird y se sentaban junto a Martin.

Había otras ocasiones en las que se juntaba con el equipo de Quidditch y le era imposible acercarse a él.

Aunque entendía que el buscaba estar alejado de ella para que no intentará persuadirlo.

Mientras tanto, ella aprovechaba todo el tiempo libre que ahora tenía para entrenar y estudiar.

Los últimos libros que le había dado la bibliotecaria de la ciudad eran libros de curaciones avanzadas. Venían tanto hechizos curativos como pociones, las cuales iba a tener que empezar a preparar si quería llevar bastantes provisiones pero esperaba que Drake la ayudara con eso.

También había encontrado una manera de poder obtener el periódico de Londres de manera más rápida y eficaz que yendo cada sábado a la Librería y tener que usar hipnosis con aquella pobre mujer, por lo que estaba leyendo el ejemplar de ese día.

Hace algunas semanas que Harry Potter había huido de Hogwarts, irrumpido en el Ministerio y creado caos en su escape.

No se sabía nada de él pero estaban en su búsqueda, incluso ofrecían una gran recompensa por él.

Al parecer no había mucha novedad, seguían sin encontrarlo, continuaban las muertes de nomaj y ataques a pueblos mágicos. Suspiró.

Sabía que la guerra era algo impredecible y mucho menos tenía marcada una fecha en concreto para ser el desenlace pero tenía un ligero presentimiento de que aún faltaba bastante para el golpe final.

Ese bicho raro aún tenía que reunir fuerzas para "acabar" con su némesis.

Por eso había pensado que lo mejor era a esperar terminar el curso para irse, así también tendrían tiempo de hablar con sus papás y poder marcharse con tranquilidad.

Esperaba que todo saliera bien.

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Drake conforme pasaban los días estaba más malhumorado que de lo normal. En los entrenamientos de Quidditch se distraía con frecuencia hasta ser mandado a la banca. En esos momentos libres era cuando agarraba alguno de los libros que Minnie le había dado y leía un poco.

El podía decir que era bueno en las clases y sobre todo en Pociones pero fuera de ahí, quién siempre sobresalía era Minnie.

Cerró los ojos pensando en su pelinegra. La extrañaba mucho.

Ver esos ojos grises que le daban una dulce y cariñosa mirada, esa sonrisa que ilumina el más sombrío callejón, ese oscuro cabello rebelde que va en todas direcciones cayendo por su espalda. Sus suaves manos acariciando las suyas, sus dulces labios que...

-¡Miller! Deja de soñar, es hora de que entres al campo.

A regañadientes abrió los ojos y guardó el libro, tomó su escoba y subió en los aires.

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-No puedo creer que lleves más de una semana ignorando a Williams -Martin masticaba una hamburguesa-, es sorprendente.