Herederos perdidos

27. Baile.

-Odio todo esto, parece que soy la atracción de un circo -Drake peleaba con la corbata que traía en sus manos mientras intentaba acomodarla en su cuello-.

-A ver, yo te ayudo.

Harry quien ya estaba completamente vestido fue a su rescate.

-¿Es necesario todo este disfraz? ¿No puedo ir simplemente con una playera y unos jeans?

-Lo lamento hermano, a tía Narcissa le encanta que todo esté perfecto y eso significa que debes vestir correctamente.

Drake hizo una mueca disgustada mientras que Harry lo examinaba.

-¿No piensas peinar tu cabello?

-¿Es necesario? -su mueca fastidiada era aún más notoria-.

-Si, tienes que lucir presentable en todos los aspectos -el azabache se encogió de hombros y fue a buscar un par de pociones para el cabello y cepillo-.

Drake jalaba el cuello de su camisa mientras tanto, sentía que se estaba asfixiando ahora que la corbata estaba hecha.

Harry regresó con unas cuantas botellitas en su mano y las agitó enfrente de su rostro.

Drake le dio una mirada aterrada mientras veía como caminaba con lentitud hacia él.

-Alejate de mí si no quieres terminar convertido en una ardilla.

-Las ardillas son tiernas -se encogió de hombros- pero ni de esa manera te vas a librar de esto.

Acorraló al rubio contra la pared y comenzó a peinarlo ante los gritos y protestas de él.

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-Eres insoportable Potter, no sabes cuanto te odio.

Drake estaba cruzado de brazos y muy molestó observando en el espejo lo que el azabache había hecho con él.

Su cabello siempre rebelde estaba completamente pegado a su cabeza, como si una vaca lo hubiera lamido.

Además con la luz le daba un brillo extraño que lo hacia estremecer.

-Mira, luzco horrible. Lo has de ver hecho a propósito para destacar entre los demás.

Harry estaba sonriendo, feliz con el resultado de su trabajo.

-Denada -dijo, ignorando las últimas palabras del rubio-.

Se le vino una idea a Drake y corrió al baño, para consternación de Harry.

-¿Qué crees que vas a hacer?

Fue detrás del rubio y este le cerró la puerta en las narices.

Escuchó el ruido de agua cayendo y golpeó la puerta con desesperación.

-¡No te atrevas a quitartelo!

Minutos después salió el rubio con el cabello empapado y parte del traje mojado de los hombros y brazos, las mangas las traía remangadas arrugandola.

-Voy a morir si sales así -Harry casi se desmaya-.

-Has sobrevivido a cosas peores -Drake le resto importancia, subiendo la mano a su cabello y sacudiendolo-.

-Es por que no has visto a tú madre molesta.

Drake le dio una mirada furibunda ante aquello pero Harry lo ignoró.

Apuntó su varita al rubio y murmuró un encantamiento de aire caliente que tardó un par de segundos en secar su traje.

Su cabello igual se secó pero quedo parado hacia arriba.