-¡Date prisa, Daphne!
-¡Ya voy!
Sentía unas terribles náuseas desde hace un par de días por lo que agarro una poción y espero unos segundos a que le hiciera efecto.
Bajó caminando con cuidado hacia la sala donde una Hermione ansiosa ya la esperaba.
-¿Por qué tardaste tanto? Sabes que pronto van a llegar.
-Parece como si fuera tú hermana la que va a llegar en lugar de la mía -se desplomo en un sofá, sintiéndose cansada de repente-.
-¿Te encuentras bien, Daph? Te ves más pálida de lo usual -Hermione se acercó a ella para tocarle la frente-. Y estás muy helada. ¿Quieres que vayamos a San Mungo mejor?
Ella negó con la cabeza.
-Estare bien, tranquila.
Hermione no estaba muy segura de aquello pero le dio un asentimiento.
-Bien, porque tenemos que irnos ya. Tal vez lo mejor seria que disminuyeras tus horas de estudio con Draco.
Daphne la vio con intriga.
-No me malinterpretes -respondió Hermione con rapidez- es solo que te ves más cansada de lo normal. Sé como es Draco y debe querer sacar hasta la última gota de información y aprendizaje en el menor tiempo posible.
Una punzada de pánico la atravesó, no tenía mucho que hacer sin Harry y Astoria por ahí, por lo que cuando se enteró de las clases privadas de Malfoy sobre negocios no dudo en pedirle que si podía acompañarlo.
Solo que no contaba con que el rubio comelibros podía estar las veinticuatro horas del día pegado a un libro, asi que pasaban poco más de ocho horas leyendo y haciendo ejercicios sobre producción, manejo de empresas y mil tareas más.
-Lo hablaré con él, tranquila.
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Hermione estaba al pendiente de Daphne quien llevaba unos dias luciendo un aspecto enfermizo y estaba preocupada por ella.
La tomaron por sorpresa unos brazos que la aprisionaron pero al sentir una fragancia familiar se relajó.
-Llegas tarde -le habló con fingido malestar-.
-Discúlpeme, Señorita Black, no volverá a pasar.
Una sonrisa asomó sus labios mientras Draco dejaba un beso en su mejilla.
Sabia que él se mantenía ocupado estudiando con profesores privados y entrenando Quidditch -a petición de ella y ayuda de James y de Narcissa- por lo que no habían tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo juntos.
Desde aquella charla en el gran roble en la Mansión Malfoy habían regresado a actuar como una pareja pero sin ser nada oficial y no porque Draco no le hubiera preguntado, si no que ella le dijo que estaban bien asi por el momento.
Después de todo lo que habían pasado ella no creía que necesitaran de esas "etiquetas" para mantener una relación estable, además, sus amigos y familia no podían verlos con nadie más que no fueran ellos dos, incluso Sirius luego de verlos juntos por tanto tiempo se habia resignado y aceptado su relación, luego de mandar a Draco a San Mungo, claro.
-¿Me recuerdas otra vez porque estamos aquí y no solos en la mansión? -Draco se apartó de ella pero la tomó de la mano, acercándose donde estaban Daphne y los demás-.
-Porque hay que recibir a nuestros amigos.
-Por favor, pelinegra, vienen de su luna de miel. No creo que nos quieran ver a nosotros -hizo una mueca-. Al menos yo no quisiera eso.
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Herederos perdidos
FanfictionUn par de bebés de las familias más importantes del mundo mágico fueron arrebatados de sus hogares. Tras años creyendolos sin vida, aparecen como un rayo de esperanza en medio de la guerra.