Callar lo que siento
Paso 1: Todos merecemos ser amados
Una enorme ola comienza su ascenso frente a mí.
La tenue luz del atardecer apenas iluminando el hermoso paisaje.
Me paro sobre la tabla de surf e intento deslizarme sobre la ola.
Dos segundos.
Es el tiempo que tardo en caer y ser absorbido por el azul del mar y el dorado del sol.
Los sonidos del mundo exterior desparecen.
Mis problemas. Mis miedos. Mis pensamientos.
Desde aquí abajo la vida es diferente.
Todo deja de existir.
Mis pulmones empiezan a arder.
Entonces noto que me estoy ahogando.
El vaivén de las olas enviándome en todas las direcciones posibles mientras disfruto la emoción.
El miedo.
Sostengo la tabla y vuelvo a la superficie.
Música y palabras a la distancia.
Inhalo. Exhalo. Una y otra, y otra, y otra vez.
Entonces noto que vuelvo a respirar.
Había tardado mucho tiempo en sentir el oxígeno recorrer mis venas, corazón y pulmones.
Ahora está ahí.
Como una caricia sutil.
Casi inexistente.
Mientras observo las olas romper en la orilla y el sol escondiéndose en el horizonte pienso en el tiempo que ha pasado desde la última vez que me sentí en casa.
Seis años sin ver este mar tan diferente y único.
Seis años en los que mi vida como las olas, no ha dejado de moverse sin sentido.
Seis años desde la última vez que lo vi.
Seis años sin él.
—¿Roan? —llama alguien detrás de mí.
Antes de girar su imponente cuerpo aparece frente a mis ojos.
Arthur.
—Hola extraño.
Estoy nervioso mientras indago en sus rasgos, esperando que recuerde.
—Hola star.
Sonrío ante eso.
Después de todo, hay cosas que no se olvidan.
Sin importar la distancia o el tiempo.
Al ver mi cuerpo y cabello mojados, lanza su camisa sobre su cabeza y se lanza al mar.
Observo sus brazadas y cada uno de sus movimientos mientras las olas lo cubren y luego vuelve a la superficie.
Cuando su figura desaparece por un minuto mi corazón se salta un latido.
Un miedo profundo atenaza mi garganta y mis pulmones colapsan durante unos segundos hasta que su brillante cabello castaño intensifica su color debido a los rayos del sol.
Entonces dejo escapar el que probablemente sea el más largo suspiro de mi vida y luego sonrío.
Una sonrisa que ilumina hasta mis huesos.
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Un beso por tus pensamientos -FINALIZADA-
RomanceMe enamoré de mi mejor amigo... Por lo que dejé mi vida atrás para intentar que mi amor desapareciera. Pero la distancia no cambió nada. Mi corazón aún late por él. Así que cuando vuelvo a casa intento fingir que nada pasó. ¿El problema? Muchas cos...
