Un beso por tus pensamientos -FINALIZADA-

Capítulo 55

Confesando emociones

Mi cerebro ha descansado durante toda la semana que hemos pasado en mi departamento en Los Ángeles. Aún hay muchas cosas de las que no hemos hablado.

¿Dónde viviremos?

¿Aceptará él viajar conmigo por el mundo?

¿Se casaría conmigo?

Sí, sé que es precipitado, pero…, tengo miedo a despertar y descubrir que todo fue un sueño.

Me sumerjo en las calles ajetreadas de Nueva York y compro un batido de fresa mientras me dirijo a HalfMoon Records. Me deleito con el sabor afrutado y dulce mientras sopeso las consecuencias de mis acciones.

Amar a un hombre no debería estar mal.

Y yo no debería tener miedo de perderlo todo.

Antes de convertirme en Roan Sheldon, el actor, fui un joven de una ciudad perdida a orillas del mar que nunca temió a nada.

Así que debería permanecer de la misma forma.

<<Soy Roan Sheldon y no temo saltar de un acantilado. Soy actor. Amo pintar. Me gustan las canciones de los 80. Y amo los macarrones con queso>>.

Soy muchas cosas y si pierdo esto puedo hacer algo más.

—Roan —susurra una voz delicada detrás de mí.

Giro sobre mis talones para observar a Farrah, la asistente de John, el director de la empresa.

—Hola Fa —saludo con una sonrisa apretada.

—El jefe te está esperando —señala la puerta que he atravesado miles de veces y luego—: Buena suerte Ro.

Le sonrío agradecido por esta muestra de apoyo.

Cuando entro a la oficina el silencio es instantáneo. Apenas el suave clic resuena en el enorme espacio y ya escucho el ladrido de Gabriel, el agente de relaciones públicas de la empresa.

—Esto no debería ver la luz pública Roan, ni ahora…, ni nunca —ira cruda e irracional sale de él con cada palabra que escupe—. Por el amor de Dios, eres famoso y tienes dinero. ¿Por qué arruinar tu carrera de este modo?

—Porque lo amo —contesto tajante—. Lo perdí una vez  y no permitiré que eso suceda de nuevo.

—¿Y qué harás cuando pierdas la actuación y ya ningún director te quiera?

—No me interesa.

Ellos me observan con expresiones amenazadoras. Quieren que me acobarde para poder usar la grieta en mi armadura para doblegarme.

—¿Estás seguro? Las películas sobre homosexuales se venden en Hollywood, ya sabes…, amor para todos y esas tonterías. Pero ser homosexual te convierte en paria. En este mundo lo que sale del marco es nada…

Sé lo que quiere decir.

¿Y lo peor de todo? No me molesta la sutil amenaza, sino la forma en que vilipendia a otros solo por a quien deciden amar.

¿No está el mundo ya lo suficientemente jodido?

Es triste que quienes tengan el poder de cambiar las cosas sean quienes quieren que permanezcan como están. Porque de otra forma no tendrían tanto poder.

—¿Sabes qué? —grito— Nadie me dirá quien ser o que quiero. Soy actor, ¿y qué? Porque la persona que amo debería cambiar algo.

Cuando mi voz se silencia noto a la tercera persona en la sala que, bajo un suave carraspeo, llama la atención de los presentes.