Un beso por tus pensamientos -FINALIZADA-

Epílogo

EL LAGO DE LOS AMORES IMPOSIBLES

5 años después

Aún recuerdo la primera vez que los vi.

Dos niños perdidos que buscaron el amor en el lugar más inesperado, en el otro.

Las cosas han cambiado mucho desde ese día hace dos décadas, ahora Arthur sonríe y no hay fantasmas del pasado bailando en sus labios y Roan lleva su corazón de la mano, mostrándole al mundo cuan feliz es.

Sin embargo, siguen recordándome a esos niños que se descubrieron a sí mismos en este lugar. La forma en que me observaron esa tarde, como si fuese magia o un trozo de cielo. Pocas personas me visitaban en esos años, porque estoy en un rincón olvidado de un enorme bosque y hay muchas cosas hermosas por aquí que llaman la atención más que un viejo lago con un destartalado puente.

Pero ellos fueron diferentes.

Roan siempre miró a Arthur como si en él estuviesen las respuestas a todas las preguntas del universo, incluso las que no se habían hecho.

Y Arthur se refugiaba en sus brazos como un ave que por fin volvía a su nido.

Juntos eran perfectos.

Y por eso los he observado durante todos estos años.

Cuando escapaban de la ocupada vida en la ciudad para disfrutar un poco de los aires del pasado. Los momentos robados con la familia. Los besos. Los abrazos.

Ahora están aquí, frente a mí.

Y me dan las gracias por todo lo que he significado en su historia de amor.

Sus pasos resuenan a medida que se acercan al puente que reconstruyeron la primavera pasada, ahora, este lleva sus nombres y palabras que representan los recuerdos que marcaron sus vidas.

—¿Crees lo que dijo la abuela?

Arthur sonríe, observándome, mientras que su mano, sin poder evitarlo, toma la de Roan, porque desde que están juntos no pueden evitar sentirse. Recordarse que es real.

—Puede ser, siempre hay algo de verdad en las leyendas.

Se observan durante unos segundos y sé lo que sucederá a continuación.

Roan acaricia la mejilla de su mejor amigo, su pareja, su para siempre, con tanta devoción como puede reunir y luego deja un casto beso en sus labios.

Entonces saca una pequeña caja de terciopelo azul que contiene la promesa de un futuro. Arthur tiembla cuando la toma en sus manos, pero no la abre. Porque necesita unos segundos para reconocer que es real. Que son reales.

—¿Quieres casarte conmigo Star?

No lo piensa, simplemente se abalanza sobre Roan, derribándolo y besándole cada trozo de piel disponible.

Sus ojos están brillando con un dorado perenne, ese tono único con motas cafés que solo él parece tener.

Cuando los anillos se deslizan por sus dedos lo reconozco, esto es solo el inicio de una historia de amor eterna.

Antes de marcharse, dejarán una cinta colgando sobre el puente, que nos une a los tres, como un pacto siendo sellado por el destino.

Seguirán regresando cada año, dejando su aroma y contándome los detalles de su vida.

Me harán saber cuan importante soy y como nunca podrán olvidarme.

Pero aún es pronto.

Por el momento permanecerán uno junto al otro, como los niños de seis años que una vez se prometieron un para siempre, conmigo como único testigo.

Justo cuando la luna se corona como reina de los cielos, con cientos de estrellas acompañándola a años luz de lejanía, alguien susurra:

—Te he amado desde el inicio y te amaré hasta el final.

Pensé que volvería a ser olvidado.

Pero unos meses después unos pasos comienzan a resonar en el bosque.

Entonces él aparece.

Rhett...

Y viene de la mano con alguien.

Quizá, aún no haya terminado mi historia. Puede que, muy pronto, El lago de los amores imposibles, haga posible otra historia de amor. Porque en ocasiones, un final, solo significa un nuevo comienzo.

Sus sonrisas son todo lo que puedo ver, y hay un mundo oculto detrás de esas miradas.

Sonrío cuando ellos me observan con tanta devoción como pueden reunir.

Y también los bosques.

El agua que corre.

El corazón que late bajo tierra, ofreciéndonos vida.

Justo en ese momento, cuando sus manos se encuentran, lo escucho, las palabras que siguen a una suave risa.

—Un centavo por tus pensamientos.