La lista de Roma
Había olvidado algunas cosas en el tiempo que llevábamos juntos.
La lista que Roma me había entregado, por ejemplo.
Pero decidí que ya era momento de volver a ella.
Leí varios puntos y ahora quiero cumplirlos todos.
Eran opciones clichés, pero, ¿Qué en el amor no lo es?
Casi todo está visto o hecho.
Y lo importante no es lo que hagas sino la forma en que lo haces.
Así que, si la naturaleza estaba de mi lado, los cumpliría en un mismo día.
1. Un beso bajo la lluvia.
2. Una cita romántica.
3. Una declaración de amor.
4. Confesarle la verdad.
Pheobe y Neith se marcharon más temprano en la mañana, tuvieron que adelantar su viaje debido a un asunto de el padre de Neith.
Así que, me ayudaron a organizar nuestra "cita" en el lago.
Ahora, Arthur y yo caminamos por las calles de Everlake, él aún no sabe de qué se trata nuestra escapada, y no se lo diré por muchos pucheros que me haga.
—Espera aquí —digo, cuando llegamos a un negocio conocido.
Los chicos encargaron unos postres para ambos, no faltaron las bromas de sexo con comida de Phebs y la repetición de Neith sobre poner glaseado en mi pastel.
Art está junto a la puerta cuando me acerco al mostrador.
Opal sonríe cuando me nota y me acerco para besar su mejilla.
—¿Todo bien cariño? —pregunta con esa voz de madre que tanto adoro.
—Sí, Oppa, ¿tienes mi orden? —susurro como si se tratase de un secreto de estado.
—Sí, esos amigos de ciudad tuyos pasaron por aquí —comenta con una expresión curiosa en su rostro—. Son un poco raros.
Sonrío por eso.
Porque, realmente son raros, Neith lanzó a su mejor amigo al suelo en una carrera cuando tenían siete años solo porque no quería perder. El chico tiene una cicatriz en su mano debido a que cayó sobre una especie de ladrillo.
Cuando alguien le dice algo sobre ese tema, su respuesta es siempre la misma, "yo no coloque ese ladrillo allí, hubiese caído en otro lugar."
En su mente podemos elegir como caer cuando alguien nos intenta lanzar al suelo.
Oppa desaparece por la puerta que da a la cocina cuando una presencia familiar se detiene a mi lado.
—¿Roan? —grita mi nombre como si no estuviésemos uno al lado del otro.
—Hola, Noah.
No hay calidez en mi voz cuando hablo.
Solo un nerviosismo que no me gusta.
Sucede que Noah es gay. Siempre lo fue. Y nunca tuvo miedo de decirlo. Me gustaba eso de él. No dejar que el miedo o el qué dirán lo frenaran.
Pero no me gusta cómo me observa ahora.
Él sabía mi secreto.
Que me gustaba Arthur cuando éramos más jóvenes.
Y de alguna forma creyó que eso podría significar que tendríamos una oportunidad en ese entonces.
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Un beso por tus pensamientos -FINALIZADA-
RomanceMe enamoré de mi mejor amigo... Por lo que dejé mi vida atrás para intentar que mi amor desapareciera. Pero la distancia no cambió nada. Mi corazón aún late por él. Así que cuando vuelvo a casa intento fingir que nada pasó. ¿El problema? Muchas cos...