Capítulo 44

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Despertar en una pesadilla

Rhett: Tenemos que hablar.

Despertar con tu "novio" y recibir un mensaje así de tu hermano no es lo que yo llamaría algo agradable.

Las mantas que me mantienen cálido no son nada comparadas con el cuerpo tendido sobre mí con un agarre asfixiante.

Mis movimientos lo despertaron, pero ahora es que sus párpados comienzan a revolotear.

Cuando finalmente los abre, su mirada café con motas doradas me observa con extraña fascinación.

—Hey, Boo —murmura y sus labios se curvan en la sonrisa mas hermosa.

—Hey, Star —suspiro envolviendo mis manos alrededor de su cintura.

Permanecemos en silencio por largos segundos, él observando mi cuerpo y yo permitiéndome disfrutar este momento de felicidad.

Pero el dolor que aparece en mi pecho tras ese mensaje no desaparece con nada.

Sé a qué se debe.

Realmente lo hago.

Pero no me atrevo a decirlo en voz alta.

Porque todo podría destruirse.

El castillo de naipes que sostiene mi relación con Arthur se tambalearía con cualquier paso en falso y de alguna forma creo que no sobreviviremos a lo que viene a continuación.

—¿Todo bien? —cuestiona. Siempre atento. Siempre preocupado. Siempre queriendo que esté feliz.

—Sí, solo…, Rhett envío un mensaje. Debo ir a casa.

Hace un puchero, un maldito puchero, y su labio inferior sobresale delicioso y pidiéndome que lo devore mientras me acerco para cumplir mi deseo.

Por que, ¿Qué demonios? Probablemente esta sea la última mañana que despertemos juntos.

Intenta alejarse, debido a nuestros alientos matutinos pero no podría importarme menos.

Gime.

Gime dentro de mi boca y mis manos suben para sostener su mandíbula, manteniéndolo inmóvil para poder observar sus rasgos, guardarlos en ese espacio de mi cerebro dedicado solo a él.

Lo aplasto con mi cuerpo mientras deslizo mis dedos a través de su rostro hasta detenerlas en su cabello, sosteniéndolo en un fuerte agarre.

Cuando mi mano se desliza sobre su cuerpo ambos suspiramos al mismo tiempo.

La envuelvo alrededor de su longitud y comienzo a bombear con movimientos lentos y perezosos.

Nuestras bocas se encuentran de nuevo, y aunque el beso es un tipo de fuego difícil de ser aplacado, no es la explosión de antes.

Porque no se trata solo de rellenar un vacío.

Es…, cuando lo beso siento que el mundo tiene sentido.

Mi corazón se siente lleno.

Y las dudas que gritan cosas negativas dentro de mi cabeza se acallan.

Arthur se pone rígido contra mí y segundos después su semen cubre mi mano y nuestros estómagos y aun así no nos separamos.

Cuando me alejo, sus manos se envuelven alrededor de mi cintura y sus piernas capturan las mías.

—¿Alguien está muy necesitado? —no hay burla en mi voz, solo una felicidad que no se puede apagar.

Un beso por tus pensamientos -FINALIZADA- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora