Mis mates (Twilight)

20

Deje el libro en el sitio donde lo encontre. Abrí la puerta de la biblioteca para salir de esta, pero justo cuando salí vi como de mi espalda salía una luz rosa, me gire a gran velocidad para ver de que se trataba, pero no encontre nada, sola la nada misma.

Volví a ponerme a la dirección que estaba para salir de allí pero confundida, me dirigí al comedor donde me encontre a Carlise y Esme sentados en el sofa abrazados mientras leían un libro juntos, como una gran pareja casada, por otros lado estaba Alice y Rosalie mirando entretenidamente una revista que parecía de moda, y por otro lado estaban Emmett y Jasper jugando con la consola conectada en la television.

Al entrar todos los pares de ojos me miraron.

—Hola a todos.—dije un poco sonrojada por la atención que estaba recibiendo.

—Hola, querida. ¿Creo que ya es hora de comer?—dijo Esme, mientras se levantaba con tranquilidad.

—Oh no lo sabía.—dije sorprendida mirando el reloj de pared, observando que eran las 13:46, que rápido iba pasado el tiempo.

—Te prepararemos algo, ¿quieres algo en especifico?—me pregunto Carlise con una sonrisa cerrada, mientras se levantaba y se poni al lado de su esposa.

—No, pero os puedo ayudar.—les conteste rápidamente mirándolos a ambos.

—Claro que no querida, no te preocupes.—dijo Esme con una sonrisa.

—Además también queremos nuestro momento de soledad.—dijo seguida Carlise mientras los dos se comenzaban a mover para irse del comedor.

Cuando se fueron, me senté encima del regazo de Emmett quien me recibió con los brazos abiertos. Paso sus manos alrededor mía para estar delante de mi, con el mando de la consola para seguir jugando, yo al estar rodeada de sus brazos eche mi cuerpo para atrás, disfrutando de la cercanía.

—Nosotras, vamos a ir a cazar para comer juntos.—dijo Alice mirando mientras se ponía de pie, cuando me lo dijo me gire para mirarla.

Vi como las dos me miraban con una sonrisa antes de girarse y salir con sus poderes vampíricos. Estuve un rato entretenida viendo como los chicos terminaban de jugar, cuando vi como en el juego ponía "game over" note como Jasper se acercaba.

—Ahora estamos solos.—susurro Emmett en mi oreja mientras dejaba el mando a un lado, y Tonia una mano en mi cintura, la otra paso por al lado del mono y dentro de mi camisa, haciendo que me recorriera un escalofrió por todo el cuerpo y la piel de gallina.

—Solo nosotros tres.—dijo Jasper poniéndose delante, puso sus brazos apoyados en el suelo a los lados de las piernas de Emmett para inclinarse y acercar lentamente su rostro al mío.

—Chicos...—susurre cuando sus labios estaban a milímetros de los míos.

Jasper junto nuestros labios, cerré los ojos disfrutado el dulce beso y las delicadas caricias en mi estomago que hacia que tuviera como mariposas por la sensación que me brindaba.

El beso se hizo mas profundo y apasionado, pidió permiso para meter su lengua, le di acceso haciendo que empezáramos a tener una guerra en nuestras bocas, por otro lado Emmett empezó a besar húmedamente, mientras su mano que tenia en mi estomago fue subiendo, pero antes de seguir yendo para arriba una puerta cerrándose hizo detenerse en seco, mientras que yo y Jasper nos separamos, antes de separarse del todo beso suavemente mi nariz, haciéndome sonreír como boba.

—Buenas tardes.—se escucho la voz de Edward desde la entrada principal.

Nos separamos totalmente los tres, mientras nos poníamos de pie. Nos dirigimos tranquilamente a la cocina, ya que escuchamos como Edward y Bella que eran los que acababan de entrar se iban dirigido a esa zona de la casa.

—Hola, cuñadita.—dijo alegre Emmett mientras entraba a la cocina.

—Hola.—saludo Jasper alejándose sutilmente de donde estaba Bella, yéndose al otro lado de la cocina.

—Buenas tardes.—salude a los dos recién llegados, con una sonrisa cerrada mientras me acercaba a Jasper, para en vez de oler la sangre de mi hermana me oliera a mi.

—Hola a todos. ¿Anya tienes fiebre?—dijo Bella preocupada al final, haciendo que la mire confundida por su pregunta.—Es que tienes las mejillas rojas, igual que los labios hinchados.—después de decir eso, Edward se empezó a reír haciendo que lo mirara mal.

—Bella, los hombres lobos no es fácil que tengan fiebre.—le conteste intentando sonreír pero que salió una mueca.

—Ah.—me contesto y en unos pocos minutos sus mejillas pasaron a un color rosa y aparto la mirada.

Ayude a Esme a hacer la comida, aunque al principio no me dejaba ayudarla, al final me puse yo, Carlise, Bella y Emmett ayudarla mientras el resto podía la mesa. Después de terminar de hacerla entraron por la puerta Alice y Rosalie con la comida de ellos.

Nos sentamos los nueve en la mesa, me senté en un lado, yo creo que por joder a sus hermanos Edward se sentó a mi izquierda y a mi derecha parece que ya vio lo pasaría se sentó Alice que me miro con una sonrisa.