Mis mates (Twilight)

63

Estuvimos los cinco días de celo en la habitación, los demás nos traían la comida.
Cuando salimos por fin de allí, mi pelirroja me dijo que les comento a los demás sobre la nueva compañera y por eso la tardanza de ir para Forks, a lo que yo sonreí un poco sonrojada. Por otro lado a ella le contaron la noticia de que Kate encontró un nuevo compañero, en uno de los testigos que llegaron, diciendo que habían altas probabilidades de que también fuese mio.

Ahora estábamos en el avión con destino al Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma y cuando lleguemos estarán dos coches esperándonos de mis mates.
Esta vez estabamos en los asientos de tres en medio del avión y yo justamente en medio de las dos pelirrojas, que cada una me agarraba del brazo.

Me he dado cuenta en el poco tiempo que llevo conociendo a Maggie que es muy calmada y menos posesiva, pero sutilmente es muy protectora. No como mi otra pelirroja que juguetona, posesiva y protectora, no me deja ahora ni ir al baño sola de un avión.

Miro para un lado y después de unos segundos miro para el otro. Viendo los perfiles de las dos, haciéndome sonreír embobadamente. Son perfectas. Pensé en todos los compañeros que tenia y mi sonrisa no desaparecía, es que tengo unos mates perfectos en todos los sentidos.

—¿Lobita, en que piensas tanto?—me pregunto la voz de mi pelirroja haciendo que la mirara con una sonrisa.

—Que tengo unos mates perfectos.—dije mirándola haciendo que también sonriera y sus ojos brillaran.

—Tu eres mas hermosa, Álainn.—contesto a mi otro lado mi rojita, que al mirarla pude apreciar que tenia el mismo brillo en sus ojos.

—Oye mocosa no me quites mi frase.—le dijo con tono serio Victoria.

—En realidad soy mas mayor que tu, a sin que "mocosa" no es el termino adecuado.—dijo Maggie contestándole.

Van a comenzar de nuevo, agarre mis cascos de vuelo para ponérmelos y no escucharlas discutir sobre edades ni nada. Puse una película, me acomode de nuevo, ellas me agarraron de nuevo las manos pero se que seguían hablando y negué divertida con la cabeza.

Al salir del avión fuimos a por las maletas, esta vez no era solo la nuestra sino cada miembro del Clan Irlandés tenia una. Y yo me pregunto interiormente mientras veo como las agarran, ¿como cabra tanta gente en la casa de los Cullen?, se que la casa es enorme pero aún a sin. Lo único bueno es que mis mates se vendrán lo mas seguro a nuestro hogar que construyeron, que por petición se llamaba casa Miller.

—Lobita, vamos.—me dijo mi pelirroja agarrándome del brazo y en su otra mano llevaba nuestra maleta.

—Quiero ir a casa a dejar las cosas..—dije con un suspiro cansado, pero no por que estuviera cansada sino por la situación del momento.

—Pues iremos directamente a nuestra casita.—dijo con una sonrisa juguetona.

—Álainn, yo también voy.—dijo mi rojita, mientras se posicionaba a mi otro lado.

—Enana tu te iras a casa de los Cullen.—dijo mi pelirroja seria, bueno a cambiado de mote eso significa que la discusión del avión gano Maggie.

—Iras mis padres, yo me quedare con mi compañera.—dijo al mismo tiempo que me agarraba de la mano. De parte de mi pelirroja solo resoplo, sabía que no podría ganar contra esa contestación.

De repente me vino dos olores conocidos, busque con la mirada a ver si los veia hasta que los vi.

—¡Rubia, Osito!—dije corriendo a donde estaban ellos.

Salte en medio de los dos, siendo recibida por sus brazos envolviéndome. Al separarme un poco me envolvió los labios de Emmett, haciéndome saltar de la impresión y jadeara, cual cosa el aprovecho para darme un beso mas apasionado. 

Cuando me separe de sus labios por falta de aire, los de Rosalie se apoderaron rápidamente de los míos, pero esta vez esperándolo le di por mi lado mas intensidad haciendo que soltara ella un jadeo.

Al separarme vi en sus labios un poco hinchados una sonrisa, mire a mi osito y estaba igual.

—También os eche de menos.—les dije volviendo acurrucarme en ellos, escuchando sus preciosos ronroneos.

Escuchamos como tosían falsamente atrás, ya sabiendo quien era me reí. Mire para la causante que me señalo con la cabeza a la rojita y después me guiño un ojo.

—Os tengo que presentar a alguien.—dije separándome un poco de ellos, para mirar a Maggie.—Ella es mi nueva mate, Maggie del clan Irlandés.—dije con una sonrisa haciendo que ella también sonriera.

—Encantada de conocerlos.—dijo ella con un saludo de cabeza, pero que no duro nada porque mi osito se lanzo a ella a abrazarla haciendo que las demás nos riéramos.

—En realidad han venido tres coches. Y uno de ellos es especialmente para ti.—me dijo mi rubia en mi oído haciendo que tuviera una corriente en la columna vertebral, la mire con pequeño sonrojo.—Hay alguien impaciente de conocerte.—siguió diciéndome haciendo que mis mofletes estuvieran mas rojos.