Mis mates (Twilight)

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Se podia comenzar apreciar la nieve blanca en los coches, en el pasto, en los arboles, en todo los pequeños centrimetros de ese hermoso paisaje.

—Mira Renesmee que bonito.—dije enseñando a la bebe las vistas desde la ventanilla.

—Dentro de menos de dos horas ya estaremos en nuestro destino.—dijo la rubia con una sonrisa cerrada concentrada en la carretera, yo solo asenti, mirando con una sonrisa a la pequeña Renesmee.

Esas cortas dos horas pasaron volando, ya se podia apreciar al final del camino una gran casa casi igual que espectacular que la de los Cullen, pero no tanto como la nuestra. 

De repente senti como si me observaran a sin que mire alrededor del bosque nevado para toparme con dos ojos amarrilos mirandome y yo mirandola a ellas, al ver como las miraba sonrieron.

—Hola mis reinas de las nieves.—dije sabiendo que esas dos rubias me escucharian.

Note como el coche frenaba delante de la casa, y el otro coche igual atras nuestra. Salimos todos casi al unísono de los  coches, cuando estuvimos abajo Rosalie me saco a Renesmee de en brazos pero antes de que pudiera decir algo, unas manos se posaron en mi cintura y me elevaron para darme vueltas.

—Cuanto tiempo preciosa.—me dijo Kate al parar de darme vueltas y estampar sus labios con los mios, en un necesitado beso.

—Buenas mi dama, ¿que tal el viaje?—dijo Tanya llevandome a sus brazos para después darme un dulce beso con mucho cariño.

—Largo pero bien, a sido entretenido.—dije mirando de reojo a mis demas mates, que me sonreian picaramente, haciendo que las dos rubias miraran eso y soltaran pequeños gruñidos.

—No es justo, nosotras tambien queremos.—dijo Kate con cara de cachorro al ver las segundas intenciones de las miradas.

Antes que pudiera contestar alguien se me delanto, cortando un poco el rollo a mis dos rubias.

—Buenas tardes.—dijo una voz masculina, al girarme pude ver al líder de los Denali.

—Eleazar, Carmen cuanto tiempo.—dije separandome de mis campañeras para abrazar a los patriarcas del clan.—Os presentamos a la pequeña Renesmee, mi sobrina.—dije con una sonrisa de oreja a oreja al presentar a la bebe con entusiasmo.

Los dos se fueron a ver a la bebe, quedaron encantados, mis dos rubias tambien pero me faltaban dos personas mire alrededor buscando su olor, que estaba presente alrededor de la casa.

—Si estas buscando a nuestra hermana y a Laurent, fueron a cazar, ya que no te esperabamos hasta mañana.—dijo Tanya abrazandome por detras.

—Pero podemos hacer que el tiempo pase mas deprisa.—dijo Kate acercandose a mi peligrosamente por delante.

Estaba rodeada de estas dos diosas nordicas y mi temperatura estaba subiendo por lo que se aproximaba.

—Bueno si nuestra familia nos disculpa, tenemos cosas que hacer a sin que nos despedimos.—dijo la mayor de las rubia aprovechando mi embobamiento por el coqueteo de su hermana menor.

Entre las dos me agarraron y me movieron hasta una habitación, que de verdad era hermosa pero no me dio tiempo a apreciarla al sentir unos labios atrapando los mios y otros en mi cuello que jugaba con el con suavidad, como tentandome.