Mis mates (Twilight)

35

Ayer noche me la pase sin dormir por culpa de la castaña hiperactiva y el rubio, no me quejo pero ahora mi cuerpo que acaba de salir del celo esta agotado y lo peor de todo es que estoy en la cocina desayunando a las cinco de la mañana porque el dia anterior no iba ni cenando ni merenddado por cuestiones un poco obvias...

Comiendo mis cereales, tranquilamente ya que todos de repente un poco antes que yo me levantara salieron de la casa, lo mas probable que para cazar.

*Ring Ring* 

Empece a escuchar mi celular, mire a donde estaba para ver como Bella me estaba llamando.

Llamada entrante;

—Hola.—dije para seguidamente meterme otra cucharada en la boca.

—Anya..—dijo en un susurro mi hermana al otro lado con voz lastimera.

—¿Bella?, ¿estas bien?¿A pasado algo?—pregunte angustiada.

—Eh vuelto..—dijo con la misma voz que antes.

—¿A Forks?—le pregunte levantando una ceja aunque ella no me viera.

—Si.—contesto sin mas.

—¿Cuando has vuelto?¿No ibas a volver dentro de tres dias?¿Estas...—empece a preguntar pero fui cortada por su voz.

—Hace unas pocas horas. Paso algo y ellos estan discutiendo de la situación.—dijo con la misma voz pero a diferencia parecia nerviosa.

—Explicame la situación, Bella. Y cuentamente porque no me llamaste cuando venias, sabes que te lo cogeria.—le dije mas seria y intrigada por lo que me puede decir.

—Pues parece ser que yo hice cositas con Edward...—dijo con voz timida.

—¿Que hiciste que con el estupido leo mentes?—pregunte alterada cortandole lo que iba a decir.

—No le digas a sin.—dijo regañandome mientras en el fondo tenia un tono divertido, camio un poco la atmósfera.—Pues pasaron cositas, pero de un dia para otro me comenze a sentir mal y pues a toda prisa venimos para Forks y pues...—dijo dandole intriga al final de la frase.

—¿Y que?—pregunte ya harta del suspense.

—El doctor Cullen dice que son sintomas de un embarazo.—dijo al final todo rapido y casi inaudible que si no fuera por lo que soy no la hubiera ni escuchado.

—Em-ba.. ¿que?—dije sorprendida y con un tona de voz un poco mas alto por la sorpresa.

—Y Edward no quierre que lo tenga, bueno casi nadie de la casa menos Rosalie.—dijo con voz apenada y murmurando.

—¿Y tu que piensas?—le pregunte mas calmada mientras me sobaba la cara.

—Quiero tenerlo.—dijo decidida.

—Pues ya esta.—dije con una media sonrisa.—¿Estas en casa de los Cullen?—le pregunte mientras dejaba el vol de cereales ya vació en el fregadero.

—Si, ¿porque preguntas?—dijo con voz mas tranquila pero con el tono de susurro que tenia desde un principio.

—Pues voy para alla, hasta ahora.—dije pero antes de me contestara le colgue.

Fin de la llamada.

Entre rapidamente a mi habitación para cambiarme a una ropa que no fuera un pijama de ciervitos, me puse lo primero que pille que fue un pantalon chandal y una camisa de manga corta de color verde-grisaceo.

Mierda casi se me olvida, mire a mis pies para ver los zapatos de unicornio.

—Lo siento chicos, sois adorables pero en una situacion como esta no creo que seais adequados.—dije en alto mirando mis adorables zapatos de por casa.

Con una velocidad sobre humana me puse calcetines y mis bambas, para dejar en su sitio mis zapatos.

Al estar ya lista salí de la casa, con las llaves a mano ya que cerre por seguridad, pero contra seres sbrenaturales seguramente para nada serviria, las guarde en mi bolsillo derecho y lo abroche con la cremallera.

Comence a correr entre los arboles, comenzaba a salir el sol a sin que entre las hojas se podian ver algunos pequeños rayos entre rojos y naranjas que aparecian entre las ramas.