Capítulo 3

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—¿Necesita que la lleve, señorita Danvers?

—Hoy no Winn, gracias. Cuida bien de mi padre mientras no estoy.

—Así lo haré, señorita.

—Gracias.

Kara conducía de camino al trabajo su teléfono sonó. Vio el nombre de Lillian Luthor sobre la pantalla y no dudó en contestar.

Llamada

K: Buenos días, Lillian.

L: Oh, Kara, querida. ¿Cómo estás?

K: Estoy bien, gracias. ¿A qué se debe su llamada?

L: Me alegro. Ah sí, acabo de salir del hospital que atienden a tu padre, ya todo está pagado. Su doctor me dijo que su siguiente cita será dentro de dos días.

K: ¿Dentro de dos días? Creí que sería el mes próximo.

L: Sí, esa era la fecha estipulada. Hice algunas llamadas y logré que la cambiaran para la fecha más cercana posible.

K: Muchas gracias, Lillian.

L: Ya hablé con tu padre y lo puse al corriente de todo. Así que no tienes que preocuparte.

L: Casi se me olvidaba, hice unas reservaciones a mi nombre en el restaurante cerca de la compañía. Lleva a Lena a cenar, así podrán hablar un rato.

K: No sé si ella quiera, pero haré lo posible para que vaya.

L: Bien. Espero que tengas un lindo día, Kara.

K: Gracias, igual para usted— respondió y finalizó la llamada.

El día pasó tranquilo, sin ningún tipo de molestias. Cada quien en su estación correspondiente, todos abandonaron el taller más temprano que de costumbre. Todos los autos fueron atendidos. Casi eran las seis de la tarde y Kara ahora debía prepararse para salir con Lena.

—Hola, hija.

—Hola, papá. ¿Ya cenaste?

—No, te estaba esperando.

—Creo que hoy no podré cenar contigo, pronto debo salir.

—¿A dónde? Si acabas de llegar.

—Lillian reservó una cena para mí y Lena, y no quisiera atrasarme.

—Oh, bueno, que esperas. Sube a ducharte.

Kara tardó en prepararse dentro de una hora. Aunque tuvo dificultades para elegir la mejor opción de vestuario para esa noche. Al final optó por una blusa rojo oscuro, unos pantalones negros ajustados y unos tacones a juego. Se aplicó poco maquillaje y dejó su cabello suelto, lo que le permitió salir más temprano. A pesar de que no quería ir vestida formalmente debía hacerlo. El día anterior frente a la compañía de los Luthor había demasiados reporteros y aunque no le tomaron importancia, tal vez podrían encontrarse con alguno en el restaurante al que irían. Al estar acompañada de una Luthor las cámaras podrían sobrar.

—Te ves hermosa, hija— dijo Jeremiah y cuando Kara estuvo a su lado, le agradeció.

—No sé a qué hora vuelva, pero procura acostarte temprano.

—Tranquila, haré caso. Tú pásala bien— Kara solo se redujo a sonreír y besar su mejilla antes de salir.

Mientras condujo a L-Corp pensaba en la mejor manera de convencer a Lena para que la acompañara a esa cena. Sabía que se negaría, pero debía sacarla de esa oficina aunque fuera a rastras. Aparcó frente al edificio, aún no estaba vacío por completo. Kara miró su reloj y marcaban las 7:17 p.m. Entró y se dirigió hasta la oficina de Lena. En el camino se llevó algunas miradas que ella respondió con una sonrisa. Cuando estuvo delante de las puertas de la oficina tocó antes de abrir, sin esperar un permiso o respuesta desde adentro para poder pasar. Lena estaba sumergida en su computadora y anotaba algunas cosas en unos papeles a un lado. Kara dio unos pasos hasta llegar frente al escritorio.

𝑪𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂 𝒐 𝒆𝒏 𝒃𝒂𝒏𝒄𝒂𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora