Capítulo 12

2.2K 264 14
                                    

POV Kara

—Súbela un poco más. Ahí está bien. Gracias— me coloqué debajo de la camioneta y busqué las mangas de aceite.

—Kara, alguien te busca.

—¿Quién es, Maggie? — debía soltarlas y cambiarlas. Apenas toqué la primera, se rompió. Al menos se había escurrido el aceite viejo, pero para mi suerte no del todo. Algunas gotas alcanzaron a caer en mi cara y manchar mi ropa, incluso mi cabello.

—Rayos— dije mientras aún seguían cayendo las gotas sobre mi cabeza.

—No han cambiado tus gustos, Kara— escuché detrás de mí.

—Mike.

—Ten, límpiate— se acercó al carrito de herramientas y me ofreció un paño.

—¿Qué... que haces aquí? — empecé limpiando mi cara.

—Quise pasar a saludar.

—Tu madre fue a verte, ¿cierto? No es como si de la nada fueras a venir a saludar.

—No te voy a mentir, así que sí. Sabes como es. Pero de verdad quería verte. Hace mucho que no nos vemos y no sabía nada de ti hasta que escuché que estás saliendo con la mujer más conocida de la ciudad— a pesar de que lo dijo en broma, me supo mal la forma en que lo dijo. —Me alegro por ti.

—Gracias. Supongo que a ti tampoco te va mal— dije mientras cambiaba de paño.

—Nada ha cambiado. Todo sigue igual, créeme. ¿Cómo está tu papá?

—Él se encuentra bien, está mejorando poco a poco. Después de que siga las instrucciones del doctor y se haga los chequeos cada dos semanas, lo demás no importa.

—Es bueno oírlo— asentí y comencé a frotar el paño sobre algunos mechones donde había caído aceite. El overol no importaba, porque del material que estaba hecho era fácil de limpiar. Aunque tampoco me hubiera importado mi cabello. Solo que esta vez lo dejé suelto, por andar distraída.

—Aah, esto tardará en salir— susurré al notar que no había logrado mucho. Debía lavarme la cabeza para retirarlo por completo.

—Déjame ayudarte.

—No te preocupes, no es la primera vez que me sucede.

—Bueno. Será mejor si me voy, no quiero interrumpirte más. Espero que pronto podamos salir a almorzar y seguir hablando.

—Eh, claro— se acercó y dejó un beso en mi mejilla antes de irse.

—¿Quién era él? — Maggie preguntó detrás de mí. Algunas veces aparecía en silencio y me asustaba.

—Un amigo.

—Por lo que vi no parecía ser un amigo.... ¿Un pretendiente quizás?

—Estás loca. ¿Te has fijado que a veces solo salen incoherencias de tu boca? Iré a limpiarme. Quita las mangas por mí. No extrajiste todo el aceite.

—Claro que sí. Me aseguré de que no quedara ni una gota.

—Entonces, ¿cómo explicas esto?— señalé la ropa y mi cabello. —Sabes que te despedirían por cometer errores como estos.

—Bueno, perdona. Ve a limpiarte, me encargaré de esto. Vete ya— le lancé el paño sucio antes de caminar a los baños.

Mientras observaba el desastre causado por Maggie en el espejo, escuché el eco de unos tacones resonar en el baño. Miré hacia la puerta y por un momento pensé que mi vista me jugaba una broma, pero no, Lena estaba aquí.

𝑪𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂 𝒐 𝒆𝒏 𝒃𝒂𝒏𝒄𝒂𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora