Capítulo 27

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La pelinegra estaba sola en la habitación. Nunca pensó que se encontraría dentro de una sala de interrogatorio. Sabía que la estaban viendo, así que se cruzó de brazos para esperar hasta que se decidieran en entrar. Luego de unos minutos, la chica que había acompañado a Henshaw entró con varios papeles y una libreta.

—Lamento la espera. Supongo que no tiene otra cosa más importante que hacer en este momento.

—No diré nada hasta que llegue mi abogada.

—Supuse que diría eso, así que... esperemos por ella. ¿Desea un poco de café?

—No, gracias— la pelinegra respondió cortante.

—De acuerdo— la chica iba a salir, pero luego se giró hacia Lena.

—Ooh, casi lo olvido... puede firmar aquí, es que soy muy fan de su trabajo— Alex dejó un pedazo de papel con un bolígrafo sobre la mesa. Lena la miró rara, pero tampoco se negó y dejó su letra cursiva sobre el papel.

—Gracias, volveré cuando llegue su abogada. Espero que encuentre las palabras correctas para responder.

¿Responder? No sabía la razón del porqué la estaban reteniendo. Pero si había caído en cuenta de que lo más probable tenía que estar relacionado con su hermano. Solo esperaba que Sam llegara lo más pronto posible para acabar con todo de una vez. Miró su reloj, casi eran las dos de la tarde y cerró los ojos frustrada hasta que escuchó la puerta abrirse otra vez.

—Dios, creí que nunca llegarías— Lena se levantó para abrazar a su amiga.

—Tu madre me llamó y en cuanto mencionó tu nombre salí corriendo de mi oficina. ¿Qué fue lo que hiciste, Lena? Sabes que no debes estar metiéndote en problemas— dijo la morena sentándose a su lado.

—Te juro que no hice nada y no tengo la menor idea del porqué estoy aquí. Solo quiero que sepas que contestaré a cada una de sus preguntas, porque reconozco mi inocencia— pasados los minutos la puerta se abrió, Alex había vuelto con Hank.

—No me jodas— murmuró Sam viendo a la chica. Lena se le quedó viendo, esperando una respuesta del porqué de sus palabras. —Te contaré luego— dijo para acomodar su traje y enderezarse en la silla.

—Ya podemos comenzar— dijo Alex y tomó asiento delante de ellas al igual que Hank.

—¿Se le declararon los derechos a mi cliente? — preguntó Sam, Alex dio una sonrisa de lado antes de responderle.

—Sí, todas las veces pertinentes.

—Bien. Tengo entendido que mi cliente desconoce por qué la están reteniendo...

—Iba a decirle, pero ella quiso esperar por usted primero.

—Como ya sabe se encuentra bajo nuestra custodia. La orden de arresto solo fue para poder hablar con usted más de cerca ya que es una mujer ocupada y debe estar al tanto de lo que implique a su hermano y ahora usted en este caso. Ahora podemos proseguir con el interrogatorio como es debido— las amigas asintieron ante las palabras de Henshaw.

—Entonces, ¿están reteniendo a mi clienta solo para hablar o porque piensan que es sospechosa?

—Es sospechosa en el caso de Alexander Luthor— contestó Alex.

—¿Sospechosa? — preguntó sorprendida la pelinegra.

—Señorita Luthor, para conocimiento de su abogada estuvimos hablando esta mañana acerca de su hermano y le repetiré una de las preguntas que se le hicieron. ¿A trabajado con Alexander Luthor anteriormente?

—No, y tenga en cuenta de que es un no con signos de exclamación y en mayúsculas. Aún sigo sin saber por qué me visitaron esta mañana y porqué ahora estoy aquí, cuando estoy consciente de que no he hecho nada malo— Lena se cruzó de brazos y frunció el ceño.

𝑪𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂 𝒐 𝒆𝒏 𝒃𝒂𝒏𝒄𝒂𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora