Capítulo 16

2.2K 232 23
                                    

Luego de una larga y candente noche las chicas aún se encontraban durmiendo. Era casi mediodía cuando el celular de Kara comenzó a sonar, opacando el profundo silencio que había en la habitación. La rubia no quería levantarse, pero perezosamente abrió los ojos y buscó el aparato que no dejaba de insistir. En uno de los bolsillos de sus shorts tirado en el suelo, se encontraba abandonado y olvidado. Agarró el teléfono junto al pantalón y contestó somnolienta.

Llamada

K: Sí, ¿diga? dijo mientras bostezaba y restregaba uno de sus ojos.

S: Kara, ¿dónde has estado? Te he llamado varias veces. ¿Pudiste dar con Lena? inconscientemente Kara se volteó lentamente hacia la cama para ver a la pelinegra. Al ver su espalda desnuda recordó lo sucedido. Su respiración calmada daba a entender que aún seguía dormida.

K: Sam. Sí, sí.... lamento no haberte dicho nada. Pasaron muchas cosas y olvidé responderte de vuelta. Pero sí, di con ella. Está en mi casa.

S: Oh, gracias a Dios. Pensé que le había pasado algo.

K: No tienes idea susurró Kara volviendo a recordar lo que había sucedido hace unas horas atrás.

S: ¿Qué dijiste, Kara?

K: Nada. ¿Vas a pasar por ella?

S: Ahora no puedo, recién estoy saliendo de vuelta a la ciudad.

K: Bueno, es mejor así. Así podrá descansar un rato más.

S: Oh, ¿acaso molestó hasta tarde?

K: No, solo nos quedamos hablando y.... se nos fue el tiempo— "Y luego nos acostamos", pensó.

S: Ah, vale. Bueno, entonces te dejo descansar a ti también. Gracias de nuevo Kara. Te debo una.

K: No fue nada concluyó.

Apagó su teléfono y lo dejó sobre la mesita de noche, vio a Lena por última vez antes de recoger la ropa tirada por la habitación. Se colocó la suya y la de Lena la dejó sobre la cama. Salió de la habitación sin hacer el más mínimo ruido y entró a la suya para ducharse.

Lena, por otra parte, se había despertado al mismo tiempo por el ruido del teléfono, solo que prefirió quedarse en la cama y escuchar la conversación que tenían Kara y Sam. Cuando Kara abandonó la habitación soltó un fuerte suspiro y se quedó viendo hacia el techo.

Ahora, ¿qué debía hacer? Enfrentar a Kara como si nada hubiera pasado o ignorarla por siempre. Era obvio que no podía optar por la segunda opción ya que se suponía que estaban saliendo. Lena cubrió su cara frustrada por siquiera pensar en ello. Ella misma había aceptado e insistido en que aquello sucediera. No podía dar marcha atrás. Solo había sido sexo casual, no era tan malo como para romper lo que habían construido hasta ahora, ¿verdad?

Para olvidarse de esos pensamientos que solo la estaban jodiendo prefirió darse un baño. Apenas cruzar la puerta del sanitario no pudo evitar mirarse al espejo. Tenía marcas en su cuello y hombro muy notorias. Algo de maquillaje no sería suficiente para cubrirlas y tardarían un poco en desaparecer.

—Maldita— susurró Lena posando sus dedos sobre las marcas hechas por la rubia. No dolían, pero estaban ahí. Solo esperaba que estuviera igual o peor.

Resignada se metió a la ducha y dejó que el agua caliente cubriera su cuerpo. Mientras se enjabonaba no pudo evitar pensar en Kara, en sus manos, en su boca, su cuerpo. Por más que Lena no quisiera admitirlo había tenido el mejor sexo de su vida. Pasó jabón por su pecho, pero se detuvo. Su cuerpo estaba reaccionando otra vez.

𝑪𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂 𝒐 𝒆𝒏 𝒃𝒂𝒏𝒄𝒂𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora