Capítulo 31

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POV Kara

Todo se me estaba complicando. Rhea hablaba enserio de querer lastimar a mi padre si no terminaba con Lena y empezaba una relación con Mike. No había recibido malas noticias del hospital, al menos era algo bueno. Además de que para Rhea sería más complicado, ya que Lillian era quien se encargaba de los asuntos de médicos de mi padre. Lo cual me daba ventaja.

Los del banco ya habían comenzado a hacer llamadas para el pago del segundo plazo de la hipoteca, faltaban tres semanas para que venciera y solo contaba con la mitad del dinero. Sabía que Rhea estaba detrás de esto, pero no sabía qué hacer, estaba hecha un lío. Decidí hacer esto sola, pero la verdad es que no podía hacerlo.

—Kara, acaba de llegar un nuevo auto.

—Iré en breve. Deja que haga una llamada y salgo enseguida.

Cuando pensaba tanto en algo me producía una punzada en la sien y después un dolor de cabeza insoportable.

—Bien, te espero— contestó Maggie antes de cerrar la puerta.

Mi única ayuda ahora mismo sería...

—Hola— Lena había aparecido en mi oficina. Últimamente se había vuelto costumbre para ella. Era inevitable no pasar antes de ir a la compañía. Según ella, solo quería verme antes de comenzar su día.

—¿Qué haces? — preguntó sentándose frente a mí.

—Nada. Solo estoy viendo papeles del trabajo. Ya sabes cosas de carros, aburrido.

—Ah...— por alguna razón mostró más interés del que pensaba y se inclinó para ver más sobre mi escritorio. Yo instintivamente intenté cubrir los papeles. La verdad es que no estaba viendo papeles de los carros que recién habían llegado. Estaba releyendo los papeles de la hipoteca que literalmente estaban por encima de los de mis clientes y no tuve el tiempo ni la rapidez para cubrirlos.

—¿Por qué tienes...

—¿No tienes trabajo que hacer? — pregunté antes de que ella terminara la pregunta, claramente desviando el tema.

—Sí, pero, Kara... ¿están hipotecados? — apreté los ojos, inhalé y exhalé de una forma escandalosa y las punzadas fueron más fuertes. Debía tomar algo para el dolor de cabeza.

—Lena, esto no te incumbe. ¿De acuerdo?

—¿No me incumbe?

—No, ahora sí me...

—Todo lo que tenga que ver contigo me va a importar y más cuando tu padre está involucrado. En primer lugar, ¿por qué hipotecaron la casa? — había tomado el papel en sus manos y comenzó a leerlo.

—Lena, por favor, devuélvemelo— no quería pelear con ella no tenía el ánimo para hacerlo. Lo que sí quería era que borrara de su mente y se olvidara de lo que acababa de leer.

—Contéstame, Kara— su tono era firme y serio, lo cual me dejó la piel de gallina.

—Mi padre lo hizo... antes de hablar con Lillian y me estoy haciendo cargo de esto. Todo está bien, solo debo...

—Por lo que veo nada está bien, Kara. Deben una fortuna. ¿Acaso tienes el dinero?

—Sí... Si lo tengo— ni a mí misma podía engañar, era claro que no.

—A mí no me engañas. Deja que me ocupe de esto, no permitiré que cargues con esto sola, no mientras puedo hacer algo.

—No estoy pidiendo tu ayuda, Lena.

—Sé que no, pero te la estoy ofreciendo. Así te quitaré un peso de encima y no tendrías que preocuparte.

—No la necesito.

𝑪𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂 𝒐 𝒆𝒏 𝒃𝒂𝒏𝒄𝒂𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora