Camine a la puerta mas que molesta, tome aquella perilla cuando de repente esta es empujada con fuerza a la otra dirección.
Lo que parecía ser uno de sus guardaespaldas me obliga a retroceder con brusquedad tomándome del cabello. ¿Que mierda?Me arroja al sillón con un movimiento brusco y entonces intento correr, me toma nuevamente del cabello tirando de este haciéndome volver, pero esta vez me sostiene.
— Más te vale obedecer al jefe, muñequita.
Dice con una sonrisa macabra en su rostro.
La puerta es ampliada un poco mas y lo veo entrar, el tipo me suelta el cabello y pretende no haber hecho nada cuando nota la presencia de Bill.
— Te ves....
— Cierra la boca!
Grito sin cuidado.
Me levanto más que molesta y camino afuera, podría ser cualquier cosa pero siempre cumplía con mi palabra, por más enojada que estuviera. Subí al auto mientras el me llamaba. Pasan algunos segundos y lo siento entrar al lado de mi, fijo mi mirada en la ventana de aquel carro enorme y respiro con dificultad, su maldito guardaespaldas apretó mi brazo sin piedad y ahora está punzando mientras veo rastros de un hematoma aparecer.
— ¿Que pasa? —pregunta cerrando la puerta—
Lo veo presionar un botón que hace que la pequeña cortina entre los asientos traseros y delanteros suba, ahora el chofer quedaría con la curiosidad sobre aquella plática.
— Vámonos ya —contesté seca—
Dolía demasiado.
— No nos iremos hasta que me digas por que estás tan molesta —dice mirándome a los ojos—
No soportaba el dolor, el coraje, la desesperación y el nudo en la garganta.
—Me lastimó.
—¿Que?
—Me lastimó, el me lastimó.
Repetí.
—¿Quien te lastimó, Jane?
Su expresión cambió a una completamente nueva.
—Tu puto guardaespaldas, Istvan.
Abrió la puerta en cuestión de segundos, rodeó el auto y ahora se encontraba de mi lado, abriendo de igual manera.
—Ven aquí.
Negué como niña pequeña.
—Por favor Jane solo.... solo ven aquí—pidió molesto.
Me levanté con pesadez y seguí sus pasos, tomo mi muñeca e hizo que frenara en seco. Haciendo una seña extraña, todos y cada uno de sus guardaespaldas formaron una fila en su dirección.
—Apunta, Jane.
Lo miré, mire al imbecil que se atrevió a lastimarme, acto seguido, apunto con mi dedo anular sin dejar de mirarlo.
—Estás despedido.
—Señor Skarsgard yo...
—Ve a casa, Gustavo.
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PREJUDICE | BILL SKARSGARD
Romance✧ Por años, la prensa había difamado al reconocido actor Bill Skarsgård como el hombre más críptico y enigmático de la industria, no se necesitó más que un rumor para ensuciar su nombre, pues ahora era reconocido por aquel escándalo. Jane Evans, u...