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BILL

Mamá la trataba como si fuese su propia hija, lo cual derretía mi corazón y me hacía extremadamente feliz.

— Alex, cariño, ¿puedes por favor traer las compras que hice para Jane?

Jane me mira, está apenada, lo sé. Asiento para darle seguridad y miro a mi hermano levantarse del sola para subir las escaleras.

— Te compré un par de vestido que sé que amarás. — Guiña el ojo izquierdo.

— No debía molestarse. — Sonríe Jane. — Pero muchísimas gracias. — Continúa.

Mi hermano baja con un par de bolsas y una pequeña maleta.

— Olvidé llevar esto cuando me pediste llevarte ropa. — Suelta.

Jane me mira y sonríe con ternura.

— Se que amarás lo que te escogí.

La tarde continúa así, Jane y mamá hablan sobre ropa y accesorios mientras Alexander y yo observamos en silencio, sin entender.

— Es muy bonita. — Suelta mi hermano en voz baja.

Volteo lentamente en su dirección sin poder creer lo que acaba de decir, pero me tomo la libertad de responder a su comentario.

— Si, y es mía. — Veo como Jane se percata de lo que acabo de decir y me mira rápidamente.

— ¿Te lo pregunté? — Pregunta Alex continuando la conversación, seguido de una risa absurda.

Las risas de Jane y mamá interrumpen el momento de tensión y me hacen mirar a mi novia a los ojos, olvidando el momento amargo que acabo de vivir con tan solo escuchar 3 palabras.






JANE

Observó desde el otro lado de la sala como Alexander y Bill me miran con intensidad, veo como hablan en susurros.

"Si, y es mía" — Escucho la voz de Bill.

Volteo en su dirección e intento descifrar que tipo de plática están teniendo, pero mis pensamientos son interrumpidos por el tacto de My, con quien he estado charlando por horas.

— ¿Cuando me permitirás llevarte de compras, pequeña? — Pregunta.

— Oh no es necesario. — Respondo. — Preferiría que tomáramos un café, como aquella vez.

My sonríe.

— Perfecto nena, como tú lo prefieras. — Toca la punta de mi nariz con su dedo índice.

— Creo que ya es hora de irnos, mamá. — Interrumpe Bill.

Miro la hora en el gran reloj de la sala, 9:30, ¿Como fue qué pasó tan rapido el tiempo?

— Ring mig om du behöver mig, mamma, jag älskar dig.  — Dice besando la mejilla de su madre.

Sin entender una sola palabra sonrío y asiento, Alexander se acerca a mi y toma mi cintura atrayéndome a él.

— Nos vemos, bonita. — Susurra a mi oído.

La interacciones tan extrañas que tiene conmigo me hace pensar que solo quiere provocar a Bill, lo cual es muy fácil de lograr considerando que Gustaf lo ha logrado.

— Adiós. — Respondo seca.

Caminamos juntos a la salida para llegar al auto mientras Bill carga las mil y un bolsas repletas de ropa que su madre a comprado para mi, junto con la maleta que su hermano ha empacado para él. My saluda desde el porche de su gran casa y hago lo mismo, Bill ríe por lo bajo con ternura imitándonos. Subimos al auto en dirección a casa con la parte trasera repleta de cosas.

PREJUDICE | BILL SKARSGARDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora