JANEDespierto con un agudo y punzante dolor de cabeza, observo mi alrededor intentando recordar que fue lo qué pasó ayer, pero no logro desbloquear ningún recuerdo. Busco a Bill en la habitación, mi mano palmea la cama una y otra vez intentando sentir su cuerpo.
— Bill. — Llamo.
La puerta de la habitación está ligeramente abierta, pero no recibo respuesta. Me levanto de la cama y entro al baño para tomar una ducha, al no saber si Bill se encuentra en casa, mantengo la puerta abierta y comienzo a desnudarme para adentrarme al agua caliente que previamente me encargue de encender.
Siento como poco a poco mis músculos se van relajando al sentir el ardiente toque saliendo de la regadera. Sigo sin poder recordar nada sobre la noche anterior, se que probablemente perdí el control con el alcohol, también se que Sadie y su amiga Margot fueron mi compañía toda la noche, pero como apareció Bill ahí?
Termino de ducharme y rodeo mi cuerpo con tan solo una pequeña toalla blanca, el agua cayendo de mi cabello gotea contra los fríos azulejos en el suelo. Mientras me miro en el espejo veo a Bill pasar detrás de mi, usa tan solo un par de pantalones completamente negros, el resto de su cuerpo está descubierto.
— Buenos días, amor.
Mi corazón se derrite, al igual que cada vez que me llama así. Volteo mi cuerpo en su dirección, observo cómo se sienta al borde de la cama mirándome.
— Que... qué pasó anoche?
Sonríe, mira al suelo unos segundos y después devuelve su mirada a mi.
— ¿Te divertiste? — Acerca una de sus manos a la mesa de noche y toma un par de pastillas. — Tienes que tomar esto, te hará sentir mejor.
— Me siento bien. — Digo recargada en el marco de la puerta, mirándolo. — Estoy bien... — Susurro.
— Debes tener cuidado, Jane. — Advierte.
Miro su trabajado cuerpo frente a mi y no logro controlar mis pensamientos, su preocupación me hace sentir la mujer con mas suerte en el mundo.
— Lo tendré. — Me acerco con lentitud. — Lo prometo.
Sostengo la toalla con uno de mis brazos y me acerco lentamente a él. Sonríe de manera inocente y me pierdo en sus ojos.
— ¿Por que nunca me tocas? — Pregunto, Bill se asombra por el comentario y abre sus ojos con sorpresa.
Continúo acercándome a él con lentitud, abro mis piernas y bajo rodeando su cadera.
— ¿Que? — Pregunta tomando mi cintura con ambas manos.
— ¿Por que no te gusta tocarme? — La tensión aumenta al acercarme a su boca.
— Te estoy tocando ahora.. — Responde en un susurro.
— Sabes que no es eso de lo que hablo.
— No quiero obligarte a nada, amor, no hay nadie en este mundo que merezca mas mi respeto que tú.
— Tócame.
Sonríe de forma coqueta cerca de mis labios y se que le gusta lo que escucha.
— ¿Huh?
Dejo caer la toalla al suelo, quedando completamente desnuda, tomo una de sus manos y la subo a mi pecho, sorprendiéndolo cada vez más con mis movimientos. Se levanta de su lugar conmigo en sus brazos y da una vuelta para recostarme en la cama, comienza a besarme con lentitud y sensualidad sin dejar de observar mi cuerpo cada que se presenta la oportunidad.
— Eres hermosa. — Recorre mis muslos con sus manos, apretando levemente.
El deseo en mí crece al sentir sus desesperados besos mojar mi boca, se que él también está volviéndose loco pues el bulto en su entrepierna aprieta mi vientre. El sonido de nuestros cuerpos haciendo fricción llena la habitación, no puedo creer que esto está pasando.
— Hazme tuya, Bill. — Pido entre besos, el sonríe.
— Lo que pidas te lo daré. — Dice bajando a mi pelvis para dar leves toques.
Me estremezco con locura mientras él se concentra en llenarme de placer, le pido con señas que se deshaga de su pantalón, haciéndolo reír con timidez. Al ambos estar completamente desnudos, puedo sentir todo de él rozar todo de mí, jamás había sentido tanto deseo en mi vida.
Nada me hacía sentir más lista para él que el saber que también me ama con locura.Después de tanto tiempo imaginándolo, se hace realidad y mi corazón no puede contener la emoción, sonrío mientras me besa y continuamos deshaciéndonos de la ropa.
Se introduce en mí haciéndome estremecer, el dolor es punzante e intenso, confundida suelto un quejido leve.— Ahh..
Lo escucho gemir, sonrío.
Siento como poco a poco el dolor se transforma en placer con cada movimiento.
— Más rápido. — Aprieto sus enormes brazos. — Más....
Se mueve con rapidez sin parar, nuestros cuerpos chocan haciendo ruido en toda la habitación, el sudor en su frente junto a el ceño fruncido me vuelve loca. Siento el clímax acercarse mientras beso su boca con locura, Bill toma nuestras manos y las entrelaza dejándome inmóvil, para después terminar juntos.
Me recuesta con delicadeza en la cama y deja besos por todo mi cuello.— Te amo... — Dice Bill. — Te amo... te amo.
— Te amo. — Respondo sonriendo.
— Jamás había sido tan feliz.
— Mientes. — Digo ante a su comentario.
Me mira extrañado, acercándose más.
— ¿Por que dices eso, amor?
— Porque mientes. — Río divertida.
— ¿En verdad crees que miento?
— Solo digo que... haz tenido mejores momentos.... como... los Oscar's tal vez?
Ríe a carcajadas sin mirarme, después devuelve sus ojos a mi y se aleja sutilmente.
— Nada se compara a esto.
— Entonces el sexo lo es todo para ti, wow. — Río por lo bajo nuevamente.
— No me refiero a eso, mi amor.
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PREJUDICE | BILL SKARSGARD
Romance✧ Por años, la prensa había difamado al reconocido actor Bill Skarsgård como el hombre más críptico y enigmático de la industria, no se necesitó más que un rumor para ensuciar su nombre, pues ahora era reconocido por aquel escándalo. Jane Evans, u...