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La noche cayó, Eija y yo seguíamos afuera mientras los demás parecían estar comiendo algo dentro de la cabaña de Stellan y My.

— ¿Como van las cosas con Harry? — pregunté.

— Ahh — suspiró. — es todo lo que siempre quise.... y no lo digo por qué seas su amiga más cercana, simplemente me entendió desde el primer momento.

— Estoy muy feliz por ustedes, por ambos, genuinamente me hace feliz que sean felices.

Me sonrió de manera tierna.

— Y... ¿Tu y mi hermano piensan seguir ignorándose?

Eija sabía todo lo que había pasado, le conté tan pronto como pude, pero no volvimos a tocar el tema hasta este preciso momento.

— No lo sé, quisiera entenderlo.

— Ve con el... — apuntó detrás de mi.

Tan pronto como volteé lo mire a la distancia, parado frente al lago con un cigarrillo en la mano, solo se veía su sombra pues la noche era obscura y se había alejado demasiado.

— ¿Que se supone que le diré? — pregunté torpe.

— Solo aclaren lo qué pasó. — tomó mi mano. — anda, ve con el. — dio un leve empujón en mi espalda.

Camine con lentitud hacia el, lo notó pues alejo su mirada de mi, fingió mirar al horizonte como si yo no existiera. Seguí acercándome cuando escuché una puerta cerrarse, Eija había entrado a la cabaña, ahora estábamos solos en la oscuridad.

Al estar lo suficientemente cerca, imité su acción mirando a la nada, más no pude hacerlo por mucho, pues quería verlo aunque el no lo hiciera. Irónico, hace unas horas no despegaba su mirada de mi y ahora finge no saber que estoy a tan corta distancia.

— ¿Cómo estás? — pregunté inocente.

El solo rió con amargura y tiró su cigarrillo al piso para después poner su pie encima de este apagándolo.

— Yo... te extrañé. — solté sin pensar.

Seguía sin mirarme.

— Bill dime algo, por favor... — supliqué — lo que sea.

Silencio.

— ¿Te diviertes? — preguntó.

— ¿Que? — confundida, respondí con otra pregunta.

— Que si te diviertes.... — repitió serio. — viéndome así.

— Bill, escucha — intente mirarlo a los ojos, lo cual era prácticamente imposible. — Todo fue un mal entendido ¿Si? Yo... jamás te usaría, ¡JAMÁS LO HARÍA! — dije subiendo el tono de voz. — Lo que Harry dijo fue solo una de sus estupidas bromas, no soy ese tipo de persona, se que te hizo sentir incómodo pero por favor, entiéndelo.

Volvió a quedarse callado, su silencio me estaba matando.

— Dime algo. — dije en un hilo de voz.

Me rendí y di media vuelta, pero sentí su voz inundar mis oídos de nuevo, lo cual me hizo frenar en seco.

— Deja de fingir no saber lo que siento por ti...

¿Lo que siente por mi? Mis sospechas habían sido confirmadas, era algo mutuo.

— Nunca hemos tenido esa conversación. — dije irónica, pues jamás podría adivinar sus sentimientos, ni el los míos.

— No necesito decírtelo para que lo veas, todo el puto mundo se da cuenta menos tú.

Nuestros ojos se encontraron y pude verlo vulnerable, como nunca antes lo había visto.

— Bill.

No respondió, su manera de ignorarme dolía.

— Siento lo mismo por ti.

— Deja de burlarte de mi. — Dijo molesto.

— No lo hago, estoy hablando enserio.

— ¿Ah si? ¿Y después de mi quien sigue? ¿Irás detrás de Alejandro o te cojeras a mi hermano en la cabaña de al lado? — Soltó con repudio.

Y ahí mismo, rompió mi corazón por primera vez.

BILL

Me miró con sorpresa, no podía creer lo que acababa de decirle, estaba arruinándolo todo, pero ¿que podía hacer? me sentía molesto, y para ser honesto, muy.... muy celoso. Sus ojos se humedecieron por completo y lo entendí, tal vez si es mutuo.

— Lo único que he hecho es ayudarte, Bill. — dijo en un susurro desgarrador. — Pero no pienso humillarme si así es como piensas tratarme.

Comenzó a caminar lejos de mi, moría de ganas por gritarle que la adoraba, que ocupaba cada parte de mi mente y eso me estaba matando.

Paró de caminar y me miro nuevamente para después decir;

— Lo que más me duele de que el mundo entero me considere una puta, es que te hicieron creerlo a ti también.

Me dió la espalda de inmediato y deje de verla en cuestión de segundos.

Prefería morir antes de llamarla puta, jamás lo consideré y no tenía planes de hacerlo, pues mi rabia iba mas allá de ella y las creencias que el mundo tenía sobre su vida. La diferencia era que a esas personas les dolía no poder tener más información sobre nuestras vidas, mientras a mi me dolía no tenerla a ella.




                                        JANE

De no ser por My, me largaría en este instante.  Camine hasta la cabaña con el corazón en la mano y la cara empapada en lágrimas, dolía como el infierno no poder hacer que me escuchara y entendiera. Sentía un ataque de pánico acercarse, así que solo abrí aquella puerta y entré con desesperación para encontrarme con Eija. Paré en seco, ella al mirarme corrió a abrazarme.

— Oh nena, ven aquí. — dijo con dulzura. — ¿Que pasó? — preguntó.

Negué con la cabeza tratando de regular mi respiración.

— ¿Por que se comporta así conmigo?

— Déjalo, ya se le pasará, solo esta celoso...

— Pero el jamas.... Yo.... El nunca... me... me dijo nada... jamás me... — intentaba hablar entrecortada.

— Hey heeey tranquila, todo estará bien, las cosas se arreglarán ya lo verás.

Me abrazó hasta quedarme dormida.

PREJUDICE | BILL SKARSGARDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora