Capítulo 16.

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Había pasado un año desde ese día. Ahora contaba con 16 años y era uno de los marines más famosos, por no hablar que su puesto de Contraalmirante estaba más que asegurado. En realidad no fue tanto trabajo, solo patear un par de traseros listillos y listo. Sus habilidades eran cada vez mejores y tenía el respeto, no solo de su tripulación, sino también de varios compatriotas y algunos superiores.

Ya había conocido a Kuzan. Tal y como en su otra vida, se llevaron bien casi desde el principio. Se encontraron en algunas ocasiones para cenar y reuniones de marines de alto rango. Aunque al parecer ese traidor de Rocinante, hace unos meses, no pudo contar sobre su amistad con el Vicealmirante a Izo, su padre, Jozu o Vista nooo, tuvo que decírselo a Thacht. Quien como ya es conocido por todos, contó la historia con exclamaciones y adornos de más.

El problema fue..que no se le ocurrió mejor idea que contarlo delante de Marco. Increíblemente no dijo nada en ese momento. Por lo que le contaron su cara se mantuvo completamente neutral. Izo le advirtió que cuando eso ocurría era porque estaba sumamente furioso, pero él de forma inocente pensó que en realidad no se había creído las tonterías de Thacht..como cualquier persona racional.

Y por eso ahora estaba mirando estúpidamente a la persona parada en la puerta de la habitación del motel, donde su tripulación y él se quedaban en lo que recargaban provisiones.

_ M-Marco? -balbuceó como idiota.

_ Vaya, me alegro que aún me recuerdes. Pensé que te habías olvidado de mi. Como ahora tienes a ese amigo Vicealmirante, yoi -dijo de forma burlona.

Marco estaba cabreado. Muy cabreado. No se han visto en meses desde la escapada que hicieron Adael y Rocinante, para que celebraran su entrada oficial en la marina además de presentarse con el chico rubio, quien ya era un miembro honorario de su familia. Marco había estado muy orgulloso, le había costado controlarse los dos días que los menores se quedaron. Poco le faltó para pavonearse delante de todos mientras presumía de su pareja.

Se había dado cuenta que mientras más crecía Adael, más le pedían sus instintos que lo reclamara. Pero apenas tenía 15 años en ese entonces por lo que tuvo que conformarse con las cartas para saciar sus deseos de estar cerca del chico. Y ahora, hace unos días viene a enterarse que su Adael entabló amistad con ese marinerucho de pacotilla. No quiso hacer caso de los desvaríos de Thacht, pero cuando escuchó los detalles, que si se llevaron bien desde el principio, que si parecían conocerse de toda la vida... Pues tuvo que venir directamente a verlo.

Hablando de verlo..

Aprovechó el aparente mudismo del chico para observarlo detenidamente. Había crecido mucho, casi de su tamaño. Probablemente cuando terminara de crecer sería más alto que él mismo, decidió que no le molestaba. Su cabello lo traía algo crecido y peinado hacia atrás. Tenía la chaqueta de oficial abierta mostrando un pecho con músculos bien formados que sin duda mejorarían con el tiempo, incluso con las cicatrices. Que lejos de verse mal, le lucían bien con ese estilo rebelde. Pantalones que abrazaban las largas piernas y botas de cuero completaban el cuadro. Eso sin contar esos ojos extraordinarios.

Se mirara, por donde se mirara, era un joven muy atractivo. Marco ya contaba con 23 años y desde luego que disfrutó de la vista. Al sentir que su cuerpo reaccionaba decidió que tal vez estaba siendo muy duro consigo mismo. Después de todo 16 años no es demasiado joven y si puede tener el cargo de Contraalmirante y dirigir su propia tripulación, bien podría disfrutar de otro tipo de actividades.

Adael observó el cambio de las emociones de Marco en sus ojos. Primero parecía bastante enfadado, luego pensativo y ahora lo miraba de una forma...bastante intensa.

Sacrificando mi futuro, cambiaré su pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora