Capítulo 23.

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Isla Gyojin, es uno de los lugares más hermosos que se pueden encontrar en el Grand Line. Protegidas por burbujas gigantes y con el océano y sus habitantes a su alrededor, tiene un encanto único y especial que atraen a todo tipo de visitantes. Con fuertes hombre-pez y las hermosas sirenas que transitan sus calles y la vida marina rebosando alegría alrededor.

Pero como todo, también tiene un lado oscuro. Durante siglos, los seres humanos y los gyojins han mantenido las distancias. El ser humano, en general, teme a lo que no es igual a ellos, al mismo tiempo que codicia lo que es especial. Durante años han esclavizado y difamado a la raza gyojin, generando un ciclo de odio y desconfianza.

El Rey Neptuno sabía sobre esto mejor que nadie. Cada vez que se enteraba del secuestro o asesinato de uno de los suyos por parte de los humanos, quería cerrar Isla Gyojin completamente y aislarla del resto del mundo, para mantenerlos a salvo. Pero su esposa opinaba distinto.

Creía firmemente que los humanos y los gyojins algún día podrían tratarse en igualdad. Por eso, cuando recibieron la llamada de Fisher Tiger, contándoles cómo esos humanos, marines, ayudaron a Arlong y evitaron su muerte, Otohime no cabía en sí misma por la felicidad y lo llevó a él junto a los niños, y también a la hermana pequeña de Arlong, Shirley, a recibirlos personalmente.

Neptuno estaba curioso. Quería conocer a esas personas que aparentemente no temían desobedecer al Gobierno Mundial. Las palabras de sus hijos lo sacaron de sus pensamientos.

_ Cómo creen que serán los humanos? -preguntó el menor de los príncipes, Mamboshi, de 8 años a sus hermanos mayores.

_ No lo sé, pero mamá está muy emocionada -dijo el segundo hijo, Ryuboshi, de 11.

_ Son absolutamente geniales, especialmente el Vicealmirante Bellator D. Adael -respondió animadamente el Fukaboshi, quien con 12 años, era el mayor de los hermanos.

_ Cómo sabes eso, cariño? -cuestionó extrañada Otohime a su hijo mayor, mientras acariciaba el cabello de la pequeña Shirahoshi, de 4 años, que era sostenida por su padre.

_ Shirley-san, me contó de ellos -dijo señalando a la adolescente, quien al ver esto, se apresuró a explicar.

_ V-verán sus majestades, hace un año tuve una visión de alguien que sería muy importante para la raza gyojin. En esta visión, en vez de imágenes obtuve mas bien, sentimientos. Este hombre sería un amigo incondicional de nuestra raza y nos ayudaría a prosperar. De su físico, solo pude ver que tenía ojos como el mar, así que busqué y por casualidad hace un mes, me enteré de que un famoso Vicealmirante de la Marina tenía ojos azules. Miré una foto de un periódico y coincidía con la imagen de mi visión. Así que me encargué de recopilar toda la información que pudiera, antes de contárselos a ustedes, majestades -contestó la chica, un poco nerviosamente.

_ Bien hecho, Shirley. Ahora, qué tal si nos cuentas lo que averiguaste? -pidió el rey.

La sirena, al ver que no sería regañada, tomó confianza y comenzó a hablar sobre todo lo que sabía. Mientras más escuchaban los reyes más ansiosos estaban por conocer a tan peculiar tripulación. Y no solo ellos, los pequeños no podían esperar más y al igual que su hermano mayor, estaban convencidos de que Adael-Nii-san, sí, comenzaron a llamarlo así y nadie les haría cambiar de parecer, era el mejor marine de todos.

Esperaron otros 15 minutos hasta que finalmente vieron las dos embarcaciones. Esperaron impacientemente y cuando comenzaron a desembarcar se acercaron.

Mientras Arlong los presentaba, Fukaboshi miraba ansiosamente alrededor.

_ Dónde está Adael-Nii-san? -preguntó preocupado.

Se sorprendieron un poco al escuchar cómo el pequeño tritón llamó a su capitán, pero cuando vieron las caras de ansiedad que sus hermanos también tenían, decidieron explicar rápidamente.

_ No se preocupen, pequeños. Nii-san estará aquí enseguida. Es solo quería mostrarle a Tiger-san algo divertido -contestó Robin con dulzura.

_ Hablando del diablo..Por ahí viene -dijo uno de los marines mientras señalaba hacia el mar.

Miraron hacia allí. Vieron dos figuras en el agua que se acercaban a mucha velocidad, y que parecían estar batallando sobre un gran ballena. Finalmente traspasaron la entrada a la Isla envueltos en un látigo acuático, que los colocó de pie y a salvo en el suelo.

_ INCLÍNENSE PLEBEYOS, QUE LLEGÓ EL REY!! -increíblemente ese grito, no provino de nuestro protagonista, sino de un besugo que tenía cara de estar pidiendo que se lo tragara la tierra.

_ HAHAHAHA!! -Adael, al parecer, se no estaba pasando en grande.

_ CIERRA LA BOCA. QUE SI ESTOY HACIENDO EL RIDÍCULO ES POR TU MALDITA CULPA!!! -recriminó.

_ Oh vamos. Pero si el que propuso la apuesta fuiste tú...Y también fuiste el que perdió.

_ PORQUE ME HICISTE COSQUILLAS, PAYASO!.

_ No me grites, que te vas a quedar mud...-Adael paró de hablar cuando sintió muchos brazos pequeños que le abrazaban las piernas.

Miró hacia abajo y se encontró de receptor de muchos ojitos que lo miraban con gran admiración.

_ Nii-san!! -gritaron los príncipes al unísono.

_.... SON TAN LINDOOOS!! -dijo mientras los abrazaba, ocasionando risas a los niños.

_ El gran Bellator D. Adael, Vicealmirante temido y capitán del barco marine más infame...siendo dominado por los ojos de cachorro de unos niños -Arlong había terminado de saludar a su llorosa hermana, así que pasó a aprovechar para burlarse del peliplata.

_ Alguno de ustedes escucha a alguien hablar? -les susurró a los tritones en sus brazos, recibiendo negaciones que vinieron acompañadas de risitas divertidas -No? Yo tampoco.

Todos rieron a carcajadas por la interacción, sobre todo, de la cara ofendida que puso Arlong.

Después, Jinbei los presentó adecuadamente y toda la familia real quedó encantada con esos personajes tan peculiares. Se notaba que se querían y apoyaban como familia. Esa noche hicieron una fiesta enorme en la que todos interactuaron con todos. Jinbei y Rocinante se pasaron un poco de copas y terminaron bailando la conga junto con varios otros.

Laboon también se divirtió mucho. Adael la envolvió en una esfera de agua muy resistente que le permitía moverse como si nadara por el aire. Brook los deleitó a todos con su música y terminó recibiendo algunas cachetadas de las damas. Robin y Law se sentaron con Fisher Tiger a escuchar sobre sus viajes y contar los propios.

Adael, prácticamente desde el principio, se llevó bien con la familia real, especialmente  Otohime. Pasaron el resto de la fiesta con Adael siendo tratado como almohada o peluche por todos los niños, mientras intercambiaba ideas con los reyes.

Así pasaron todas las vacaciones. Ahora acababan de despedirse a duras penas de Otohime. La sirena había adoptado a la tripulación y no quería que se fueran. Estuvieron convenciéndola desde la noche anterior para que los dejara ir.

También prometieron mantenerse en contacto con los pequeños príncipes y enviarle muchas fotos y recuerdos a la pequeña Shirahoshi. Intercambiaron números de Den Den Mushi, con Tiger y los demás para mantenerse en contacto, al igual que hicieron con el rey Neptuno.

_ Ahora qué hacemos, Nii-san? -preguntó Law.

_ Pues ahora.. -fué interrumpido por el sonido de llamada de su Den Den Mushi -...Hola?

_ Terminaron tus malditas vacaciones. Ahora traerás tu maldito trasero al Cuartel General y me contarás lo que quiero saber, antes de que te lo patee -colgaron inmediatamente luego de hablar.

_...Parece que papá sigue molesto -reflexionó Rocinante.

_ Tú crees? Pues déjame decirte que... -otra vez sonó el caracol -Hola?

_ Cómo mierdas es esa historia de que le prometiste al maldito de Akagami pasar las vacaciones junto a él... en lugar de hacerlo CONMIGO, yoi? -por la cara del caracol, Marco no estaba muy feliz.

.....


Era muy tarde para saltar por la borda?

Sacrificando mi futuro, cambiaré su pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora